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Henry Medina, viceministro de Minas y director encargado de la Agencia Nacional de Minería | Foto: Archivo Semana

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Agencia Nacional Minera prende motores con mucho por hacer

Empezó a funcionar oficialmente la entidad que, en adelante, se encargará de administrar y promover el recurso minero colombiano. Pero la tarea no es fácil. Tiene cientos de solicitudes de licencia por resolver y un debate ambiental sobre la mesa.

4 de mayo de 2012

Una medida transitoria que concierne directamente a los inversionistas mineros y estaba prevista para durar seis meses, se ha prorrogado por año y medio.

Y aunque la industria no lo ve con malos ojos, pues considera que es el precio que hay que pagar por tener buenas instituciones, ha sido una ardua tarea de difícil cumplimiento.

El Gobierno Nacional decidió suspender en febrero de 2011 la recepción de solicitudes de licencia minera, con el fin de evacuar las casi 20.000 que tenía pendientes.

Desde ese entonces, 41 ingenieros, 34 abogados, tres contadores, un economista y 12 auxiliares, trabajan a toda máquina, en dos turnos diarios, para tramitar estas solicitudes.

Pero esto no fue posible en tan poco tiempo y por cuarta vez consecutiva fueron prorrogados los términos hasta agosto próximo. Esto hace que la nueva Agencia Minera, que entró el jueves en funcionamiento, tenga muchos retos por cumplir.

Al dos de febrero de 2011, se encontraban pendientes de resolución 19.629 solicitudes de concesión minera, de las cuales 14.452 pertenecían a Ingeominas (hoy Servicio Geológico Nacional) y el resto a las delegaciones de seis departamentos.

A enero de este año, todavía había en trámite a nivel nacional 13.799 solicitudes (9.925 de Ingeominas y 3.874 de las delegaciones). Esto supone que hay todavía mucho por hacer.

Pero esa es apenas la tarea inicial. A la nueva autoridad minera le resta ser parte activa de un debate que está sobre la mesa: minería versus medio ambiente.

Para nadie es un secreto que la actividad minera ha sido blanco de acusaciones por depredación del medio ambiente. En Colombia, los grandes proyectos de oro y carbón son cuestionados por este aspecto.

Es por eso que la nueva entidad deberá demostrar con argumentos sólidos, cuáles son los beneficios de la minería, y, sobre todo, ser muchos más responsable de lo que fue Ingeominas en el otorgamiento de títulos.