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columna del lector

¿Qué pasará?

Pablo Enciso hace un riguroso análisis sobre lo que se viene en materia política y de conflicto armado.

Pablo Enciso Pinilla*
4 de septiembre de 2005

PARTE I

ACONTECIMIENTOS Y ACTORES QUE PUEDEN INFLUENCIAR LA EVOLUCIÓN DE LA SITUACIÓN

En los próximos 12 meses se van a presentar en Colombia varios hechos de especial importancia, que podrían tener efectos importantes en relación con la evolución de la situación interna a corto, mediano, e incluso, largo plazo. En gran medida, los escenarios que en la parte final de este análisis se elaboran, serán muy probablemente influenciados por acontecimientos puntuales, como el fallo de la Corte Constitucional con respecto al proyecto de reelección, en primera instancia, y el desarrollo de la campaña electoral (y su eventual desenlace), entre otros.

La importancia del pronunciamiento de la Corte Constitucional

Es, posiblemente, el acontecimiento de mayor trascendencia. La sentencia sobre el proyecto de reelección va a tener efectos directos durante los próximos años en materia política (incluso, podría cambiar la forma de hacer política en Colombia), y también, podría tenerlos en otros ámbitos de la vida nacional, como el manejo de la economía y el orden público. En esencia, lo que en el fondo estaría decidiendo la Corte, sería la continuidad de la Políticas Públicas (puestas en marcha por el actual Gobierno), a partir de agosto del 2006.

La Corte tiene plazo hasta el 15 de noviembre, pero todo parece indicar que podría decidir antes: posiblemente en septiembre.

En materia de seguridad, la aprobación de la reelección resulta particularmente importante, pues abre la posibilidad para que la implementación de la Política de Seguridad Democrática, pueda extenderse cuatro años más. Por el contrario, una sentencia adversa al proyecto, podría propiciar la llegada de un nuevo Gobierno con una visión y políticas diferentes para manejar el conflicto interno y la seguridad publica.

La Campaña Política

En marzo y mayo del 2006, se llevarán a cabo las elecciones para el Congreso y la Presidencia. La dinámica de la política colombiana, implica que las campañas comenzarán a tomar forma a partir del segundo semestre de este año.

Esta podría no ser una campaña tradicional. Especialmente, si el proyecto de reelección es aprobado, es previsible que el proceso electoral se lleve a cabo en medio de un ambiente de fuerte polarización, en el cual, muy probablemente los actores armados de izquierda y derecha, tratarán de influenciar el comportamiento del electorado a nivel regional, lo que podría afectar la legitimidad de las elecciones y tener además algunas consecuencias en materia de orden público (aunque en circunstancias como las de una campaña política, una parte importante del pie de fuerza de las Fuerzas Armadas se compromete en la protección del proceso electoral, incluso desde meses antes de la fecha de cada evento).

Los diferentes actores de la vida política nacional, tienen claro que la popularidad del presidente Uribe, hace bastante difícil pensar que pueda ser derrotado en las urnas en caso de aprobarse la reelección. Desde la perspectiva de sus intereses, un pronunciamiento en contra del proyecto, o, su aprobación a partir del 2010, incrementaría las posibilidades de que otros aspirantes, partidos y/o movimientos, puedan llegar a la Presidencia de la República en el 2006.

Varios de los candidatos, representan sin duda drásticos cambios en relación con el manejo de los asuntos de Estado. Por ejemplo, Antonio Navarro Wolf, candidato del Polo Democrático Independiente, entre otros aspectos, ya se pronunció a favor de regresar a la negociación con los grupos armados de izquierda. Posición a la que podrían ser proclives otros precandidatos, como Horacio Serpa del partido Liberal.

Los resultados de la Política de Seguridad

La popularidad del Presidente puede afianzarse, o, entrar en un proceso de desgaste paulatino, en la medida que el principal proyecto de este Gobierno, su política de seguridad, tenga mayor o menor éxito. Durante el 2003 y el 2004, no cabe duda, la Fuerza Pública ha dado muestras de tener capacidad para neutralizar un porcentaje importante de las actividades de los grupos armados, sin embargo, a pesar de estos avances, los resultados que se obtengan durante el último año del actual Gobierno, serán tanto o más importantes: unas Fuerzas Armadas triunfantes, o, una guerrilla dando muestras de estar intacta y desarrollando una contraofensiva, podrían ser la imagen que los votantes lleven a las urnas el día de las elecciones.

La estrategia de los grupos armados

A los grupos guerrilleros, por razones obvias, no les conviene un segundo término de mandato del Presidente Uribe. Ante esta posibilidad, parecen tener al menos dos alternativas de acción: por una parte, podrían optar por atacar el mayor "activo" de la gestión del Gobierno: la recuperación de la confianza. Si la alternativa de la reelección es una realidad, su planteamiento estratégico podría ser incrementar paulatinamente sus acciones armadas a nivel nacional, meses antes de elecciones, para demostrar que la Política de Seguridad no ha sido efectiva. Esto implica, apostarle al hecho de que la opinión pública será amedrentada y eventualmente "castigará" a Uribe con su voto, propiciando la llegada de otro Gobierno más proclive a la negociación. La apuesta es arriesgada, pues no se puede descartar que esta estrategia tenga un efecto contrario: la lectura de la opinión pública podría ser que es imperativo darle continuidad a la política de seguridad.



La otra alternativa, no incrementar el terrorismo y más bien concentrarse en un estilo de "guerra más política", tratando de restarle legitimidad al proceso electoral y de afectar a nivel internacional la imagen del Gobierno, parece tener un prominente talón de Aquiles: ser percibidos como débiles, es un lujo que en la actual coyuntura, los grupos subversivos podrían pagar muy caro. Esta postura además, sencillamente parece no ir de la mano con la actual dirección de las Farc, sin duda, más inclinada a la confrontación bélica que la ideológica.

El comportamiento de la economía

Indicadores como el comportamiento de la economía, que según recientes estadísticas del primer trimestre del 2005, parece estar mermando su ritmo de crecimiento, y de otras variables como la tasa de desempleo, que viene mostrando una leve recuperación, serán parte del debate político. La "desaceleración económica" y un "alto índice de desempleo" son parte del marco ideal de acción para la oposición política.

Por otra parte, la negociación del TLC, tema álgido y vinculante para un número importante de actores y organizaciones de la vida nacional, muy posiblemente motivará la movilización y expresión de fuerzas sociales y políticas de diversa índole en los próximos meses.

El desenlace de las negociaciones en Santafé de Ralito

La oposición política va a tratar de convertir las negociaciones de paz con las autodefensas en "el Caguan de Uribe Vélez". Si eventualmente el proceso da muestra de ser más de forma que de fondo, y las Auc siguen delinquiendo, la imagen del Gobierno, dentro y fuera de las fronteras, se puede ver afectada, con implicaciones diferentes. Dudas razonables existen sobre temas como el manejo de la problemática que están generando en áreas urbanas, los grupos de paramilitares que se han acogido al plan de desmovilización.

PARTE II

PROYECCIÓN DE ESCENARIOS

La metodología: los escenarios, son narraciones que describen caminos alternativos hacia el futuro. No predicen lo que va a suceder, pero si permiten entender mejor a partir de hoy lo que puede suceder mañana. Son útiles porque evitan que los hechos nos tomen por sorpresa y dan bases para la sustentación de estrategias bajo diferentes circunstancias. Esta técnica facilita el análisis sobre lo que está pasando y puede ocurrir en el entorno que nos rodea, y permite tomar mejores decisiones sobre lo que debemos hacer o evitar. La planeación por escenarios analiza lo que puede pasar, no lo que debe o se quiere que suceda.

Los escenarios que a continuación se describen, elaborados con base en el análisis continúo de varios factores, tratan de visualizar "dos alternativas más probables", dentro de las cuales se enmarcaría hipotéticamente la evolución de la situación en Colombia en los próximos meses.

Escenario 1

La Corte Constitucional emite una sentencia que impide y/o posterga para el 2010 la posibilidad de la reelección. A pesar de que el fallo genera una fuerte reacción, de una parte importante de la opinión pública, la providencia es finalmente acatada por las fuerzas políticas y sociales, sin que se genere un nivel considerable de inestabilidad política e institucional. El "Uribismo" se ve obligado a escoger un representante para que asuma las banderas del grupo en la carrera por la presidencia.

Las Farc y el Eln tratan de colocar como tema prioritario de la campaña el intercambio humanitario y la posibilidad de un nuevo proceso de negociación. Sin Uribe en la carrera por la presidencia, sus acciones se orientan mayormente a buscar sinergias con candidatos que no compartan la orientación de la actual política de seguridad. En este periodo, seguirán atacando ocasionalmente, blancos militares e infraestructura, especialmente en áreas rurales, para mostrar su vigencia en el campo militar, sin embargo, la intensidad de sus acciones no será mayor. A la espera de lo que pueda pasar en las elecciones y con la esperanza de que un nuevo gobierno frenará la ofensiva del Plan Patriota, no se desgastarán, evitarán darle la oportunidad a la Fuerza Pública de un golpe importante y mantendrán su actual estrategia de repliegue en esta zona y esporádicos ataques en otras regiones.

En los próximos meses, en algunas ciudades, se presentarán marchas y protestas contra el tratado de libre comercio, que podrían generar algunas perturbaciones locales de orden público, focalizadas en ciertas zonas de los cascos urbanos.

En este escenario, el proceso electoral en marzo y mayo del 2006 se desarrolla sin mayores inconvenientes y la Fuerza Pública logra en general mantener el comportamiento positivo de varios de los índices de criminalidad, a pesar de los ataques esporádicos de la subversión.

Sin la figura y el carisma de Uribe Vélez en campaña, la contienda política se torna más cerrada y reñida, incrementándose la posibilidad de que pueda llegar a la presidencia un candidato de orientación ideológica diferente y que se produzcan cambios importantes.

En este escenario, a corto plazo, el riesgo se mantendría en un nivel relativamente similar al actual, sin embargo, a mediano plazo, la posibilidad de que se puedan presentar cambios en las políticas de seguridad, podría generar cierto grado de incertidumbre.

Escenario 2

La aprobación de la reelección por parte de la Corte, hace prácticamente imperativa la conformación de alianzas ("todos contra Uribe"), para oponerse a un segundo término presidencial de Álvaro Uribe. La estrategia de los grupos opositores se concentra en temas como: 1. Minar la credibilidad del Presidente asociando a su Gobierno con los grupos paramilitares; 2. Consolidar ante la Comunidad Internacional la imagen de una dictadura antidemocrática en gestación, que desconoce temas como los derechos humanos; 3. acusar al Ejecutivo de un pobre desempeño en los campos social y económico; 4. Cuestionar los avances de la Política de Seguridad Democrática.

Ante el escenario probable de la reelección del Presidente y la prolongación de su Política de Seguridad, el riesgo podría incrementarse temporalmente, pues los actores armados como las Farc y el Eln, se esforzarían por demostrar el fracaso de la Política de Seguridad, aumentando sus acciones para dar muestras contundentes de su capacidad, buscando eventualmente inducir al electorado en mayo hacia otras opciones políticas más "moderadas". La Fuerza Pública podrá neutralizar exitosamente parte de estas acciones, pero los grupos armados lograrán llevar a cabo algunos actos terroristas (siendo muy factible que traten en particular de efectuar secuestros masivos en vías importantes para afectar el mayor logro de la Política de Seguridad: La recuperación de la movilidad sobre los ejes viales).

La imagen positiva del Presidente disminuye levemente, pero se mantiene en un nivel favorable, a pesar de los ataques de la oposición y la intensificación de las acciones de la subversión. El proceso electoral se desarrolla exitosamente a pesar de las presiones de los grupos armados.

El electorado interpreta que la ofensiva de las guerrillas sustenta la necesidad de apoyar el proyecto de seguridad de Uribe, y a pesar de la alianza de las fuerzas políticas opositoras, decide votar por un segundo término de su mandato.

En este escenario, a corto plazo, el nivel de riesgo podría escalar, sin embargo, a mediano plazo, habría menos incertidumbre, en la medida que se tendría mayor certeza sobre la continuidad de las políticas de Estado con relación a temas como la economía y la seguridad.

* Ingeniero Naval
Oficial ® Armada Nacional
Master en Ciencias Políticas, Universidad Javeriana
Especialista en Negociación y Relaciones Internacionales Universidad de los Andes