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Aguilera nació en 1949. Via YouTube.

Entrevista

“La gran literatura se hace en la periferia”: Marco Tulio Aguilera

El escritor colombiano recibió el Premio Bellas Artes de Novela 2017, en México. 'Arcadia' habló con él.

Ángel Castaño Guzmán
24 de noviembre de 2017

Un jurado, compuesto por Eduardo Antonio Parra, Juan Manuel Servín y Raúl Mejía, decidió por unanimidad otorgarle el Premio Bellas Artes de Novela José Rubén Romero 2017 al escritor colombiano Marco Tulio Aguilera Garramuño por su novela inédita Formas de luz. Desde México, en los ratos libres que le dejan la natación y el baloncesto, Aguilera atendió esta entrevista.

¿Hace cuánto vive en México? ¿Hasta qué punto su trabajo literario se ha nutrido de su permanencia en ese país?

Vivo en México desde hace 38 años. Obviamente mi permanencia en este país me ha dado experiencias que han nutrido mis libros y me han hecho crecer como escritor, aunque antes de llegar aquí ya había publicado dos libros: Alquimia popular, libro de cuentos del que sólo he rescatado un texto para otras ediciones. Y la novela Breve historia de todas las cosas, que publicó en Buenos Aires Ediciones La Flor con un texto de contraportada que causó gran alboroto e indignación: el editor, afirmaba que mi obra era mejor que Cien años de soledad. Tras 38 años de estancia en México he publicado 30 libros más entre novelas, libros de cuentos y ensayos, conferencias, entrevistas.

De todos modos, los temas colombianos han seguido apareciendo en varias de mis obras. Los placeres perdidos, que fue la novela que inauguró el premio José Eustasio Rivera hace, creo 22 años, es una novela que se desarrolla en Cali de los años 70. Otra novela que se llama Agua clara en el Alto Amazonas se desarrolla precisamente en la Amazonia colombiana. Mantengo un vínculo muy cercano con varios escritores colombianos a los que leo, reseño y apoyo. He estado pendiente de lo que se publica en Colombia y he hecho estudios académicos y escrito notas de divulgación sobre obras de William Ospina, Rosero, Tomás González, Daniel Ferreira, José Luis Garcés González, Azriel Bibliowicz y otros 30 o 40 colombianos que me interesan.

La vida para alcanzar el reconocimiento en México ha sido dura. Las editoriales están dominadas por un grupo cerrado de escritores que cuidan las puertas para que nadie ajeno entre. Yo he forzado esas puertas a veces gracias a premios. A la fecha he recibido 26 premios de diversas dimensiones, premios de los que no me avergüenzo: ha sido una forma de salir adelante.

Acaba usted de ganar el Premio Bellas Artes de Novela José Rubén Romero por Formas de luz. ¿De qué trata esta novela? ¿Cuándo la podrá tener el lector colombiano en sus manos?

Formas de luz es una novela actual pero también atemporal, pues toca los temas de siempre, los temas básicos de la naturaleza humana y la historia: el amor, el erotismo, la traición, el egoísmo, Dios, el mal, la perversidad y la aspiración a la pureza. La pregunta básica que intenta contestar el autor en esta obra es por qué una persona aparentemente exitosa o por lo menos normal, en un momento de su vida se deprime, hasta ver convertida su vida en un infierno. Si tratara de encontrar alguna novela que tuviese una atmósfera semejante, mencionaría a Crimen y Castigo. También es la novela del extranjero en México, del marginado que busca imponer su obra en un medio adverso y provinciano. También es una autoparodia de mi vida y, finalmente, una tragedia que termina convirtiéndose en comedia y fiesta de la vida.

El premio que recibió, el Bellas Artes de México, aunque es cuantioso e importante, deja al autor en libertad para firmar contrato con cualquier editorial. Apenas estoy iniciando negociaciones con una editorial grande y con el Instituto de Bellas Artes de México. Espero firmar contratos que permitan hacer ediciones en otros países, particularmente en Colombia, que evidentemente me interesa mucho. De modo que apenas estoy iniciando el camino y espero ofertas. Supongo que a fines del próximo año estará en el mercado mexicano. No sé qué pasará en el colombiano... aunque hay una editorial universitaria que tiene la novela en sus manos. Veremos... Pero antes de esa novela verá la luz otra que se llama La honesta lujuria. Esa saldrá en México y estaré disponible en formato electrónico en todo el mundo.

Usted que ha vivido en los dos países, ¿cuáles son las principales diferencias y similitudes en los ambientes culturales de México y Colombia?

No me parece que haya diferencias en cuanto a mezquindades, envidias, competencias, grupos de poder, empoderamiento de mediocres que logran espacios editoriales importantes. Lo que sí es claro es el hecho de que si eres extranjero siempre serás extranjero, a menos que triunfes en grande como García Márquez. En México hay más espacios, muchas más editoriales, más periódicos, suplementos literarios (aunque éstos han ido desapareciendo) pero es difícil salir adelante como escritor y fácil hundirse en rutinas académicas o laborales que terminan por secar a los escritores. Yo me he salvado de eso por terquedad, porque he defendido mi tiempo y porque tuve la suerte de caer en una universidad en la que lo artístico y lo cultural son muy importantes. La Universidad Veracruzana es un lugar privilegiado para el arte y particularmente para la literatura. Un detalle muy importante de los dos países es el hecho de que la gran literatura no se está haciendo en la capital sino en la periferia.