A través del estudio de ratones, a los que se les sometió a una dieta con un 25 por ciento de azúcar, los científicos descubrieron que sufrían un ataque de ansiedad cuando se les retiraba el azúcar. También encontraron evidencia que sugiere que se puede desarrollar una relación de dependencia con el azúcar y la grasa que contiene la comida rápida. Los síntomas que presentaban los ratones incluían castañeo de dientes y temblores, similares a los que se observan en personas a las que les retira la morfina o la nicotina.
"Esto implica que algunos animales, y por ende los seres humanos, pueden desarrollar una dependencia con la comida dulce", dijo el doctor John Hoebel, coordinador de la investigación.