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columna del lector

El examen de Estado

Jueves 17. El Ecaes en economía dejó lecciones interesantes sobre la educación en Colombia, escribe el académico Guillermo Maya.

Guillermo Maya Muñoz*
14 de febrero de 2005

En desarrollo de la Ley 30 de 1992, ley que reglamenta la educación Superior en Colombia, y del decreto 1716, el Icfes ha venido realizando los exámenes de estado de la educación superior (Ecaes) con el fin de evaluar la calidad de los programas universitarios que se ofrecen en Colombia, tanto de las universidades públicas como privadas.

El Ecaes para los economistas que se están formando en Colombia fue, por primera vez, realizado el pasado 28 de noviembre. El Icfes contrató con la Federación de Facultades de Economía (AFADECO) el diseño de las pruebas, con la participación de la mayoría de las universidades del país, y sus docentes, con talleres preparatorios de preguntas, y con el compromiso de cada universidad de entregar al banco de preguntas un número significativo de ellas para las áreas que se iban a examinar, microeconomía, macroeconomía, estadística y econometría, y pensamiento económico. Estas áreas se escogieron en razón de que son las áreas en las que el economista, para definirse como tal, debe tener las competencias disciplinarias básicas.

Los resultados del Ecaes de economía, consolidado por la U de los Andes, acumulando el puntaje de cada una de las áreas examinadas, confirmaron varias cosas: Primera, los mejores 11 programas sobre 69 programas del país se encuentran en Bogotá, Medellín y Cali, es decir, en las ciudades donde se concentra el mayor capital humano del país. Bogotá sobresale con la U de los Andes (puesto 1, 131 estudiantes, 44.8 puntos), Universidad Nacional (2, 118, 44.5), Universidad del Rosario (3, 22, 43.7), U. Javeriana (6, 93, 42.6), y U. Externado (9, 53, 42.0). Cali con Univalle (4, 96, 43.5), U. Javeriana (5, 7, 43.3) e ICESI (10, 122, 41.6). En Medellín, la UdeA (8, 34, 42.3), Eafit (7, 57, 42.4), y UNAL (11, 72, 41.4). Segunda, las universidades privadas lograron posicionar a 7 de sus programas en los primeros 11 puestos, pero considerando la totalidad de los 69 programas, el resultado favorece a la universidad pública sobre la privada. En el caso de Medellín, el resto de programas de Economía, de universidades privadas, se sitúan en el puesto 29, puesto 30, y puesto 46.

En cuanto a los resultados de los mejores estudiantes, es decir los mas talentosos, se repite el patrón de origen, aunque entran dos estudiantes de otras cuidades, entre los primeros 10: Bogotá tiene 9, Medellín 2 y Cali 2, Barraquilla 1 e Ibagué 1. Sin embargo, los resultados colocan a dos estudiantes de la Universidad Nacional en el primer puesto con el mismo puntaje, Daniel Osorio Rodríguez de Bogotá y Hernán Edison Ruiz Osorno de Medellín, y el segundo puesto un estudiante de Univalle. Igualmente, la UNAL de Medellín logra ubicar en el 7 puesto, compartido con un estudiante de los Andes, a Maria Daphne Álvarez Villa.

El logro de las universidades públicas es satisfactorio por varias razones: Primera, el 70-75% de los estudiantes de estas universidades son de estrato 1, 2 y 3, que vienen de hogares que por primera vez pisan un claustro universitario, y está demostrado que el capital social y cultural familiar es definitivo para el éxito académico, pero que estos estudiantes logran superarse en la Universidad, con dedicación y estudio. Segunda, en las universidades públicas, a pesar de lo que se piensa por fuera de la universidad, sobre todo en las elites políticas y empresariales, también se estudia a profundidad el canon ortodoxo, especialmente el neoclásico y el keynesiano, y las técnicas cuantitativas y econométricas, a la par con otras visiones mas criticas de la economía, logrando nuestros estudiantes una visión mas de conjunto, menos parcializada como pensamiento único, de la economía, gracias a la libertad de cátedra, que en otras universides, especialmente las privadas, no existe. Tercera, las universidades públicas no pueden competir, en salarios, con las universides privadas de elite, en el reclutamiento de sus profesores, especialmente en las regiones, donde sus talentos de mayor formación, con títulos de doctorado, emigran a Bogotá, en su mayoría, drenando así el potencial de desarrollo de las universidades regionales, pero poniendo a disposición de las universidades bogotanas un capital humano excepcional. Cuarta, Bogotá concentra la mayor riqueza bibliográfica en economía, con sus bibliotecas y centros de investigación, que no existen en las regiones o la provincia como se dice en la capital. Por ejemplo, el Banco de la República ha sido incapaz de consolidar una buena biblioteca de economía en Medellín, a pesar de que Antioquia es el mayor productor de oro del país desde la colonia, mientras en Bogotá hace una labor envidiable construyendo bibliotecas y centros culturales; y la Andi, que surgió en Medellín, le ha quitado los fondos a su biblioteca temática, que languidece por anemia económica, para renovar la subscripción de las revistas. Y quinta, Medellín y Antioquia tienen un sistema de educación media bastante mediocre y deficiente, demostrado en el examen del Icfes para los bachilleres, y mucho más en los estratos bajos, aunque la UNAL logra a través de su examen de admisión, el mas riguroso del país, seleccionar a los mejores que se inscriben.

El reto que se viene para todas las universidades es la de mejorar sus programas, pero especialmente su capital humano docente, con títulos de maestría y doctorado, de tiempo completo y mejores salarios. Por ejemplo, La UN en Medellín no compite con Eafit para atraer docentes jóvenes, pues los salarios que ofrece de enganche son pésimos, por lo menos para los economistas; mientras por otro lado, el reconocimiento por productividad (decreto 1279) está reprimido, y hace casi imposible mejorar el salario de manera substancial. Además, la política salarial del actual gobierno, al igual que en el gobierno anterior, para los docentes de las universidades públicas es de recortar los salarios reales.

Por otro lado, el Icfes debería entregar los resultados consolidados de los Ecaes a los medios de comunicación para que la los padres de familia y la opinión pública en general conozcan cuáles son las mejores universidades del país, y puedan así tomar las decisiones de manera correcta. El Icfes le hace el juego a las peores universidades del país, y a los intereses que se mueven detrás de esto, al no divulgar los resultados de los Ecaes, de manera consolidada, de tal manera que se sepa cuáles universidades se rajaron y cuáles no.

Para la Universidad Nacional, que ha demostrado que tiene los mejores programas universitarios y los mejores estudiantes del país, en casi todas las áreas, estos resultados son la mejor rendición de cuentas que la universidad está obligada a dar a los colombianos; pero por otro lado, el estado tiene que responder con una financiación suficiente para sus programas de docencia e investigación.

* Director Escuela de Economía
UNAL Medellín