Gestos de reconciliación entre Correa y Uribe

El presidente de Ecuador, Rafael Correa y su homólogo colombiano dieron un importante paso para bajar la tensión entre los dos gobiernos.

Uribe pidió perdón a Ecuador durante la clausura de la Asamblea de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), en Medellín, por la violación de la soberanía del país vecino en la incursión armada del Ejército colombiano que dio con la muerte del jefe de las Farc, Raúl Reyes.
 
"Este tema de nuestra incursión a la selva ecuatoriana en ese bombardeo contra 'Reyes', yo les pido perdón por eso. Se lo dijimos en República Dominicana", dijo el mandatario colombiano.

En respuesta a sus declaraciones, Correa expresó desde Quito su disposición a dialogar con la condición de que Bogotá no siga con las acusaciones de las supuestas relaciones de su gobierno con las Farc.

"Paren todo eso y nos sentamos a dialogar, yo nunca podré darle un abrazo fraternal a quien bombardeó mi patria, pero como caballero sí podré estrechar la mano al representante de un país hermano y de un pueblo hermano”, dijo el mandatario ecuatoriano.
Las declaraciones del mandatario colombiano fueron en un tono conciliador. Llamó hermanos a los vecinos y pidió su colaboración para enfrentar a la guerrilla. "Con los hermanos, finalmente, hay que entenderse, así las discusiones sean prolongadas. Nuestro objetivo es derrotar el terrorismo: ese es el bandido. Ecuador y Venezuela son nuestros hermanos", dijo Uribe desde Medellín.

La reacción de Quito fue aceptar el perdón del mandatario colombiano, lo cual supone un avance para destrabar las relaciones diplomáticas entre los dos países, que fueron interrumpidas desde el año pasado tras el ataque al campamento de Raúl Reyes en zona ecuatoriana.

"Nos han pedido nuevamente disculpas, las aceptamos de corazón, pongámonos a trabajar juntos para construir la paz, para recobrar las relaciones fraternas que ha habido siempre entre Colombia y Ecuador", dijo Correa.

Las relaciones entre Colombia y Ecuador se volvieron a tensionar hace unas semanas, luego de que un juez ecuatoriano ordenara la captura del ex Ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, por su presunta responsabilidad por violación a los derechos humanos. Santos, precandidato presidencial, era el jefe de la cartera de defensa el 1 de marzo de 2008, día de la operación en la que fue bombardeado el campamento de Reyes, en el que también murieron 25 personas.

Después de la orden judicial contra Santos, Ecuador activó una estrategia para acudir a instancias internacionales acusando a Santos. En respuesta fue publicado un video en el que supuestamente el líder guerrillero de las Farc, alias Mono Jojoy, aparece mencionando un aporte en dólares a la campaña de Correa.

En los últimos días la tensión se escaló luego de que se conociera que Colombia firmaría un acuerdo para permitir que bases colombianas sean usadas por el Ejército estadounidense para combatir el narcotráfico y el terrorismo. El acuerdo, que fue firmado este viernes, fue interpretado por Caracas y Quito como una amenaza para la región.

Sin embargo, esta semana el vicepresidente de Ecuador, Lenín Moreno, dijo que su país no se dejaría arrastrar por Caracas hacia un conflicto militar con Colombia.

"Bajo ninguna circunstancia, si es que el propósito del presidente Chávez fuera el de involucrarnos en un conflicto militar, no lo vamos a aceptar", dijo Moreno al canal Ecuavisa.

Otro gesto de buen recibo en Colombia fue que esta semana Ecuador decidió eliminar las restricciones que impuso a las importaciones de 680 productos colombianos de un total de 1.346 que tienen una salvaguardia cambiaria. Así acató una resolución de la CAN, en la que el organismo sugirió a Ecuador flexibilizar la salvaguardia de las importaciones de ese país.
 
El Ministro de Comercio Exterior colombiano, Luis Guillermo Plata, dijo que era un buen comienzo para normalizar las relaciones comerciales entre los dos países, relación que también se han visto afectada por el diferendo diplomático.