Se calcula que cerca de dos millones de campesinos vinculados a organizaciones como La Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria, salgan a protestar y exigir las mínimas condiciones que el Gobierno ha olvidado con este sector.
Dentro de sus exigencias, los campesinos piden suspender la importación de productos agropecuarios, así como los procesos de embargo y cobro jurídico, la sustitución gradual de cultivos ilícitos y preservar el Incora.
También piden no liquidar instituciones estatales vinculadas con el sector, y la estratificación de los pequeños y mediados productores.
La protesta se llevará a cabo hasta que el Gobierno escuche y apruebe sus peticiones.