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En Argentina temen que narcotraficantes colombianos y mexicanos desembarquen en su país. | Foto: Foto: AP

Alianza con BBC Mundo

Argentina ¿nuevo destino narco?

Una serie de hechos inusuales ocurridos en las últimas semanas en Argentina hacen temer a las autoridades que carteles de la droga de Colombia y México estén por desembarcar en el país. Alianza con BBC Mundo.

Max Seitz / BBC Mundo, Buenos Aires
26 de agosto de 2008

"Nos preocupa que alguna banda tome a Argentina como lugar de fabricación de sustancias ilícitas", advirtió días atrás el ministro de Justicia, Aníbal Fernández.

El funcionario negó que bandas de narcotraficantes ya estén operando en el país, pero no descartó que ello pueda ocurrir si no se toman medidas urgentes.

Hallazgos y asesinatos

Varios asesinatos y hallazgos de fábricas de narcóticos parecen abonar sus temores.

A principios de agosto, los cuerpos de tres jóvenes empresarios argentinos aparecieron acribillados en una zanja de la ciudad General Rodríguez, 55 kilómetros al oeste de Buenos Aires.

Todos ellos, que recibieron impactos de bala en la cabeza y el pecho tras haber sido secuestrados, estaban presuntamente involucrados en la industria farmacéutica ilegal.

Al parecer vendían efedrina, una sustancia usada para producir metanfetamina (droga similar al éxtasis), a grupos de narcotraficantes extranjeros que la exportan ilegalmente a México y Estados Unidos.

"Legalmente la efedrina se emplea para el tratamiento de congestión nasal y bronco-espasmos, aunque también genera efectos como estimulación, agitación y ansiedad", explicó a BBC Mundo Carlos Taira, profesor de Farmacología de la Universidad de Buenos Aires.

Cada día se suman nuevas revelaciones en la investigación del triple crimen de los empresarios. Por ejemplo, se informó que una de las víctimas, Sebastián Forza, había hecho importantes contribuciones financieras a la campaña electoral de la presidenta Cristina Fernández.

Violencia y descubrimiento

Este homicidio ha causado una mezcla de sorpresa y conmoción en Argentina, donde los asesinatos de naturaleza fría, calculada y profesional no son habituales.

El hecho se produjo poco después de que dos ciudadanos colombianos fueran baleados por un sicario en el estacionamiento de un concurrido centro comercial en la localidad de Martínez, 12 kilómetros al norte de la capital argentina.

Las víctimas fueron identificadas como Héctor Duque, alias "Monoteto", y Jorge Quintero, ambos integrantes del llamado Cartel de la Cordillera.

Pero eso no es todo: en julio, la policía allanó el mayor laboratorio de drogas de diseño descubierto hasta la fecha en Argentina. Era operado por nueve mexicanos miembros del Cartel de Sinaloa en un barrio privado de la localidad de Maschwitz, 50 kilómetros al norte de Buenos Aires.

Esta banda presuntamente contrabandeaba efedrina a México, donde está prohibida. Sus integrantes impregnaban el narcótico en la suela de zapatos deportivos que luego exportaban. La policía piensa que además planeaban elaborar metanfetamina a gran escala.

La Justicia sospecha que los empresarios argentinos asesinados estaban vinculados tanto con los narcotraficantes mexicanos como con los colombianos, a quienes les suministraban efedrina.
La conjetura es que su ejecución habría sido un "ajuste de cuentas" porque Forza era aparentemente un informante de la agencia antidroga de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).

Del tránsito a la producción

Pero más allá de las diversas hipótesis en la investigación, a las autoridades les preocupa que Argentina, que durante mucho tiempo ha sido un país de tránsito de drogas hacia EE.UU. y Europa, se esté transformando en un centro de producción.

Esto podría deberse a la imposición de mayores restricciones a los insumos en las naciones latinoamericanas que tradicionalmente han manufacturado narcóticos.

Debido a las menos rigurosas leyes locales, los carteles de la droga estarían mudando sus operaciones a Argentina, donde las sustancias que necesitan para fabricar estupefacientes no sólo tienen mayor disponibilidad sino que además se consiguen a un precio menor que en Colombia, Perú o Bolivia.

"Realmente no hay un control responsable sobre los precursores químicos como la efedrina y éste es uno de los posibles nichos que pueden explotar los narcos", admitió Aníbal Fernández, el ministro argentino de Justicia.