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Buen cierre de temporada

Con media plaza, entrada más que aceptable para la novillada, se celebró el último festejo de la temporada, no sólo bogotana sino colombiana. Una novillada con pinta de corrida de toros que sirvió para que los novilleros colombianos se mostraran en la primera plaza del país. Crónica de Mauricio Sepúlveda.

Mauricio Sepúlveda Castro*
29 de febrero de 2004

Se corrieron siete novillos- toros de la ganadería de San Martín, demasiado bien presentados, repito, más parecía una corrida de toros que una novillada. Venían de dos ramas diferentes, una por el lado de Santacoloma y otra de procedencia Nuñez-Domecq. Los novillos en general se dejaron sin ser bravos del todo, les faltó fondo. El primero, el más grande de todos tuvo sus complicaciones, el segundo colaboró más pero se vino abajo pronto, el tercero fue devuelto por cojo y lo reemplazó un sobrero de arboladura impresionante, tuvo calidad pero poca fuerza, se lastimó de mala manera una pata delantera. El cuarto tuvo cierta calidad y bondad pero no fue lidiado correctamente, el quinto se quedó muy parado luego de una vara demasiado fuerte y el sexto, el mejor de la tarde, tuvo un pitón izquierdo de dulce y calidad para lograr un triunfo resonante.

Los novilleros dieron lo que cada uno podía dar de sí. Había expectación por el debut con picadores del jovensísimo Moreno Muñoz y por la presentación en la Santamaría del sincelejano Hector José por sus cantados triunfos en Manizales y Cartagena. Completaba el cartel Curro Martín.

Precisamente Martín abrió plaza y le correspondió de entrada un tío. Un novillo con el peso y quizás con la edad de un toro. El joven novillero se vio desbordado por las complicaciones del novillo y evidenció no estar muy toreado. Alguna verónica y algún derechazo en su haber pero nunca hubo faena pues la preparación de la muleta fue más importante que los pases mismos. Anotar que el toro fue reservón y cobardón pero Martín nunca le cogió el sitio. Cinco pinchazos, un metisaca y una estocada entera necesitó Martín para acabar con el toro. Escuchó un aviso y palmas cariñosas de un público que le dio un compás de espera para su segundo. En el cuarto toro, Martín salió con más ganas y en las verónicas iniciales se pudo comprobar, luego realizó lo más lucido de su actuación con unas chicuelinas apretadas, pero hasta ahí llego todo. Vino el calvario. El toro se dejaba e iba con alguna claridad pero Martín no le pudo ejecutar dos muletazos ligados, siempre era de uno en uno y se iba de la cara del animal truncado cualquier posibilidad de ligazón. Nunca estuvo a gusto en la cara del toro y para rematar con la espada no encontró el sitio y el toro se fue vivo a los corrales con la lógica protesta del respetable. Martín entendió que el camino del toreo es muy difícil y que no la pasa bien en la cara del toro y decidió cortarse la coleta en la misma plaza.

Moreno Muñoz es una joya en bruto. Tiene calidad y empaque y una buena concepción del toreo. Además su corta estatura y su cara aniñada hace que el público, que además ya le conoce, se vuelque con él. En el primero de su turno salió muy dispuesto con el capote, dando tres verónicas y una media con sabor. En el quite posterior ratificó su clase con el capote. Brindó al público y se lió a torear. Derechazos largos, lo más logrado de su faena, jugando la cintura y con empaque, aguantando al toro en los medios a pesar de que el novillo pedía las tablas. Al natural estuvo bien pero no al mismo nivel anterior. Finalizó con ayudados por alto estimables para recetar un pinchazo hondo, media estocada y una estocada entera, necesitando dos intentos descabello para que el de San Martín doblara. Escuchó un aviso y dio una aplaudida vuelta al ruedo. En el quinto también salió con ganas ejecutando una larga cambiada y verónicas con su estilo. El novillo recibió un puyazo largo y fuerte que lo dejó completamente parado. Moreno lo intento pero no pudo lograr mayor lucimiento. Con la espada no estuvo tan fino pero siempre guardando la compostura. Cinco pinchazos antes de una estocada entera. También escuchó un aviso y recibió palmas cariñosas de sus seguidores.

Héctor José tuvo que ver como devolvían a su primer novillo por cojo. Y salió el de más espectacular encornadura de toda la temporada bogotana que le desarmó de entrada. El novillo-toro evidenció poca fuerza desde el inicio y por eso recibió una vara justita. El de Sincelejo se colocó de rodillas para iniciar la faena entusiasmando al público. Luego vinieron derechazos a media altura aprovechando el viaje del toro pero sin mucha emoción. Los naturales tuvieron buena concepción pero también carecieron de emoción. Desafortunadamente el toro se partió la pata delantera derecha y tuvo que entrar a matar para evitar el sufrimiento del novillo. Un pinchazo y una estocada fueron suficientes para pasaportar al novillo.

En el sexto, otro toro con peso y trapío, Héctor José instrumento verónicas con su estilo, sacando el pecho y con arte. El novillo recibió una vara justa y medida de Anderson Murillo y quedó a punto para la faena muleteril. El joven costeño inició la faena pegado a las tablas para luego hacerse con el novillo en el centro del ruedo. El toro tenia calidad de sobra y un pitón izquierdo para consagrarse y Héctor José lo llevo bien al natural pero sin rebosarse y toreando lejos del toro. Se descuidó en un momento y el toro hizo por él, cogiéndole pero sin herirlo. La faena perdió el ritmo inicial pero la gente se puso del lado de el novillero luego de la cogida. Una estocada entera algo caída y un descabello para que el público solicitara una oreja que fue concedida. La oreja es justo premio a la labor del novillero pero quienes le llevan tendrán que decirle que tuvo un novillo para explotar con todo en la Santamaría y triunfar de manera incontestable y todo quedo en una oreja.

Resumen: Seis novillos de San Martín, tres aplaudidos en el arrastre, uno con división de opiniones, y dos silenciados. Curro Martín aviso y palmas cariñosas en su primero y tres avisos con pitos en su segundo, Moreno Muñoz vuelta al ruedo tras aviso en su primero y palmas tras aviso en su segundo y Héctor José silencio en su primero y oreja en el que cerró la tarde.

Con las banderillas destacaron Jaime Devia, Jaime Mejía, Ricardo Santana y "Chiricuto". "El Piña" estuvo bien en la lidia del primero de la tarde y Anderson Murillo en la vara del sexto.

La novillada cerró una aceptable temporada en la capital en la que desfilaron las principales figuras del toreo pero en la que faltó la bravura del toro. Algunos toros sueltos pero no los suficientes para redondear la temporada. Hay que revisar el piso de la plaza porque se están malogrando muchos toros en el ruedo e intentar traer a César Rincón todos los años que este en activo porque es un lujo que puede durar poco tiempo.

*Comentarista taurino