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columna del lector

Cuba frente a Colombia y Venezuela

León Ricardo Pérez, un ex diplomático en Cuba y Venezuela, escribe sobre la controvertida relación diplomática entre los tres países latinoamericanos.

León Ricardo Pérez Valderrama*
6 de marzo de 2005

La política exterior cubana tiene como fundamento lograr su vigencia como sistema político en el ámbito internacional, pese a que la identidad y afinidad con el sistema comunista de la antigua Unión Soviética se interpreta como fuera del contexto internacional actual.

Aparentemente el fenómeno de expansión del comunismo, temido y combatido por los sistemas capitalistas se eliminó con la caída del sistema comunista en Europa. No obstante, en la última década las condiciones políticas latinoamericanas han generado para Cuba el mejor caldo de cultivo para fomentar y apoyar cualquier fenómeno político que se asemeje al sistema que ha mantenido en el poder al Partido Comunista de Cuba.

Colombia Y Venezuela, entre otros, son países de marcada interés para el Gobierno Cubano.

Colombia es un país que se debate en un cruento proceso de paz, guiado y liderado por un presidente electo popular y democráticamente dentro del concepto democrático de los países capitalistas. Pero su democracia que riñe con la concepción y práctica establecida en el sistema político cubano. Este último, es un país en que la guerrilla en sus inicios recibió el respaldo y formación ideológica comunista con fines revolucionarios que revindicarían derechos a favor de las clases populares, mismas que en el desarrollo de la historia del país se han visto vulneradas por la inequidad e injusticia social. Guerrilla revolucionaria que perdió su horizonte ideológico y que pese a las posibilidades de participación democrática que se han propuesto a través de los diferentes procesos de paz presentados y trabajados en gobiernos anteriores, no ha mostrado su verdadera voluntad de reinserción social, pero que Cuba aún ve como grupos revolucionarios que luchan contra la injusticia social generada por las clases dirigentes y mas acaudaladas.

Venezuela, por su parte, es un país en que la crisis de los partidos tradicionales de gobierno, la corrupción, el déficit fiscal, la pobreza generalizada y la concentración de capitales han causado la inconformidad del pueblo, llevándolo a elegir y ratificar en las urnas al presidente Hugo Chávez, líder con una clara tendencia a las reformas radicales y que desde el primer día de su mandato manifestó su condición revolucionaria y popular y que se acerca mucho al pensamiento y estilo del Presidente cubano Fidel Castro.

Dos países en los que Cuba ve con muy buenos ojos la consolidación de sistemas políticos similares al suyo ya que esto le permitiría, posicionarse en la región y aumentar su capacidad defensiva frente a las políticas de los Estados Unidos y frente a todos aquellos que pretenden fomentar un proceso de cambio o de "democratización del pueblo cubano".

En Venezuela ya se hizo lo propio. Hoy el presidente Chávez cuenta con los "buenos oficios" del presidente Fidel Castro, que con su no despreciable experiencia política de más de cuarenta años se tornó en el mentor del líder venezolano, quien no da paso alguno en las políticas de desarrollo social, de seguridad nacional, de relaciones internacionales y en fin en todas las actividades de gobierno sin el consejo y apoyo de su "amigo Fidel". Esto para el Gobierno cubano es ganancia y garantía del respaldo político y económico de Venezuela en temas tan fundamentales como el suministro de petróleo en condiciones favorables a la economía de la Isla y el respaldo de Chávez en el ámbito internacional en contra de la política de los Estados Unidos frente al sistema político cubano.

El poder de participación o mediación del Presidente Castro en la relación entre Colombia y Venezuela ya es palpable. Castro puede tornarse para Colombia, dada su cercanía con Chávez, en una pieza fundamental para dirimir diferencias entre los dos estados e igualmente aparece nuevamente como actor fundamental en la política de paz del Presidente Uribe frente a la guerrilla del Ejercito de Liberación Nacional, ELN.

El asunto por ver y analizar es cual sería la compensación para Cuba, por parte de Colombia, en el ámbito regional. ¿Será que Cuba pretende lograr apoyar y fortalecer también en Colombia el movimiento político de izquierda con el ánimo de extender en el hemisferio su ideología partiendo desde estos dos países vecinos hacia el sur?. Eso está por verse. Lo único cierto es que el gobierno cubano en cabeza de Fidel Castro ha logrado y ganado de Venezuela su respaldo incondicional en lo económico y en lo político y de Colombia el reconocimiento y respeto por el papel que aún puede jugar tanto en nuestros asuntos internos como en nuestra relación con Venezuela.

* Politólogo, catedrático universitario y ex diplomático en Cuba y Venezuela