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Propuesta, propuestas y más propuestas

Jueves 25. Juan Gonzalo López Casas, ex viceministro de Salud, opina que las propuestas sobre las ARS lo único que logran es desviar la atención de lo verdaderamente importante.

Juan Gonzalo López Casas*
21 de noviembre de 2004

Si es una broma triste, decídanse,
señores,
A terminarla pronto,
A hablar en serio ahora.
Después el mar es duro.
Y llueve sangre.
El Barco
Pablo Neruda

Que hay que acabar con las Administradoras del Régimen Subsidiado en Salud porque es muy costosa su intermediación, que los recursos lo deben administrar las Cajas de Compensación que son mas eficientes, que los afiliados al régimen subsidiado deben ser atendidos únicamente en la red pública de prestadores de servicios de salud para superar la crisis de los hospitales, que hay que centralizar los recursos a nivel nacional para evitar la corrupción, que los recursos para la salud de los pobres lo deben manejar los hospitales, que hay que darle un poquito de servicios a unos pobres no tan pobres, que el Sistema Nacional de Salud era mejor que el Sistema de Seguridad Social y por tanto hay que regresar al pasado...

En medio de este caos de propuestas, la gran mayoría contradictorias, lo único cierto es que se quiere arrebatarle los recursos a sus legítimos dueños: los pobres y vulnerables de nuestro país. Ellos, como poseedores de este bien, son los que tienen el poder para definir cuales instituciones deben atenderle sus necesidades en servicios y que entidades deben administrarle sus riesgos en salud.

Pero el asunto no es tan sencillo, las instituciones que ofrezcan administrar el riesgo deben ser autorizadas, habilitadas y evaluadas utilizando como parámetro el mantenimiento de la salud de sus afiliados.

Ante este reto, la discusión sobre el costo de la administración, la legitimidad o no de las utilidades y la centralización o no de los recursos pierde todo sentido.

El Régimen Subsidiado es mucho más que un simple esquema para administrar unos recursos, es la gran oportunidad de construir una sociedad solidaria, equitativa y sana, que respeta las decisiones del individuo, que contribuye a la construcción del poder local, a legitimizar las instituciones y al avance de la democracia en nuestro país.

Lo demás es usurpación.

*Ex viceministro de Salud y Bienestar