España debió consultarle a Francia la venta de los tanques

El portavoz del Ministerio francés de Relaciones Exteriores, Hervé Ladsous, indicó ayer en rueda de prensa que el gobierno español estaba obligado a pedir autorización antes de revender los tanques.

"Esta cuestión depende de las autoridades españolas, que no nos consultaron, si tenían la intención de hacerlo, en virtud de la reglamentación sobre el control del destino final", dijo Ladsous.

Según la reglamentación sobre destino final, España estaba obligado a consultar antes su decisión, pues los tanques vendidos son de fabricación francesa.

Por su parte, fuentes del gobierno español aseguraron que el ministro de Defensa, Federico Trillo, envió una carta a su colega francesa, Michele Alliot-Marie, con fecha del pasado 9 de febrero, "comunicándole la operación".

Supuestamente, Trillo le informó a la ministra francesa que "los carros de combate habían sido modificados en su práctica totalidad con elementos de producción española y que, por tanto, en opinión de España la operación no requería autorización por parte francesa".

El objeto de la discordia son entre 32 y 46 tanques AMX-30 usados comprados por el gobierno colombiano a España por seis millones de dólares. La operación fue anunciada el pasado lunes por el ministro de Defensa, Jorge Alberto Uribe.

Además del tema diplomático entre España y Francia, la negociación ha generado otros roces. A principio de semana, portavoces del gobierno venezolano aseguraron que con la compra de los tanques la carrera armamentista entre ambos países pasó a otro nivel.

Fernando Ochoa Antich, ex canciller y ex ministro de Defensa venezolano, aseguró el lunes que esa compra podría romper el equilibrio militar colombo-venezolano e iniciar una carrera armamentista.

Según algunos medios de comunicación colombianos, los tanques fueron comprados para la defensa frente a Venezuela. La información fue negada por el gobierno colombiano.

Ese material está destinado, según el ministro Uribe, a "fortalecer la capacidad" del ejército colombiano "para enfrentar el terrorismo". "Aquí no hay ninguna motivación de defensa internacional", añadió, refiriéndose implícitamente a las delicadas relaciones entre Colombia y Venezuela.

Los AMX-30, construidos en la década de los 70, de 36 toneladas de peso, cuentan con un cañón de 120 m.m. capaz de perforar cualquier blindaje. Según el Gobierno, se encuentran en perfecto estado.