Álvaro Córdoba, hermano de Piedad Córdoba, ya está en Estados Unidos. ¿Ahora qué sigue?

Este jueves 19 de enero terminó un capítulo en torno a Álvaro Córdoba en suelo colombiano, luego de que se ultimaran los detalles y se procediera a su extradición a Estados Unidos. El avión de la DEA lo esperó sobre las 7:00 a. m. para que, junto a él, viajaran otros cinco extraditables para así responder ante la justicia norteamericana por delitos de los que insiste ser inocente.

Su envío a ese país se consumó luego de que la Corte Suprema de Justicia diera luz verde al trámite y de que el presidente Gustavo Petro firmara la orden, cerrando la posibilidad de continuar en Colombia. Sobre lo anterior, Córdoba alegó que su proceso debió seguir en el territorio nacional por ser el lugar donde ocurrieron los hechos materia de investigación.

Ahora, en suelo estadounidense deberá responder ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York por tráfico ilícito de drogas y porte ilegal de armas de fuego. De acuerdo con el expediente que tiene la justicia en el país destino, el hermano de la congresista Piedad Córdoba presuntamente formaba parte de encuentros con disidencias de las Farc en varias zonas del país.

Un testimonio revelador

Este individuo sería el encargado de concretar la salida de mercancía desde Nariño, Cauca y Valle del Cauca. Su detención tuvo lugar el pasado 4 de febrero en el barrio El Poblado, de Medellín, junto a una mujer que responde al nombre de Libia Amada Palacio, también requerida en extradición.

Sobre las acusaciones en su contra, sobresalió el testimonio del agente Mathew S. Passmore, quien aseguró que Córdoba Ruiz “declaró que, en el campamento de las Farc, donde se encontraba un comandante, había al menos 300 hombres armados hasta los dientes, incluso con armas para derribar objetos (una referencia aparente a misiles tierra-aire)”.

En medio de las pesquisas, las autoridades no la ‘tuvieron fácil’ para determinar responsabilidades. Esto a razón de que el acusado habría manejado un perfil bajo a diferencia del común denominador de los narcotraficantes (que alardean de lujos). En su caso, es señalado de establecer los contactos personalmente y en sitios que no llamaran demasiado la atención.

Según las indagaciones en curso, Córdoba integraba una red que negociaba tanto estupefacientes como armas con alcance en otros países como México y Venezuela, con el respaldo del excomandante de las disidencias de las Farc, alias Gentil Duarte, fallecido en Venezuela.

La ‘pulla’ a Gustavo Petro

Córdoba asegura que su salida de Colombia obedece a una presión política y que supuestamente hubo irregularidades en su investigación, que no se contemplaron para la decisión final. En conversación con Blu Radio, aseveró que la ley se usa solamente a conveniencia.

“El presidente Petro pasa por encima de los motivos de conveniencia política y jurídica. Los hechos de los que se me acusan están en investigación y sucedieron en Colombia, lo que implica que la soberanía judicial impide en estos casos la extradición de un connacional”, dijo a ese medio.

“Lástima que el presidente Petro pasó por alto todo esto, no tuvo ninguna consideración, todas las observaciones que se hicieron a las anomalías en mi caso fueron pasadas por alto por el presidente”, agregó. Sostuvo nuevamente que no es culpable de los delitos por los que se le acusan.

“Soy inocente de los cargos que se me acusan, las pruebas entregadas a Estados Unidos son ilícitas. Nunca he traficado armas ni narcóticos, no he pertenecido a ningún grupo insurgente, al igual que mi familia, no hemos vivido del narcotráfico porque no somos narcotraficantes”.

Según la defensa de Córdoba, consultada por SEMANA, inicialmente no se tiene previsto nada diferente a que el ahora extraditado reitere su inocencia como lo ha venido haciendo desde que el proceso en su contra empezó a avanzar. Según él, no hay pruebas que lo incriminen y que justifiquen su traslado a una celda en la nación mencionada.