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Cultivos ilícitos están desplazando al café

Jueves 12, 8:40 horas. Así lo anunciaron los presidentes de Colombia y Honduras durante la reunión que sostuvieron ayer. Si Estados Unidos no interviene, se prevé una grave crisis cafetera.

10 de noviembre de 2003

Los dos mandatarios, Álvaro Uribe Vélez (Colombia) y Ricardo Maduro (Honduras), estuvieron de acuerdo en la grave crisis cafetera que afecta a los países productores y que amenaza con empeorarse.

Por ello, Uribe invitó a Estados Unidos a que se reintegre a la Organización Internacional del Café (OIC) para ayudar en la tarea de salvación de la industria cafetera y de paso contener la expansión de cultivos de narcóticos.

"El café es un obstáculo a la droga y esa sola circunstancia debe considerarla los Estados Unidos para ingresar a la Organización Internacional del Café", dijo Uribe durante la ceremonia de bienvenida a Maduro, en visita oficial de tres días.

Maduro coincidió en afirmar que en las zonas cafeteras colombianas, agobiadas por una larga crisis de precios bajos, han comenzado a surgir cultivos de coca, que los campesinos están combinando con los arbustos de café para mantener la rentabilidad de sus tierras.

Además denunciaron que la caída de los precios del grano ha tenido efectos devastadores en todos los países productores, pero principalmente en Centroamérica. "La crisis del café en Centroamérica ha generado 600.000

desempleados adicionales", afirmó Maduro.

El mandatario centroamericano agregó que hoy los pequeños productores de café, que son la inmensa mayoría, están recibiendo la cuarta parte de lo que recibían hace seis años, a pesar de que los precios al consumidor se han duplicado.

Por ello, señalaron, es urgente solucionar el problema del café y que están a la espera de una reunión con los representantes de las grandes cadenas mundiales de comercializadores para buscar fórmulas que permitan mejorar los precios al productor.

El encuentro, en el que también participará el presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, aun no tiene fecha establecida. Sin embargo, los tres jefes de Estado desean un acuerdo con los países consumidores y las empresas comercializadoras para eliminar los llamados "café basura" de precios bastante bajos, que son utilizados con mezclas de café de alta calidad para reducir costos.