Muere asesinado el primer ministro serbio.

Después de conocerse el suceso, el gobierno se reunió en una sesión de emergencia y pidió a la presidenta interina serbia, Natasa Micic, que declarase el estado de emergencia, bajo el cual el Ejército asume las funciones de la Policía.

"Este acto criminal es un claro intento de acabar con el desarrollo y democratización de Serbia y sumirla una vez más en el aislamiento", declaró el gobierno a través de un comunicado oficial.

Los autores del crimen aún no han sido establecidos. Se le atribuye al mismo grupo que atentó contra Djindjic el mes pasado, cuando un camión se desvió hacia su caravana de vehículos. En ese momento no se registraron resultados fatales y el primer ministro se lo atribuyó al crimen organizado. "(El magnicidio) fue cometido por quienes han estado intentando hacerlo (acabar con el desarrollo y democratización de Serbia) en los últimos años mediante homicidios y asesinatos", afirma el comunicado.

Así mismo, las autoridades conjeturan que el tiroteo podría estar vinculado con una oleada de crímenes que afecta al país y los intentos del gobierno por erradicar el crimen organizado.

La comunidad occidental lamentó el acontecimiento, pues Djindjic se había caracterizado por tratar de integrar a Serbia con el mundo y alejarla de su carácter anti étnico característico del gobierno de Milosevic. Por otro lado, sus posiciones reformistas y pro-occidentales le valieron una fuerte oposición de muchos nacionalistas serbios, lo que le generó muchos enemigos dentro del país y del gobierno.

"El primer ministro Djindjic será recordado por su labor para traer la democracia a Servia y por llevar ante la justicia a Slobodan Milosevic", declaró el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fliescher.

Por su parte, el secretario general de la OTAN manifestó que, "esta es la acción desesperada de los extremistas violentos que quieren volver al autoritarismo de Milosevic".

Otras medidas que ha adoptado el gobierno para evitar el caos en el país tras el magnicidio fueron la cancelación de salida de vuelos del Aeropuerto de Belgrado y la revisión de vehículos en la capital del país. Bajo el Estado de emergencia, se refuerzan los controles fronterizos y pueden prohibirse las protestas públicas o huelgas.