A pesar de que los miembros de la Nasa (Administración de la Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos) conocían el problema, lo minimizaron y concluyeron que la misión no corría peligro, según William Readdy, uno de los principales funcionarios del vuelo espacial, "todo el mundo ha concluido que fue la causa. Pero no estoy listo para afirmarlo. Ciertamente es la principal causa que manejamos, pero no podemos rechazar otras", dijo.
El gerente del programa del trasbordador, Ron Dittemore, anunció el lunes que, según las imágenes que habían analizado después del lanzamiento, la pieza del material aislante desprendida medía 40 por 15 por 51 centímetros y pesaba aproximadamente 1,2 kilogramos. Además, pudo haber chocado contra los paneles térmicos de la parte inferior del ala izquierda. "Desde el comienzo dimos por sentado que el tanque externo era la causa última de la perdida del Columbia", aseguró. "Los mejores y más brillantes ingenieros que tenemos, que ayudaron a diseñar y construir este sistema, estudiaron cuidadosamente todos los análisis y la información que teníamos en este momento y tomaron la decisión de que eso no afectaba a la seguridad de vuelo", indicó Readdy.
Así mismo, las autoridades del condado de Sabine, Texas, encontraron un pedazo del cono de proa del trasbordador espacial, lo que podría indicar que la nave comenzó a destruirse más al oeste de lo que se pensó inicialmente. El hallazgo se convierte en el segundo resultado de las investigaciones de un siniestro inimaginable.