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Quinta de abono

El Juli, otra vez, por la puerta grande

Dos orejas cortó el diestro madrileño en faena con mucho valor y sentimiento. El colombiano Cadena cortó una el domingo en la Santamaría.

Hernán Miranda Torres
23 de febrero de 2003

A punto estuvo de llenarse nuevamente la plaza bogotana. Quizás por los problemas de orden publico que se vive en el país y porque la tarde, minutos antes del festejo, se opacó y presagiaba lluvia que al final por fortuna no se vio. Nuevamente, todos los aficionados batieron sus pañuelos blancos como homenaje a las víctimas del terrorismo indiscriminado que azota al territorio colombiano. En la parte taurina, de nuevo, El Juli, salió por la puerta grande, después de faena que entusiasmó a lo aficionados y a la presidencia que le otorgó las dos orejas.

Miguel Abellán

No se pudo centrar con sus dos oponentes este joven pero experimentado diestro español. En su primero se destacaron cinco verónicas y en los quites unas chicuelinas combinadas con tafalleras. Posteriormente un cambiado por la espalda en todos los medios al iniciar su faena con la muleta, pero después no logró centrarse con un toro que tenía su genio y que en determinados momento lo desbordó. Para completar dejó una estocada defectuosa y tres intentos de descabello. A su segundo, como en el anterior, muchas ganas al comienzo: se tiró de rodillas para instrumentarle una larga cambiada y chicuelinas apretadas. Pero el toro, que tenía problemas en uno de sus remos delanteros tampoco le ayudó por lo que no se vio absolutamente nada de nada. Mal con la muleta y peor con la espada: dos recados de la presidencia. Pitos a toro y torero.

El Juli

No deja de sorprender este joven espada. A su primer ejemplar, un toro que tenía una embestida descompuesta, estuvo muy bien en todos los tercios: tanto en las banderillas como con la muleta, series de derechazos y naturales con remates con el de pecho lo mismo que pases de trinchera con la figura muy erguida. Como pinchó en el primer intento le fue negada la oreja que pidieron los aficionados con insistencia. En cambio en el quinto de la tarde, un toro con carita de novillo, que se intentó rajar en varias ocasiones, lo citó de lejos, templándolo y ligándole tandas con mucho arte y valor. Y como Capitán, que así se llamaba el burel, no quería embestir, entonces en un concierto de valor y de sentimiento, le metió la muleta entre los belfos exponiéndose a una cornada porque se encunetó entre los pitones para jalarlo y obligarlo a embestir. Qué excelentes estuvieron los molinetes y el pase de trinchera, después de dominarlo a su antojo. Qué es lo que pasa con este matador qué tanto le llega a los públicos. Pues que se entrega, que le pone ganas, que se arrima una barbaridad y sobre todo, que lo está haciendo con sentimiento y verdad. Verdad con la que entró a matar de volapié para matar sin puntilla y llevarse las dos orejas. Y claro, como titulamos esta crónica, salir por la puerta grande con el contrato firmado para el año que lleva entre la chaquetilla.

Ramiro Cadena

Muy buena temporada viene cumpliendo este matador nacional. Muy decoroso estuvo con su segundo en suerte al que le instrumentó series de derecha y naturales con mucho sabor lo mismo que manoletinas quedándose muy quieto. Y como mató con estocada entera le fue otorgada la oreja, que le viene muy bien para su carrera. En su primero es poco lo que hay que destacar porque le faltó temple a su muleta y todo quedó en silencio al finalizar su labor.

El encierro de El Paraíso, de don Jerónimo Pimentel, estuvo bien de presentación con excepción del quinto de la tarde, que tenía pinta de novillote. Y en cuanto a bravura muy discutible, porque todos los ejemplares apenas si recibieron un picotazo.

Ultima de abono

El domingo se lidiarán toros de Icuasuco para César Camacho, Pepe Manrique y Ramiro Cadena. Habrá uno más para el rejoneador Juan Rafael Restrepo que cerrará el ciclo taurino en Bogotá.

Excelente festejo en Duitama

Con un lleno completo se dio el festival en honor del maestro César Rincón en la localidad de Duitama en el cual se cortaron siete orejas: salieron en hombros de los aficionados César Rincón y el novillero Manuel Libardo, que cortaron dos orejas cada uno. Y con una oreja el rejoneador Juan Rafael Restrepo, Pepe Manrique y el matador español Manuel Caballero. Estos dos últimos diestros sufrieron dos fuertes cogidas por lo cual fueron remitidos por los galenos de la plaza a una de las clínicas de la ciudad boyacense, donde ya fueron dados de alta afortunadamente. Un aplauso, además, para los organizadores del festejo: Duitaurina, que al parecer va a llevar la riendas de las plazas de esta parte del departamento de Boyacá.