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SEXTA DE ABONO

Corrida con 'finura'

Finito de Córdoba deleitó, por fin, a los aficionados el domingo en la Santamaría con un toreo serio e inspirado. El bogotano Ramsés no se le quedó atrás y lo acompañó por la puerta grande.

Hernán Miranda Torres*
22 de febrero de 2004

El público que no asistió el domingo a la Santamaría, quizás por la tarde lluviosa y fría, se perdió la mejor corrida de la temporada. Tanto el encierro de El Paraíso de Jerónimo Pimentel como los diestros Juan Serrano, Sebastián Castella y Ramsés Ruiz, dejaron más que satisfechos a los cerca de 8.000 aficionados que -ya era hora- por fin vieron un festejo con un corte de cinco orejas. Los toros, de una excelente presentación, con peso, trapío y de diferente pinta, esta vez sí colaboraron con los matadores porque tuvieron raza, bravura y además nobleza.

Juan Serrano

Muy 'finito' toreó el diestro español. Con ganas. Con arte. Con ligazón. Con templanza. Con mando. Unas tandas de derechazos alargando la mano hasta detrás de la cintura, rematadas con el pase de pecho que fueron con una lentitud tal, que daba la ilusión de que lo estuviera haciendo en cámara lenta. Y como el toro se repetía, el maestro se 'emborrachó' lidiándolo aquí y allá con tanto arte que el público, ensimismado lo aplaudió a rabias. Y como mató a la primera, se llevó los dos apéndices y claro, la salida por la puerta grande. Puerta que estará abierta para próximas temporadas, porque dejó ese sabor dulce entre el respetable.

Sebastián Castella

Definitivamente no contó con suerte el joven diestro francés en Bogotá. Le tocó lo más regularcito del encierro, pero a pesar de todo intentó, le puso ganas y voluntad y sobre todo un arrojo espeluznante. Se arrimó hasta más no poder, dejándole al de El Paraíso los muslos en los pitones y todo con una solvencia y una tranquilidad pasmosas. Mucho oficio y mucha técnica derrochó el diestro francés, que cortó una oreja. A su segundo ejemplar le instrumentó unos pases cambiados por la espalda en los medios que pusieron a más de uno con los pelos de punta. Infortunadamente el astado embestía con las manos por delante y derrotando por lo que abrevió, pero de todas maneras fue largamente aplaudido al finalizar la corrida.

Ramsés

El diestro bogotano estuvo a la altura de sus compañeros de lidia. Lo hizo con tanta soltura que parecía llevar encima más de 50 corridas y la realidad es que si acaso llega a los cinco o seis festejos en el año. Y con unas ganas de novillero. Allá se fue de rodillas en los medios a esperar a un toro jabonero, al que le ligó tandas con la mano derecha que fueron asimismo largas y templadas. Y para entrar a matar lo hizo con entrega dejando una estocada hasta los gavilanes, por lo cual se hizo merecedor a las dos orejas. Qué futuro tan promisorio tiene este joven torero bogotano. Ojo con él porque pinta de verdad, verdad. Bien por él y por su padre Alberto Ruiz.

El próximo domingo

Finaliza así el abono bogotano con una novillada de postín. Harán el paseíllo Curro Martín, Héctor José Vergara y Moreno Muñoz con un encierro de San Martín.

*Comentarista taurino