No se está sobrio sino después de seis horas de dejar de beber.

La bebida sigue afectando negativamente en ciertas funciones incluso cuando la persona cree que ya está sobria. Incluso el bebedor que está en proceso de recuperar la sobriedad es probablemente más peligroso que el bebedor que aún sigue consumiendo alcohol, porque se determinó que el efecto del licor en algunas funciones del cerebro (pensamientos abstractos, capacidad para planificar y habilidad para supervisar) es más pronunciado a medida que la concentración de alcohol en la sangre comienza a descender desde su punto más alto.

"Las personas creen que es suficiente esperar dos horas para ir a casa, en realidad puede que tengan que esperar seis horas. El bebedor que está en proceso de recuperar la sobriedad es probablemente más peligroso, por ejemplo, que el bebedor que aún sigue consumiendo alcohol", explicó el profesor Robert Pihl, de la Unoversidad de McGill en Montreal, Canadá.