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¡Nos toca, Angelino!

La situación que atraviesa el Valle del Cauca la ilustra la caleña Ximena Gutiérrez, quien asegura que "la pobreza campea (en el departamento) sin que a nadie le importe.

Ximena Gutiérrez
12 de febrero de 2006

Hace algunos días, Julián Domínguez -Presidente de la Cámara de Comercio de Cali, CCC- y Angelino Garzón -Gobernador del Valle- se fundieron en un gran abrazo para decirle al país que "El Valle nos toca". Lo hicieron en el ámbito de la campaña empresarial que la CCC contrató por miles de millones de pesos, dizque para crear una marca que identifique al Departamento.

A mí me gusta ese cuento, porque lo entiendo como un ejercicio para lograr que -¡por fin!- haya un factor que cohesione nuestra identidad y nos haga sentir de verdad vallecaucanos.

Hasta ahí, todo bien, pero lo que no me cuadra es que estas campañas se hagan siempre sobre la base de mostrar una imagen distorsionada de nuestra realidad. Aquí la cosa no  es como la pintan los empresarios ni las agendas prospectivas de la CCC.

La realidad es otra: La pobreza campea sin que a nadie le importe. El umbral de la miseria se refleja en la llegada de más y más familias a los semáforos de Cali, provenientes de municipios tan alejados como El Águila y El Cairo. En fin, el Valle del Cauca vive una situación dramática.

Y lo más triste es que los empresarios poco o nada hacen para solidarizarse -por ejemplo- con la causa de Angelino de irrigar más recursos entre quienes carecen
de ellos. En varias oportunidades he dicho que al 'Gober' lo han dejado solo en su lucha por lograr una región más equitativa. El abrazo fue un acto protocolario, porque en realidad todavía duele que el Presidente Uribe haya decidido que sea la CCC la entidad que direccione la inversión de recursos provenientes de la Nación, ¡como si en la Gobernación no se estuviera haciendo bien la tarea!

Resulta audaz la estrategia de Angelino de utilizar el mismo lema de la campaña de la CCC para denunciar otro acto despótico de uno de sus afiliados: Cisa-Conciviles. Estos empresarios pretenden que se les pague el peaje mayor (más de $40.000 millones) por
una obra inconclusa. La vía Cali-Candelaria-Florida terminó siendo un sacadero de plata. Y los efectos jurídicos por el incumplimiento del concesionario se debaten hoy en las altas cortes. Nos toca defender al Valle. Estoy dispuesta a protestar y ayunar, como ya lo está haciendo el "Gober", para que haya un fallo justo. ¡Nos tocó pararnos en la raya!