Se salvan las aerolíneas nacionales

Gracias a las decisiones de nuestras aerolíneas, doña Rosa tendrá problemas y su "caspete" (tienda en paisa) probablemente quebrará. Es que ella, cada vez que le compro un almuerzo extra rápido de papa rellena y gaseosa me da dos servilletas. Algunas veces me ve algo encartado y me da hasta cinco. Qué error, pienso yo. Doña Rosa se va a quebrar.

Entre tanto, los egresados de Harvard descubrieron que las aerolíneas no podían seguir regalando servilletas. Estudios profundos revelaron que esa es la fórmula salvadora.

También descubrieron que para asegurar la salvación de la compañía lo mejor es que el pasajero saque su almuercito de un cajón oscuro al entrar al avión. Resulta, según el estudio, demasiado costoso ordenarle a la azafata (niña de 58 años en Colombia) que le reparta la cajita a cada pasajero. Ahora la niña tendrá mucho mas tiempo en vuelo para sentarse incómodamente al revés.

Supongo que debe estar solicitando que revivan la ruana roja para poder sentarse despreocupada ante tanta mirada masculina. Lo positivo de este cambio es que ante una eventual catástrofe aeronáutica, la niña estará descansada y podrá ayudarle al atolondrado que se encuentra en la salida de emergencia. Siempre es bueno saber que estoy en buenas manos. Y ella feliz, mientras no la echen.

Pienso que si le pusieran a la servilleta propaganda del club Los Millonarios, no tendría que llevar conmigo la que me sobra de Doña Rosa.