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Un fotograma de un video de la campaña.

POLÉMICA

Ser artista no paga

La reciente campaña para recaudar impuestos financiada por Ministerio de Cultura y la DIAN ha iniciado una nueva polémica en las redes pues muchos la consideran una burla a la creación y un irrespeto a los artistas.

Redacción Arcadia
18 de julio de 2016

Los videos que conforman la campaña “Impuestos para artistas” han producido en los últimos días una serie de protestas en las redes sociales y hasta una iniciativa en forma de carta al presidente de la República, Juan Manuel Santos, para que la campaña sea anulada. La desafortunada iniciativa -financiada también con los impuestos de los colombianos-, muestra a los artistas plásticos como unos muchachos encerrados en un mundo de fantasía en el que no caben los asuntos reales y prácticos, como el pago de impuestos. Más allá de la defensa del Ministerio de Cultura, que envió una carta soslayando la protesta y argumentando que se trataba de una simple parodia que nadie se debía tomar en serio (aunque sí el pago de los impuestos), una vez más pone de presente cómo son percibidos los artistas en la sociedad colombiana. En resumen: tipos iluminados por una musa, que no tienen ni idea de qué se trata la realidad. Complejo asunto en un país cuyos artistas plásticos se han tomado el trabajo de pensar y reflexionar como pocos a través de su producción. Como bien lo decía la artista Doris Salcedo, su trabajo es 90% expiración y 10% inspiración. Lo grave es que si esa es la imagen que tiene y promueve el ministerio del ramo, derrumbar los prejuicios sociales del significado de ser artista en un país conservador y aspiracional hasta la médula, en donde el valor supremo es el dinero, parecen insalvables. Ser artista no paga.

La productora El jardín de las delicias, que creó los videos, no quiso comentar acerca de la situación. En su página web se autodescribe como “una empresa que desarrolla contenidos e ideas de comunicación para medios digitales. Escogimos [el nombre] en honor a la genial pintura del artista conocido como El Bosco, porque él representa para nosotros a una clase de creadores de desbocada imaginación que nos encantan” La empresa ha trabajado con la Secretaría de Educación de Bogotá, Ecopetrol, la Universidad Javeriana, el Ministerio de Educación y la Alcaldía de Bogotá. La página web, https://impuestosparaartistas.com/, una platafroma multimedia interactiva donde se montaron los videos, cuenta con un aviso: “El contenido que usted va a ver a continuación está basado en un personaje ficticio. Se trata de un relato humorístico con fines didácticos. La función del personaje no es reflejar la realidad, ni representar el trabajo de los artistas colombianos”.

El lanzamiento de la página fue acompañado de un comunicado del Ministerio de Cultura y la DIAN que lo describió como “una visita guiada con los principales impuestos vigentes en Colombia y por los beneficios tributarios que aplican para el sector cultural en el país, una herramienta de fácil acceso diseñada para artistas y creadores nacionales [pero] aunque muestra un diseño especial para el sector cultural, al mismo tiempo resulta de gran utilidad para todos los interesados en recibir una información estructurada y en formato accesible sobre el universo tributario en Colombia". Mediante una recreación de "situaciones cotidianas" en el formato de "sketch" con lenguaje sencillo y coloquial buscaban lograr "acercarse a la población joven para brindarle mayor confianza con el tema de los impuestos”.

Inmediatamente, el sitio web produjo decenas de respuestas, a menudo críticas, por su trato al arte y los artistas, la funcionalidad del sitio web, la información que contiene y las políticas de recaudación en sí. Luis Ospina, cineasta caleño, lo tildó de "execrable" en su Facebook personal, al compartir una galería detrás de cámaras que subió El jardín de las delicias, donde se ve el ‘artista‘ recibiendo un masaje, una máscara facial y trabajando con una caja fuerte, entre otras cosas. El escritor Mario Jursich, también su página de Facebook, expresó que "en mi opinión lo que hace [el video] es añadir más combustible a la hoguera. Según el Ministerio, el video “no pretende capturar la esencia o realidad de los artistas colombianos, sino, por el contrario, transmitir una realidad figurada, relacionada con los comportamientos, ideas, prejuicios y prácticas en relación con los impuestos que tienen algunos ciudadanos" [pero] no es aceptable que en una materia tan sensible se recurra a estereotipos, sobre todo si esos estereotipos son humillantes a más no poder". El concejal Andrés Forero manifestó en el Concejo de Bogotá su rechazo a la iniciativa del Ministerio de Cultura y la DIAN, utilizando en eslogan #ElTalentoSeRespeta.

A sus voces se sumó la del crítico de arte Halim Badawi, que resumió los videos como "verdaderamente patéticos. Por un lado, el modelo de artista que nos presentan parece la máxima expresión del gomelo insoportable, que cree en las musas, rico, ignorante y que sólo sabe de rumba". Badawi se unió con un Andrés Orjuela y Nadín Ospina para enviar una carta al Estado colombiano que expresa su profunda insatisfacción con los hechos. En el texto, declararon que: "aunque tenemos claro que declarar impuestos es una obligación legal de los colombianos, incluyendo artistas y actores culturales, consideramos que la imagen que estos vídeos proyectan del ejercicio artístico aparece distorsionada y difícilmente se corresponde con la realidad. Por otro lado, creemos firmemente que los vídeos dejan en evidencia que la política impositiva del Estado colombiano se desentiende de las realidades económicas y sociales del sector cultural, y desconoce los avances que en esta materia han ocurrido en una gran parte de los países a la vanguardia cultural de Occidente, incluyendo varios de América Latina". La carta entonces pidió un esfuerzo del gobierno por fomentar y proteger la economía del sector de cultura porque "sabemos que la cultura, y puntualmente las artes plásticas, son territorios tremendamente frágiles, que no pueden ponerse en competencia directa con otros segmentos de la economía; la cultura es un territorio que requiere de la protección del Estado y de su intermediación para facilitar la financiación privada. Debido a esta situación, es común encontrar que en muchos países desarrollados, la cultura cuenta con un estatuto de excepción frente a casi todas las demás actividades económicas, por razones muy bien estudiadas. Nos sorprende ver que las armas de guerra están exceptas del pago del IVA y el arte que es un dinamizador de la paz no".

En respuesta, el Ministerio de Cultura compartió un nuevo comunicado, describiendo la guía como un trabajo conjunto con la DIAN cuyo objetivo central era "sensibilizar sobre el valor que tiene la contribución en la construcción del país, así como también de fomentar el conocimiento y la apropiación de los asuntos tributarios, cuya connotación suele ser de alta complejidad y difícil comprensión para la ciudadanía [...] Con el fin de hacer entretenida y amena la navegación del sitio web, se optó como hilo conductor por crear una pieza de ficción humorística, interpretada por artistas profesionales [...]  En ningún momento estas Entidades pretendimos estigmatizar ni ridiculizar a un sector, por el contrario, se utilizaron géneros como la parodia y el humor, propios del arte dramático, para presentar de manera menos solemne el tema de los impuestos".

Sin embargo, la respuesta no abordó las preocupaciones de fondo de los artistas acerca de las normas tributarias que afectan el sector o sus sugerencias acerca de maneras de mejorar. Hoy muchos se preguntan si el autor de la campaña alguna vez ha visto a un artista o se perdió en una imagen del Jardín de las delicias publicada en internet.