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Muchos no se enteran de que le han ‘vaciado’ su cuenta hasta que vuelve a realizar otra transacción. | Foto: Javier De la Torre.

LÍNEA CIUDADANA

¿Quién responde por mi tarjeta clonada?

Semana.com conoció varios casos de clonación de tarjetas y se dio a la tarea de responder los interrogantes que se generan cuando alguien es víctima de esta modalidad de robo.

Línea Ciudadana
29 de mayo de 2012

Cuando Sebastián fue a retirar lo que le quedaba de su sueldo en uno de los cajeros automáticos de Bancolombia, el recibo le indicó que solo tenía un saldo de 3.000 pesos. Fue una sorpresa lamentable porque ni él ni algún familiar suyo habían retirado el dinero.

Línea Ciudadana conoció varios casos en los que los usuarios han sido víctimas del fraude por una tarjeta clonada, entre ellos el reciente de Sebastián, de donde se desprenden varios interrogantes: ¿Qué pasó?, ¿Cómo fue?, ¿En qué momento?, ¿Quién responde por el dinero?

El pasado viernes 4 de mayo a Sebastián Álvarez le consignaron su sueldo, $1’400.000. En la tarde se acercó al cajero de Bancolombia más cercano a su casa en Galerías y retiró $20.000. Terminó su transacción, todo común y corriente. Al otro día se acercó al mismo cajero, esta vez digitó un valor mayor al que había realizado la tarde pasada, pero el cajero como respuesta sólo le entregó un recibo donde le notificaba que el saldo era insuficiente.

La primera reacción de Sebastián fue creer que esto era un error. Volvió a introducir la tarjeta para consultar el saldo y esta vez obtuvo lo que temía, en su cuenta sólo había $3.000. Angustiado, se dirigió a revisar en la sucursal virtual de su banco los últimos movimientos de su tarjeta, allí se dio cuenta de que en la noche del viernes alguien realizó cinco movimientos en los que él no tuvo ninguna participación.

Sebastián había sido víctima de uno de los fraudes más comunes en cuanto a delitos bancarios: la clonación de tarjetas.

Este tipo de fraude utilizado por los delincuentes es un método inmediato; en un segundo la información de la banda magnética de la tarjeta es copiada, por eso mucha gente no se entera de que le han ‘vaciado’ su cuenta hasta que vuelve a realizar otra transacción.

El copiado de la información se puede presentar tanto en establecimientos de comercio como en cajeros automáticos donde los delincuentes manipulan los dispositivos simulando la ranura en la cual se introduce la tarjeta. Según el gremio representativo del sector financiero colombiano, Asobancaria, esto lo hacen gracias a la manipulación de los datáfonos y cajeros, muchas veces con la complicidad de alguien que desliza la tarjeta en un skimming, un dispositivo que puede ser del tamaño de un encendedor y que permite el copiado de la información de la banda magnética de la tarjeta.

Como usuario bancario y víctima de este fraude usted cuenta con dos vías inmediatas, según Juan Fernando Celi, defensor del consumidor financiero del grupo Bancolombia: la primera es acudir con urgencia a la entidad bancaria a la cual se encuentra afiliado y la segunda, consultar directamente con la Superintendencia Financiera en el departamento de protección al consumidor financiero, para que esas entidades empiecen con la investigación pertinente. Luego, es aconsejable que el usuario se dirija a la Policía Nacional para poner la denuncia (con la documentación que le proporcionó el banco) y así empezar una investigación paralela que puede ser dispendiosa y demorada, como le explicaron a Sebastián en la  misma estación de Policía.

Después de dar a conocer el caso, la entidad bancaria inicia la investigación correspondiente para determinar si el cliente fue víctima del copiado de banda o perdió la confidencialidad de sus datos (por ejemplo al descuidar su clave). Los tiempos de respuesta al cliente afectado varían de acuerdo con la investigación del caso, y dependiendo de los resultados de la pesquisa se determina si hay lugar o no a reclamaciones y así a un reintegro total o parcial del dinero.

Ojo a los casos más comunes

“Las entidades bancarias pueden instrumentar toda la tecnología existente, pero si el usuario se deja engañar y se descuida en el uso de sus tarjetas, tiene un riesgo mayor a ser víctima de un fraude”, explica Asobancaria.

Para que haya un desfalco por clonación de tarjeta se necesitan dos pasos:

1) Copiar la información que aparece en la banda magnética.

2) Obtener la clave de la tarjeta.

Para tarjetas débito (en todas las operaciones) y las de crédito (en el caso de avances en efectivo) el delincuente busca obtener el PIN de seguridad mientras el usuario digita la clave. Finalmente, el delincuente graba la información obtenida de la banda magnética en otro plástico y utiliza esa tarjeta clonada para realizar retiros o transacciones por cajero automático o compras a través de POS (terminales de puntos de venta en internet).

Como da a conocer el portal Finanzas Personales, “en Colombia 4,3 millones de personas están expuestas a este delito gracias al uso de la banca online”. Por eso es importante llamar la atención de que aunque persiste el delito por internet denominado phishing (una forma de robo de información financiera a través de correos electrónicos), los delincuentes han retornado a modalidades basadas en el engaño a los clientes cuando están realizando transacciones. De esta manera, tipologías como el “cambiazo” o la “transacción abierta” se han vuelto a presentar de manera frecuente.

Para los casos de clonación no existe alguna norma que obligue a los bancos a tener un seguro  para reconocer el dinero de sus clientes porque “normalmente el fraude no se le hace al banco propiamente, sino a la persona y en cuanto a esto, el uso del medio y de la tarjeta es responsabilidad del usuario”, advierte Celi.

Asobancaria, señala que durante los últimos años se han realizado inversiones cuantiosas para la banca en cuanto a la instrumentación de medidas constantes que ayudan a mitigar el riesgo de fraude a través de tarjetas débito o crédito. Se estima que este valor se aproxima a más de 150’000.000 de dólares que se invierten en mecanismos para realizar las transacciones de manera más segura.

Particularmente, en cuanto a la clonación, los bancos han desarrollados medidas como:

1) Emisión de algunos tipos de tarjetas con tecnología EMV (conocida como tarjeta chip)
 
2) Instalación de dispositivos antiskimming en los cajeros (o ATM)

3) Instalación de cámaras en cajeros asociados con cada transacción.

4) Información en línea (a través de mensaje de texto o correo electrónico) sobre las transacciones realizadas.

5) Capacitaciones a establecimientos comerciales para el debido uso de las tarjetas en los datáfonos.

6) Campañas comunicacionales a los clientes para que tomen las debidas precauciones en el momento de realizar sus transacciones.



Según Asobancaria, si se tienen constantes denuncias de algún cajero o sitio comercial en específico tachado por este tipo de fraude, generalmente se abre un proceso de investigación con el fin de identificar el medio de fuga de la información. “Lo que se busca es determinar si el copiado fue mediante skimming, la manipulación del datáfono o la utilización de lectores distintos a los datáfonos”, explican.

Finalmente, con los resultados de este ejercicio, el establecimiento comercial es el responsable de tomar las medidas administrativas contra sus empleados, y las redes de datáfonos de tomar medidas restrictivas contra esos establecimientos.

Evite el fraude

Para interrumpir este tipo de fraude la recomendación principal y que más reitera Juan Fernando Celi es que el consumidor financiero utilice adecuadamente su tarjeta y nunca la pierda de vista. También, observar lo que pasa alrededor del cajero e informar a las autoridades si detecta cualquier tipo de anomalía. “Recuerde que los delincuentes logran surtir efecto de esta práctica gracias a que obtienen la clonación de la banda magnética de su tarjeta y la clave de la misma; si faltase uno de estos dos elementos, no es posible el fraude”, puntualiza Celi.

Algunas recomendaciones de Asobancaria:

1) Cuando digite su clave hágalo con precaución y evite que otras personas puedan verla.

2) Proteja el teclado con manos y cuerpo.

3) Antes de utilizar un cajero automático verifique que no se encuentre ningún material extraño pegado en la ranura, en caso de encontrar algo sospechoso, repórtelo de inmediato al servicio de atención al cliente de la entidad respectiva.

4) Cambie la clave de su tarjeta periódicamente, por lo menos una vez al mes.

5) No acepte colaboración de extraños en el momento de realizar la transacción con su tarjeta.

6) Si tiene problemas con su cajero o su tarjeta, llame al servicio de atención al cliente de su entidad.

Tenga en cuenta que este fraude es más común de lo que usted se imagina y no existe norma que obligue al banco a responder por su dinero.

Después de 20 días, el banco le respondió a Sebastián y para suerte de él, le reintegraron una buena parte del dinero que había perdido, pero no su totalidad. Ahora le llegan las alertas y las notificaciones de su cuenta al celular para estar más seguro de sus movimientos y está a la espera de la reposición de su tarjeta con chip. Sin embargo, “retirar todo el dinero de una y  tenerlo bajo el colchón” es la recomendación última de Sebastián, aunque las autoridades no lo recomiendan porque puede ser la causa para otro tipo de fraude: el fleteo.

Como dicen, hay que estar a “cuatro ojos” con los temas que involucren el dinero. Ser prudente y estar alerta es decisivo para pasar un mal rato o salvarse de él.
 
 

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