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columna del lector

El privilegio de servir

Miércoles 13. Ramón González, un lector de SEMANA.COM y experto en desarrollo humano, cree que el servicio es sinónimo de poder y el camino para ser exitoso en el mundo laboral.

Ramón David González Rangel*
10 de octubre de 2004

En cierta ocasión un importante empresario formuló a su grupo de ejecutivos la siguiente pregunta: ¿pueden decirme una actividad que no provoque estrés? Después de reflexionar por un buen rato, cada uno fue expresando su opinión y el empresario con una actitud reverencial escuchaba, asintiendo o desaprobando con un movimiento de cabeza. Pero hubo una respuesta que le hizo agudizar sus sentidos:

- ¡Me repite por favor!

- Yo estoy convencido que la única actividad que no provoca estrés es

servir a los demás, expresó el ejecutivo y quedó a la espera de la recriminación de su jefe. Después de un prolongado silencio se escuchó:

- lo voy a meditar.

Sí amigo y amiga lectora, tener siempre una actitud de servicio es la manera más adecuada de disfrutar la vida, de no tener estrés, de encontrarle sentido a nuestra vida.

¿Pero qué es tener una actitud de servicio? Es reconocer en cada ser humano una persona valiosa, de quien se puede aprender y a quien se le puede colaborar. Es desarrollar empatía con las demás personas, por humildes que ellas sean. Es decir, mostrar interés por lo que le sucede a la otra persona. Es la capacidad de entender por qué otra persona se siente de determinada manera. Es incluir en nuestra vida el hábito de procurar primero comprender a la otra persona antes de ser comprendido usted.

Cuando usted desarrolla una actitud de servicio a los demás, usted intercambia servicio por poder, usted entrega servicio y las personas le devuelven poder, el cual se manifiesta en una clara influencia sobre dichas personas, que hace que usted se convierta en líder, que quieran estar con usted, que lo consulten. Usted se vuelve importante para ellos y adquiere una personalidad magnética, una personalidad atractiva para las demás personas.

Los líderes positivos han comprendido muy bien este proceso y es por ello que son ejemplo de servicio a sus dirigidos. Han entendido que entre más alto se encuentren en la escala del conocimiento, en la escala del crecimiento personal y en la escala de las posesiones físicas y el dinero, más sencillos deben ser, más cerca deben estar de la gente que los siguen y lo han colocado en ese pedestal. Todo lo contrario del jefe que se le obedece por el cargo que desempeña, más no por sus cualidades ni mucho menos porque se lo haya ganado.

Existen personas que creen en forma equivocada que servir es degradarse. Nada más alejado de la realidad. Solo en las mentes prepotentes y arrogantes el servicio a los demás es visto como una acción de servilismo. Tuve un jefe que sostenía que no podía ser "mielecita porque se lo chupaban", queriendo decir que no podía ser "buena gente"; nunca entendió el gran secreto de cambiar servicio por poder.

De otra parte si revisamos lo que sucede en el campo empresarial, encontramos que actualmente las empresas exitosas han incluido como un requerimiento para contratar, que el candidato tenga o evidencie una actitud de servicio. Porque en estudios recientes se ha encontrado que son personas con una mayor capacidad de trabajo, con elevados índices de satisfacción en el trabajo que realizan, personas que desarrollan un mayor sentido de pertenencia a la empresa y a los equipos de trabajo asignados, en fin entienden que el principio de la felicidad no está en hacer las cosas que nos gustan, sino en querer y disfrutar lo que hacemos.

La actitud de servicio va siempre ligada a una actitud positiva, por ello es que las personas con actitud de servicio a los demás son personas alegres, optimistas, que esperan siempre lo mejor de la vida. Ejemplo de una actitud positiva es la historia del pequeño Dany Martin, quien ensayaba para un papel en una obra del colegio. Su madre comentaba a una amiga que él tenía puesto el corazón en ese papel que desempeñaría y que ella temía que no fuera elegido. El día que anunciaron los papeles, la madre fue con su amiga al colegio a recoger al pequeño Dany. Este corrió hacia su madre y con los ojos brillantes de orgullo y entusiasmo, le expresó: "imagínate mami, - gritó Dany y pronunció esas palabras que continúan siendo una gran lección- me eligieron para aplaudir y vitorear".

Las personas con actitud de servicio son proactivas, es decir, son responsables de sus propias vidas, tienen el control de sus vidas a pesar de las circunstancias. No viven "echándole la culpa a los demás de lo que les sucede". Estas personas han desarrollado la habilidad de tener libertad interior para elegir la respuesta a los estímulos externos. Se puede reaccionar en forma positiva o negativa; las personas proactivas eligen reaccionar en forma constructiva, no se dejan influenciar negativamente del ambiente. Son aquellas personas que deciden hacer lo que hay que hacer, a pesar de las circunstancias.

Cuando usted ha trabajado en adquirir una actitud de servicio, significa que usted tomó la decisión de no "dejarse herir sin su consentimiento".

La actitud de servicio permite entender a las demás personas y lograr un avance significativo en los grados de conciencia, los cuales establecen una diferencia plausible en los seres humanos. Los grados de conciencia miden la evolución del ser humano en la escala del desarrollo personal. Tomar conciencia es adquirir la capacidad de darse cuenta de lo que está sucediendo a su alrededor y lograr entender lo que puede estar experimentando la otra persona.

Por último, el servicio a los demás también es un signo de madurez. Las personas con actitud de servicio comprenden todos los beneficios que obtienen al comportarse de esta manera con las demás personas y descubren que es una filosofía, un estilo de vida, el cual es un privilegio alcanzar. Servir a los demás solo se le es dado a los seres grandes.

De todo lo anterior podemos concluir que la actitud de servicio es una marca indeleble de la gente superior, del líder exitoso, de la gente iluminada, de las personas con personalidad magnética.

* Ingeniero Industrial, Especialista en Mercadeo y Desarrollo Humano. Autor del libro: Crecer y Ganar.
dgonzalez_rangel@hotmail.com