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Ingrid pidió a Europarlamento seguir luchando por libertad de rehenes

8 de octubre de 2008

Llorando, Ingrid Betancourt, ex rehén de las Farc, le agradeció al Parlamento Europeo en Bruselas su ayuda ofrecida para lograr su libertad y pidió seguir luchando por la del resto de rehenes de la guerrilla colombiana.

Según dijo, ella y los rehenes que la acompañaban "nos sentíamos muy abandonados y a partir de la actitud del Parlamento Europeo las cosas han comenzado a moverse para nosotros. Por eso es muy importante estar aquí. Les debo mucho. Lo sé", señaló Betancourt, al recordar que un programa radial emitido desde el Europarlamento y escuchado por los rehenes en la selva hace cinco años, les devolvió la esperanza.

Al abogar por quienes aún están cautivos por las Farc, dijo que es importante que ellos "sepan que nuestro compromiso es absoluto, que tengan la certeza de que no nos callaremos nunca y que nunca jamás dejaremos de actuar hasta que estén todos libres", dijo Ingrid en su discurso, escrito en francés.

"La palabra es muy potente, llega al corazón del hombre por encima de las ideologías. Es mágico, puede cambiar la manera de ver de una persona", dijo la ex candidata presidencial.

Ingrid interrumpió en varias ocasiones su discurso porque el llanto no la dejaba hablar, sobre todo cuando leyó los nombres de cada uno de los 29 cautivos que aún están en la selva. Para salvarlos, propuso negociar porque “es la mejor manera de salvar vidas”.

"No podemos dejar que las personas se revistan de muros y se vuelvan inaccesibles al espíritu humano, a los valores humanos. Rechazar el diálogo con los terroristas es darle justificación a su barbarie, es dejarlos solos en su mundo, en su locura, en su fanatismo", explicó.

En una conferencia de prensa posterior, Betancourt dijo que no piensa volver a la política, porque no es "el instrumento adecuado para resolver los problemas que nos aquejan".

"La política tal como se hace en el mundo no me gusta. Siento que no hay una posibilidad de luchar de una manera diferente sin quedar contaminado por esa misma política. Yo ya hice el ensayo y vi que era muy difícil", indicó.

"Para lo que yo quiero hacer por mi país, que es servirlo, no necesito entrar en el juego político de las elecciones. Puedo ayudar a mi país desde otra esfera, precisamente con la palabra", agregó Betancourt, que afirmó querer viajar a Zimbabue, Darfur (en el oeste de Sudán) y Somalia.