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"Programa de televisión sobre los paramilitares es una farsa": HRW

Miércoles 26, 8:20 horas. Human Rights Watch (HRW), cuestionó el cubrimiento mediático que tuvo el proceso de desmovilización de los paramilitares ayer. Además señaló que el proceso favorece a la impunidad.

24 de noviembre de 2003

"El programa de televisión del gobierno colombiano sobre una desmovilización de paramilitares corre el riesgo de convertirse en una exhibición de impunidad", aseguró la Ong de derechos humanos a través de un comunicado. "En un programa en directo en el que participaron funcionarios del gobierno y combatientes paramilitares, se emitieron declaraciones grabadas de líderes paramilitares que han sido condenados por cometer masacres, asesinatos y otros crímenes graves, que aún siguen en libertad".

La emisión del programa se realizó durante la desmovilización de cerca 800 combatientes paramilitares del Bloque Cacique Nutibara el día de ayer, como primera fase del proceso de desmovilización pactado con el gobierno. Según el grupo ultraderechista, todos sus bloques estarán completamente desmantelados para diciembre de 2005.

"El programa es una farsa", dijo José Miguel Vivanco, Director Ejecutivo de la División de las Américas de Human Rights Watch. "En lugar de darles un micrófono a estos criminales, el gobierno debería concentrarse en detenerlos y llevarlos ante la justicia".

La organización ha cuestionado en reiteradas ocasiones el proyecto de Alternatividad Penal, que propone darle inmunidad a los líderes paramilitares sobre los crímenes atroces cometidos a lo largo de su militancia. Ellos se han negado a entregarse y exigen dicha impunidad para entrar en un proceso judicial.

HRW también cuestionó la estrategia de permitir la desmovilización de paramilitares de bajo rango mientras sus líderes quedan en libertad para reclutar a nuevos miembros y continuar operando y cometiendo nuevos crímenes. "Por ahora, no se han establecido reglas claras para garantizar que las personas que hayan cometido graves abusos contra los derechos humanos sean enjuiciadas o siquiera investigadas", indica.

Por ejemplo, resalta el texto, a Castaño se le ha comprobado estar detrás de magnicidios como el del candidato presidencial de la Unión Patriótica Bernardo Jaramillo Ossa y el del líder del M-19 Carlos Pizarro, también candidato presidencial. Así mismo, se le acusa de la organización de la masacre de al menos 15 personas en El Aro en 1997 y de la de Mapiripán, en la que murieron cerca de 30 personas el mismo año.

"No hay duda de que personas como Carlos Castaño -que ha planeado, ordenado, pagado o incluso participado en atrocidades- tienen que estar en la cárcel y no en un programa de televisión patrocinado por el gobierno", agrega Vivanco, sobre el prontuario del líder paramilitar.