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columna del lector

A propósito de Alemania

La experiencia alemana de mitad del siglo pasado sirve para entender por qué en Colombia hay departamentos menos pobres que otros. Columna del académico Guillermo Maya.

Guillermo Maya Muñoz
19 de junio de 2005

Tanto el Plan Morgenthau como el Plan Marshall fueron experimentos de campo realizados después de la Segunda Guerra Mundial, en el siglo pasado en Europa. Estaban dirigidos especialmente a la reconstrucción de Alemania.

El primero, trataba de convertir a Alemania en un 'estado pastoril', sin respetar los niveles productivos adquiridos por Alemania. Y el segundo, utilizando la capacidad productiva alemana y su experiencia, buscaba reconstruir el país sobre bases renovadas.

El propósito del Plan Morgenthau, llamado así por su creador Henry Morgenthau, Secretario del Tesoro de los EU entre 1934-45, era evitar que Alemania, que había iniciado dos guerras mundiales en el siglo XX, pudiera iniciar otra guerra de nuevo. Para lograr este objetivo era necesario desindustrializar a Alemania y convertirla al 'estado pastoril', después de sacar toda la maquinaria de ese país y de llenar sus minas con agua. Este Plan fue aprobado en una reunión de los Aliados en 1943 y fue llevado a cabo después de la capitulación de Alemania en mayo de 1945. (Morgenthau, Henry, Jr, 1945, Germany is our problem. A Plan for Germany, NY, Harper).

Este plan fue suspendido abruptamente en 1947, cuando el ex-Presidente Herbert Hoover envió un alarmante reporte a Estados Unidos desde Alemania: "Existe la ilusión de que la Nueva Alemania que quedó después de las anexiones puede ser reducida a un 'estado pastoril'. Esto no puede ser hecho, al menos que nosotros extermínenos o saquemos 25 millones de habitantes hacia fuera de Alemania" (Hoover's Report No 3, March 18, 1947).

Después de cuatro meses del alarmante Reporte de Hoover, el gobierno de Estados Unidos anunció el Plan Marshall, que tenia como objetivo lograr lo opuesto del Plan Morgenthau. La capacidad industrial alemana tenia que ser reconstruida, a los niveles que tenia en 1938. El plan Marshall más que un plan financiero fue un plan de reindustrialización. Por otro lado, obviamente, existía una razón política muy poderosa: contener el poder soviético en Europa.

El Plan Morgenthau pretendía desindustrializar y especializar a Alemania en actividades Maltusianas, de rendimientos decrecientes (costos crecientes) como las actividades primarias, basadas en los recursos naturales: siempre se logra un punto, después del cual el recurso no esta disponible, en la misma cantidad o calidad a la anterior unidad del recurso utilizado. Si una nación se especializa en agricultura habrá un momento en que después de usada la mejor tierra, mas rápido que tarde, se recurra a tierras inferiores.

Al contrario, el Plan Marshall pretendía reconstruir de nuevo las actividades shumpeterianas de rendimientos crecientes (costos decrecientes), con alto valor agregado e intensivas en conocimientos, donde el cambio técnico es más rápido, la productividad es más alta, y esta productividad permite pagar salarios más altos, que crean sinergias productivas y círculos virtuosos en la economía

Una lección para el mundo subdesarrollado: el economista europeo E. Reinert argumenta que el Plan Morgenthau ha sido resucitado con el Consenso de Washington, después de los años 80 del siglo pasado, bajo la denominación de planes de "ajuste estructural" recomendados por el Banco Mundial. Casi siempre tienen el efecto de desindustrializar a los países del Tercer Mundo, con las consecuencia de especializarlos en actividades primarias productoras de commodities, caracterizadas por rendimientos decrecientes, una alta competencia (bajos precios), y alta volatilidad de precios, que se revierten sobre estos países en bajos ingresos, bajos salarios, con pocas sinergias y 'círculos viciosos' de la pobreza, que cada vez mas alejan a su población de las condiciones de vida de los países industrializados.

Por otro lado, el Consenso de Washington, con las políticas de liberalización de los mercados y de capitales, el sistema de patentes, y las nuevas reglas de inversión, está impidiendo a los países pobres proteger a sus industrias, que están desapareciendo ante la competencia de las compañías multinacionales, dejando como último recurso las maquilas y las industrias intensivas en fuerza de trabajo

Entre tanto, los tratados de libre comercio, al igual que el Plan Morgenthau, pretenden establecer relaciones económicas asimétricas que desfavorecen a los países pobres, que han dejado a las caprichosas fuerzas del mercado, la creación de su estructura productiva, evitando el activismo industrial, que refuerza una división internacional entre países especializados en la pobreza y países especializados en la riqueza.

Si comparamos a Antioquia, específicamente a Medellín, con el Chocó, cualquier observador se daría cuenta que la primera es capaz, en un área menor y con menos recursos naturales que el segundo, de soportar una población mayor, con mayores ingresos y con una calidad de vida mejor. ¿Por qué? Por la industrialización que se produjo en Antioquia. Sin embargo, esto no fue siempre así. Hacia 1782, la situación de Antioquia era tan dramática, que el Oidor español Mon y Velarde no dudó en decir lo siguiente: "Esta provincia, por su despoblación, miseria y falta de cultura, sólo era de compararse con las de África".

Mientras, el Chocó es bendecido por la naturaleza con inmensos recursos naturales, también la causa de su pobreza, muere sediento al lado de su gran río. En conclusión, Antioquia escogió un sendero más óptimo para su desarrollo, con la industria, que el Chocó con sus inmensos recursos naturales. Claro, hace rato Antioquia se está desindustrializando, y empobreciendo cada vez más.

* Profesor Titular UN-Medellín