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Bayer está acusada de distribuir medicamentos que pudieron contagiar el sida.

La multinacional farmacéutica Bayer pudo haber estado detrás del contagio del sida que se produjo en la década de los ochenta en Sudamérica y Asia.

26 de mayo de 2003

El diario New York Times hizo la denuncia tras conocer algunas demandas interpuestas por pacientes que sostienen que Bayer vendió en Asia y Argentina un plasma sanguíneo 'Factor VIII' utilizado por hemofílicos, que corría un alto riesgo de transmitir el sida. Mientras esa comercialización se llevaba a cabo, en Europa y Estados Unidos se vendía un producto más efectivo y seguro.

"Las decisiones adoptadas hacer cerca de dos décadas fueron tomadas teniendo en cuenta las mejores informaciones científicas disponibles en esa época, y respetando las reglas en vigencia", afirmó para su defensa Bayer. "En ese momento, el producto Factor VIII respondía a los parámetros vigentes de calidad".

La comercialización se hizo por medio de una unidad especial de investigación, llamada Cutter Biology la cual supuestamente continuó la distribución de las unidades posiblemente infectadas después de febrero de 1984, cuando ya se había detectado riesgo de contaminación. Supuestamente se vendieron cerca de 100.000 ampolletas, por un valor de 4 millones de dólares, que no fueron tratadas con calor (mecanismo que se utilizaba en ese entonces para hacer las ampolletas más seguras), y que esta práctica se realizó posteriormente a los resultados de la investigación para la prevención, es decir, la década de los ochenta.

Al respecto, Bayer niega rotundamente cualquier proceder indebido de la empresa y de sus filiales: "Las decisiones de Cutter, la anterior subsidiaria de Bayer en los Estados Unidos, hace dos décadas, fueron tomadas con base en las mejores prácticas de conocimientos científico y tecnológico disponibles en ese momento", señaló mediante comunicado con origen en Alemania.

Los países afectados fueron especialmente Argentina, Malasia, Hong Kong, Indonesia, Taiwan y Singapur.

Según los voceros de la firma, la venta del plasma Factor VIII en Argentina se realizó cumpliendo con las normas sanitarias que eran vigentes en ese momento, en el que se desconocían los mecanismos de transmisión e infección del sida. Así mismo, Bayer señala que el debate acerca de la eficacia o no de la ampolleta Factor VIII se extendió hasta mediados de 1985, momento en que fue posible, por primera vez, realizar pruebas de contaminación sobre los plasma.