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columna del lector

¿Qué pasará en Colombia?

Fabio Gordillo, lector de SEMANA.COM, augura el panorama político del próximo año si la reelección es aprobada o se cae.

Fabio Gordillo Campos
17 de julio de 2005

El Presidente Álvaro Uribe cumplirá pronto tres años de su gobierno, y no podemos afirmar que la guerrilla ha sido derrotada . A pesar de ello, la gente aún cree que vale la pena seguirlo apoyando porque las cosas han mejorado significativamente y el estado colombiano ahora tiene la iniciativa contra esa fuerza subversiva .

Sin embargo, en el primer semestre del año próximo tendremos elecciones para el Congreso y para presidente. Esta coyuntura puede cambiar el panorama , pues es innegable que para esa época el presidente Uribe habrá sufrido el natural desgaste de imagen al que se ven sometidos todos los gobernantes con el paso del tiempo. Además, la gente no está muy convencida de que solamente él pueda continuar con el programa que inició. Es más, me temo que los colombianos empiezan a creer que sería conveniente un cambio de estilo, con énfasis en los mismos principios .

La decisión que tome la Corte Constitucional, en relación con la reelección inmediata de Presidente, tendrá un efecto importantísimo sobre el curso de los acontecimientos políticos futuros. Si la Corte decide que el presidente Uribe puede ser candidato el país se polarizará en dos bandos muy definidos: los partidarios de la reelección y los opositores.

Los opositores ya anunciaron que harán todo lo posible para evitar que los votos de Uribe lleguen al 50% del total en la primera vuelta , y así poder derrotarlo en la segunda vuelta uniéndose en torno al candidato que mayores probabilidades tenga . Ya el Polo Democrático Independiente escogió como candidato presidencial a Antonio Navarro Wolff, un ex-guerrillero del M-19 reinsertado, que goza de cierta simpatía por su coherencia en el abandono de prácticas violentas para llegar al poder, así como por los buenos resultados obtenidos en la alcaldía de Pasto. Aunque los partidos políticos tradicionales aún no han escogido su eventual candidato, es de presumir que serán muy cuidadosos en su escogencia, pues tendrán que decidirse por alguien que le pueda disputar los votos al presidente Uribe con alguna probabilidad de éxito.

Creo que lo más probable es que el partido liberal escoja al ex presidente Gaviria, ya que los actuales precandidatos no tienen el suficiente peso para disputar la primera vuelta y obtener los votos suficientes para pasar a la segunda y lograr en ella la mayoría de los votos de los demás candidatos de la oposición.

Entre tanto, es muy posible que el partido conservador decida apoyar la candidatura del presidente Uribe y que los demás grupos de oposición apoyen la candidatura de Navarro Wolff.

Puede suceder también que la Corte Constitucional decida no aprobar la reelección inmediata, pero sí la reelección después de transcurrido un mínimo de un período presidencial . En este caso, es muy probable que el partido liberal prefiera no correr el riesgo de una derrota ante Navarro Wolff y se decida por la candidatura del ex presidente Gaviria .

En el caso de que la Corte Constitucional opte por rechazar la reelección en cualquiera de sus formas, el panorama es más complicado porque el "establishment" tendrá que escoger a alguien que le garantice la continuidad de los programas del presidente actual y, además logre aglutinar las simpatías por alguien que despierte menos recelo que Navarro Wolff. En este caso es posible que tomen fuerza las candidaturas de Noemí Sanín o de Enrique Peñalosa .

Como se puede apreciar , el futuro político del país no está nada definido . Las principales variables son: la decisión que finalmente tome la Corte Constitucional , el efecto de las acciones tomadas por el presidente (en particular los resultados de su proceso de paz con los paramilitares y el comportamiento de la economía) , y la influencia de la izquierda latinoamericana sobre la opinión pública colombiana .

Las últimas encuestas ejercen una enorme presión sobre la Corte Constitucional, que difícilmente podrá tomar una decisión contraria al deseo de las inmensas mayorías. Solo nos queda esperar , para bien de todos, que se imponga el sentido común en las mayorías.