Blair será investigado por su papel en el ataque a Irak.

La investigación fue abierta puesto que el argumento de Blair para apoyar al presidente estadounidense George W. Bush hasta el momento ha quedado totalmente desvirtuado. Blair convenció al gobierno de la importancia del ataque, basándose en la supuesta presencia de armas nucleares en el territorio iraquí, no obstante hasta el momento no ha sido encontrado ni un solo artefacto químico, biológico o nuclear.

"La investigación considerará si el Ministerio de Asuntos Exteriores dentro del gobierno en su conjunto presentó información exacta y completa al parlamento en el período anterior a la acción militar en Irak, sobre todo en relación con las armas de destrucción masiva de Iraq", dijo un comunicado de la comisión. "Escucharemos las pruebas en junio, y los testigos informarán a la Cámara en julio".

La controversia e investigación se sustentan en que muchos miembros del parlamento británico perteneciente al Partido Laborista de Blair accedieron ir a guerra convencidos únicamente por la garantía de la supuesta información de inteligencia que demostraba que Saddam Hussein, derrocado primer mandatario iraquí, poseía armas de destrucción masiva.

Por ello las acusaciones no se han hecho esperar. Por un lado, el Partido Liberal, de la oposición, está planeando un debate sobre la guerra en Irak que permitirá a los miembros del partido y a otros expresar sus inquietudes ante la posibilidad de que el gobierno británico exagerara la amenaza que suponía el régimen de Hussein. Por otro, el partido Conservador, también de la oposición, envió una carta a Blair en la que dice que el papel de las fuerzas británicas en Irak ha "quedado oscurecido por una serie de dudas en torno a los servicios de inteligencia".

Blair fue breve al manifestarse al respecto. Simplemente dijo que la información ha sido manipulada y mal interpretada. Además le pidió a la opinión pública a ser paciente mientras continúa la búsqueda de las armas.