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columna del lector

La Omertá y las Farc

¿Cómo rompieron las Farc la Omertá, el famoso código del silencio de los mafiosos sicilianos? Ángela María Pérez, lectora de SEMANA.COM responde la pregunta.

Ángela María Pérez
30 de enero de 2005

La Omertá, el famoso código del silencio de los mafiosos sicilianos, que se convirtió en norma universal para todo tipo de agrupación delincuencial, en la medida en que sea vivida a pie juntillas, representa el posible éxito que puedan tener en el futuro organizaciones terroristas mafiosas como las Farc.

En debilitar ese código de silencio está la clave para acabar con nuestra espada de Damocles, por eternos cuarenta años. ¿Y cómo se debilita esa virtual omertá de las Farc?

Pues como se manejó el caso Granda: con dinero, para que se "tuerzan" sus integrantes.

Por ahí se dice que el dinero lo logra todo, pero no es la felicidad. ¿Y quién quita que ese dinero de nosotros los contribuyentes disgregue y debilite a las Farc? Es cuestión de estrategia más que moral. Cuando se han puesto tantos muertos civiles e inocentes como los han colocado las familias inocentes colombianas, se olvida un poco los criterios de la ética. No se justifica tenerlos como norma.

La ética como valor a respetar se tiene en cuenta entre dos jugadores que tengan el mismo peso a los lados de la balanza de la vida nacional. Las recompensas han hecho "torcerse" a más de un lacayo de mafioso, que en busca de dinero fácil, se ha candidatizado de mártir, jugando a la ruleta rusa con su vida, en pro del bien económico de su propia familia. Eso produce un mafioso menos, y uno de ellos sacado de circulación, es un granito de arena hacia la paz del país.

Pero las Farc no son exactamente una mafia, funcionan como una empresa del mal, que tiene que evadir a la ley, actuar en silencio, esconderse, pero difiere en un importante asunto con respecto al código de la mafia: no protegen a sus miembros caídos o capturados en combate, actúan como si ya no los necesitaran y simplemente los tachan de la lista de integrantes de su grupo. Pero ahí está la debilidad de esa seudo omertá que profesan organizaciones como las Farc: Siempre habrá quien delate por dinero.

Y si todo el dinero de Colombia se tiene que destinar a dar recompensas a las personas que den datos para capturar a los terroristas, el dinero estará muy bien empleado. Es que las Farc ya no son una organización bandoleril de vereda, ya son comparables con la ETA y la Organización de Osama Bin Laden. Como siempre a los bandidos se les da duro cuando se les toca el bolsillo, por que hace los mismos cuarenta años que las Farc deben tener olvidadas sus consignas revolucionarias, no se deben acordar de ellas, lo importante para ellos es que la registradora suene.

De alguna forma Chávez está protegiendo a las Farc con un código de silencio similar, producto de su mente enferma y ególatra, que todavía cree que en la revolución está el futuro latinoamericano, sabiendo que esos modelos de gobierno se han ido extinguiendo del planeta poco a poco, sin dejar huella. En estos convulsos tiempos es posible que los líderes de las organizaciones terroristas colombianas vivan fuera del país y manden a control remoto, mientras las "tropas" rasas combaten en nuestros páramos y montañas, ofreciendo las vidas de jovencitos campesinos que se van detrás del sueño de "el billete", el poder para el pueblo y llegar a llenar las carencias de las vidas de sus pobres familias.

Mientras exista Chávez en Venezuela, convirtiéndose en un alucinado transfigurado por el espíritu de Bolívar, el único método para acabar con ellos es el de las recompensas, ya vimos que no existen las transacciones de cambio de secuestrados por guerrillero capturado, pues todos vimos con asombro como el tal Raúl reyes y los otros, ni se inmutaron viendo a su amigo Simón Trinidad subiendo esposado a un avión del FBI. Falta saber Luiz Inacio Lulla Da Silva que camino político cogerá, pues si emula a Chávez, estamos como se dice.......jodidos.

Y esa mediación de medio pelo actual no sirve, hay que buscar aliados de gran valía, que cuando hablen retumbe su voz en el mundo. ¿Sería estúpido decir que el mejor aliado para la conseguir la paz sería convencer a Fidel Castro de la importancia de su ayuda? Ese es el principio de la medicina homeopática y da resultado.........¿Y usted que opina?......