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Segunda de abono

La sapiencia de Julián, la emoción de Paco y el valor de Matías

Se celebró con lleno completo una de las corridas de mayor expectación de la temporada colombiana. La única presentación de "El Juli" en América concitaba la atención de la afición y sumado que a su lado estaban Paco Perlaza y Matías Tejela la tarde se cargaba de mayor intensidad aún. A las tres y treinta de la tarde, la expectación estaba al límite en la Santamaría.

Mauricio Sepúlveda Castro*
26 de enero de 2004

Se corrieron seis toros de la ganadería de moda en Colombia, la de Juan Bernardo Caicedo. Bien presentados y de juego variado, siempre mantuvieron el interés del público y propiciaron la emoción en los tendidos. Saltaron siete al ruedo por que el sexto estaba reparado de la vista, se sustituyó por el sexto bis que resultó peligroso para el torero. El mejor, sin duda, el tercero de la tarde que correspondió a Perlaza con una transmisión y codicia impresionantes. El segundo, un toro con poca fuerza pero que colaboró con el matador, el cuarto sosito en su embestida, el primero se vino a menos muy pronto y el quinto , el de más motor, se lesionó una pezuña y se quedo sin ver.

Julián López ayer demostró porque ocupa el sitio que ocupa en el toreo. Todos los toros le caben en la cabeza. Al primero lo saludó con lances a pies juntos y luego de un leve puyazo encantó al publico en tres pares de banderillas en donde destacó el que realizó por dentro, dándole todas las ventajas al toro. Con la muleta le entendió a la perfección. Le encontró la distancia en la primera serie en la que le llevó templado perdiéndole unos pasitos, pero ahí radicó el acople posterior en las series en las que se rebozó con el astado y en las que nos hizo disfrutar de lo lindo. Con la izquierda el toro se le venció pero Julián le insistió y logro una tanda estimable. La estocada, entrando con ganas, hizo rodar al toro y las dos orejas, para algunos un tanto largas, fueron a para a las manos del joven maestro madrileño.

En el cuarto, de embestida menos alegre, también estuvo bien. En banderillas volvió a entusiasmar aunque alguna reunión resultara pasadita de toro. El toro quedó crudito por el corto puyazo que recibió y eso se evidenció en el último tercio en el que el toro quedó con complicaciones que "El Juli" intentó superar con su mano prodigiosa. El toro se le venció también por el pitón izquierdo y el torero optó por arrimarse y pasaportar al toro de una estocada impresionante. Hubo petición de oreja pero la presidencia no lo consideró así y la vuelta al ruedo fue el premio para Julián en este turno.

Paco Perlaza, está que no cabe en la ropa de torear, está en una gran momento, con un sitio envidiable, con la cabeza despejada para enfrentar a los toros. Ayer emocionó de verdad. Luego de una voluntaria ausencia de tres años de la Santamaría, volvió a por todas. Desde que se abrió de capa se vió con la actitud que venía, lances a pies juntos para recibir al astado, luego lo llevó por ceñidos delantales al caballo y nos regaló un quite portentoso con chicuelinas de mano baja y sentimiento alto. Con la muleta vino lo más emocionante de la tarde al esperar al toro en los medios y sin moverse ni un ápice le instrumentó seis pases en los que intercalaba pases por la espalda y pases por alto que estremecieron a la plaza. Vinieron luego unos derechazos de alto contenido artístico, roto completamente el torero, gustándose y gustando. Dos series profundísimas, de toreo caro. Lastimosamente el toro al parecer se resintió de una lesión en la pata derecha delantera y se quedó muy corto teniendo Paco que optar por el acero. Entró a matar a ley y dejó una estocada entera algo caída y traserita. Sin embargo el toro dobló y el publico pidió las dos orejas que un palco amañado no concedió. El premio quedó en un apéndice pero el reconocimiento de la capital lo lleva Paco en su chaquetilla como un tesoro aún más valioso.

En el quinto la mala suerte volvió a aparecerse al torero vallecaucano. El toro que hacia presagiar una faena de rompe y rasga, también se lesionó dejando todo a medias porque la gente se sensibilizó con el de Juan Bernardo Caicedo y Paco no tuvo más remedio que entrar a matar. Dos pinchazos y dos descabellos se necesitaron para enviar el toro al desolladero.

Matías Tejela confirmaba su alternativa en la Santamaria y dejo una buena tarjeta de presentación ante la exigente afición bogotana. En el de la ceremonia, de nombre "Andaluz", empezó a agradar con las chicuelinas al paso con que lo llevó al caballo. Luego de un vara medida, instrumentó tres chicuelinas y una media verónica de buena factura. En la muleta el toro se quedaba muy corto protestando desde el tercer muletazo de cada serie, el espigado torero hizo lo que pudo al inicio de la faena para terminar en las cercanías del toro arrimándose y realizando rodillazos de buen recibo en la mayoría del publicó. Hubiera cortado una oreja si no es por que el puntillero para el toro, que se echó luego de estocada entera. Escuchó un aviso y ahí mismo el toro dobló definitivamente. Ovación en el tercio fue el balance final. En el sexto, Matías tuvo que tragar porque el toro sobrero, el que reemplazó al devuelto por reparos en la vista, tenía lo suyo, revolviéndose pronto y con embestida violenta. Dos series de derechazos tragando lo indecible y luego dos de naturales también exponiendo, compusieron la faena que fue agradecida por los espectadores. Un pinchazo precedió una estocada que terminó con el toro. Al final ovación para Tejela que se justificó en Bogotá.

Lamentar el espectáculo bochornoso de la devolución del sexto toro en donde se evidenció la total falta de preparación de la plaza para una faena como esta y esto no es nuevo. Siempre que ocurre esto es media hora de sufrimiento mientras el toro vuelve al corral.

Resumen: Seis toros de Juan Bernardo Caicedo, tres aplaudidos en el arrastre. Julián López "El Juli" dos orejas en su primero y vuelta al ruedo tras petición en su segundo. Paco Perlaza, oreja con petición de la segunda y dos vueltas al ruedo en el tercero de la tarde y palmitas en el quinto y Matías Tejela ovación en el tercio en el de la confirmación y palmas en el último de la tarde.

El domingo primero febrero se espera otro entradón porque viene Enrique Ponce, se presenta José Mari Manzanares hijo y también el torero colombiano Manuel Libardo con toros de Achury Viejo.

*Comentarista taurino.