Conservadores ceden ante reforma tributaria

El encuentro, realizado el día de ayer entre el Gobierno y el partido, fue convocada por el presidente Uribe, con el fin de convencer a los conservadores, opositores de la medida, de la necesidad de la medidas que la reforma contempla.

En la Casa de Nariño estuvieron presentes el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, el director de la Dian, Mario Aranguren y la bancada conservadora.

Allí se lograron consensos en torno a los temas principales del proyecto. La tarifa diferencial del IVA se aplicará a productos como chocolate, pastas, avena, atunes y sardinas y servicios de aseo, vigilancia y medicina prepagada, entre otros.

Para las compras realizadas con tarjetas débito y crédito se devolverán dos puntos del IVA y confirmó que la tarifa del impuesto al patrimonio no será del 3 sino del 4 por mil y se cobrará a capitales superiores a 3.000 millones de pesos durante tres años. El impuesto a las transacciones financieras subirá del tres al 4 por mil.

Sin embargo no todos los puntos fueron bien recibidos. El impuesto a las pensiones, por ejemplo, sigue causando divisiones. Un grupo de congresistas es partidario de cobrarlo a partir de 10 salarios mínimos, mientras que otros se oponen al gravamen.

La sobretasa del 10 por ciento en el impuesto de renta también ha generado desacuerdos. Unos sostienen que debe ser permanente y otros piden que se cobre por tres años.

Muchos catalogan la reunión convocada por Uribe como un intento desesperado por lograr la aprobación de la reforma, duramente criticada por los senadores. Muchos de ellos han hecho evidente su intención de dejar archivar el proyecto.

En el debate del miércoles pasado los contradictores, entre los que se contaban los conservadores, no asistieron a la sesión, por lo que no se pudo llevar a cabo por falta de quorum.

El apoyo anunciado por el conservador podría darle un nuevo giro al debate y el gobierno podría salirse con la suya: sacar adelante el proyecto que contempla algunos puntos rechazados en el referendo y que supone la única salida a la crisis fiscal que enfrenta Colombia. Además de la permanencia del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla en el gabinete, pues anunció en días pasados, que de no ser aprobada, consideraría su renuncia y se convertiría en el segundo ministro de la cartera en dimitir.