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<b>ALTO SAN JUAN-Tadó</b>

10 de marzo de 2003

Compadre:

Le escribo esta carta porque sé que está ofendido conmigo. La verdad es que quería pedirle disculpas por ¿Cómo están? Regular.

Monseñor Gonzalo Moreno Vargas, vicario general de la Diócesis de Itsmina: -De Quibdó se publica todo, de esta zona, nada. Hay que poner los ojos en la zona del San Juan y el Baudó porque todo se ha centrado en el Atrato.

-Amenazas, connatos de tomas pero los políticos están centrados en Quibdó y nos ahogan a los que queremos sacar información.

-En Tadó estamos secuestrados, la carretera a Pereira duró cerrada por diez días, sin comercio, la guerrilla decía qué se comerciaba, más la zozobra que hay por la carretera que va hacia Quibdó. Nos tienen bloqueados.

-A Tadó llega mucho desplazado. Hace un año hubo un intento de toma, venían con los cilindros con la seguridad de que se iban a tomar el pueblo pero se encontraron con el Ejército. Y dos veces han intentado tomarse a Tadó y la amenaza en grande porque la guerrilla dice que no descansa hasta tomarse Tadó.

-Hay un cerco. "A dios hay que ayudarle también"

-En El Tapón hubo un desplazamiento hace un año. Y la gente está la mayoría en Quibdó y los que están en Tadó, durante el día se desplazan a sus parcelas y se devuelven en la noche. No se han hecho programas en la zona para brindarles oportunidades de retorno.

-Río Tadosito, en El tapón los días de fiesta se llenaba de gente y turistas. Hoy está olvidado. La gente ha dicho que si hay fuerza pública regresan pero el Ejército no puede estar todo el tiempo allá.

Personero: "Ya la gente no quiere regresar. Dicen que no tienen garantías y lo que hay es que darles incentivos para regresar"

Alcalde: La situación es preocupante y grave, pero la ayuda no se ha manifestado en las proporciones en que se ha generado el desplazamiento. Albergues: problemas de hacinamiento, insalubridad, fenómeno del desplazamiento muy marginado.

Ibordó: 21 familias

El Tapón, Manungará Alto San Juan: 720 personas, 124 familias

En octubre incursionaron los paras, homicidios, saqueos , amenazas de masacre a la población. 3 veredas y corregimientos quedaron desocupados. Alcalde amenazado por decir con nombre propio lo que todo el mundo sabía.

Frente a cualquier fenómeno de amenaza la gente no duda en desplazarse, la resistencia se haría más efectiva si la gente tuviera más condiciones en su propio territorio.



Comunidades en resistencia con alto riesgo de desplazamiento: El Tabor, Playa de Oro, Carmelo. , a la gente se les está tildando de informantes.

A los líderes de San Juan les asalta la duda de: opción de despejar la vía y permanencia del Ejército que favorece el retorno. Pero cuando se da el retorno la gente queda sola. La gente tiene claro eso.

Necesidad de políticas que tengan alternativas de seguridad permanente, porque de lo contrario pueden presionar un retorno y favorecer una masacre.

Consejos comunitarios del San Juan: exigen medidas cautelares de la OEA para que se proteja la vida de los habitantes del Alto San Juan. Despensas agrícolas, zonas productivas pero sin vías de acceso porque los puentes de interconexión los tumban los grupos armados.

Ayudas inmediatas de la CICR y RSS a los desplazados del Alto San Juan.

Tadó:municipio intervenido pero el hambre no da espera. Es un municipio que no tiene con qué afrontar la problemática luego de suspender las ayudas humanitarias : qué sucede con la gente, ejemplo: comunidad de Santa Cecilia. $10 millones para atención a desplazados para un año y era la cifra del número de mercados para las familias.

"A nosotros se nos ha estudiado demasiado. Y al estómago no se le puede meter mucha letra", de qué sirve darles un mercado si después están abandonados.

Siembra de coca: si hoy no nos dan para sembrar yuca, mañana vendrán otros y darán para sembrar coca y lo que no se invierte hoy se tendrá que invertir mañana en fumigación.

Alto San Juan: la gente que está en Santa Cecilia quiere retornar pero la fuerza pública puede garantizar la seguridad en el casco urbano pero no en las veredas. La gente desplazada tiene sus fincas abandonadas, rastrojos, han perdido sus cosechas. Los hijos de los desplazados hoy se están comiendo las mangas de las camisas. Respeto a la vida para poder regresar porque se les tilda como autor del conflicto, como colaborador de los grupos.

Para que la gente retorne: garantías, pactos en DH y DIH.

Tadó: único pueblo del Chocó que no es lineal ribereño, sino que tiene estructura de interior con parque central.

Gerardo Perea Mosquera:concejal.

Asocasan ha reducido la frecuencia de desplazamiento a las comunidades porque empiezan a señalarlos guerrilleros y paramilitares. Como informantes: el que está aquí pregunta: ¿qué van a hacer allá?, y el que está allá: ¿y este a qué vino?

Tadó: fortín paramilitar, veredas; guerrilla. Por los señalamientos la gente evita desplazarse, porque la gente es impotente ante los actores armados.

La propuesta: alcalde y personero que no pueden desplazarse a las comunidades por seguridad, que trabajen de la mano con Asocasan que sí pierde La zona del Alto San Juan es corregimiento de Playa de Oro hasta Guarato.

En Santa Cecilia, un corregimiento del municipio de Pueblo Rico en Risaralda están ubicados los desplazados de los corregimientos de El Tabor, Mumbú y su vereda más Gingarabá, y el corregimiento de Guarato.

Eso fue en octubre del 2002, la guerrilla venía haciendo presencia desde hace mucho tiempo, el bloque José María Córdoba y parte del bloque Caribe de las Farc, el ERG y el Cacique Calarcá y El Bochas del Eln. El que más lleva es el ERG, que viene haciendo presencia desde hace como diez años, aunque no son estables, venían y se iban, hasta cuando llegó las Farc, hace como tres años y fue cuando hicieron la toma del puesto de Policía en Santa Cecilia en 1999, de ahí siguieron operando en la zona. Cuando comenzó la presencia paramilitar en toda esta área del Alto San Juan (El Tapón, Corcovado, Angostura, Playa de Oro, Carmelo, Tadó, Gingarabá, Mumbú y Guarato) empezó el señalamiento de que la gente de arriba son guerrilleros, y a la gente del casco urbano de Tadó los tildan de paramilitares. Es un acto irresponsable de quienes dicen algo por decir, pero no porque las cosas ocurran así, porque nadie puede creer que la gente aquí en Tadó sea paramilitar, que opera un grupo es diferente porque eso para nadie es un secreto, e igual nadie puede creer que el Alto San Juan sean guerrilleros, que opera la guerrilla es diferente. Pero eso es un conflicto en el que ha perdido mucha gente, porque han matado mucha gente.

En el casco urbano de Tadó operan los paramilitares, andan de civil y patrullan pero sin armas. Y la guerrilla hace presencia en los alrededores.

En medio de esos señalamientos, la gente del Alto San Juan que viene a Tadó es asesinada, eso ha pasado muchas veces. Eso se agudizó mucho desde el 1998 para acá, pero se apretó más del 2000. Inclusive no han podido realizar elecciones por el orden público en esos corregimientos. En las pasadas elecciones la gente no pudo votar porque las urnas las tuvieron que trasladar a la cabecera y la gente con el temor no tuvo derecho a votar.

Empezó el problema con las autodefensas porque empezaron a decir que toda la gente de esa zona era simpatizante o participante de esos grupos que operaban allá. Y la gente de allá perdió la presencia en su municipio porque ya no se pudieron desplazar a la cabecera municipal por temor.

Desplazamiento de Santa Cecilia:

Incursión de las autodefensas en octubre del 2002, incineraron varias viviendas, saqueando las casas. Ellos no tuvieron reuniones con nadie, entraron de una y apenas la gente vio lo que estaba ocurriendo empezó a correr a medida que ellos seguían avanzando, únicamente con la llaves en la mano. Sin nada. En Tabor y Mumbú mataron dos personas. Y tumbaban los puentes peatonales. La gente ahí mismo se desplazó a Santa Cecilia el mismo día. La gente cuando tiene ese miedo no espera a que le digan nada. Vienen matando y quemando casas, la gente no se pone a esperarlos. Porque hay alerta de masacre por parte de las autodefensas porque la zona está tildada de informante de la guerrilla. El temor es en todo el Alto San Juan.

Después de la toma de Santa Cecilia, no hubo más tomas de la guerrilla, ellos operaban en toda esa zona, y mataron gente, pero al menos daba opción de salir, porque al que no le gustaba se iba, y el que se aguantaba a convivir que ellos estuvieran haciendo presencia, pues se quedaban. Y la gente no es que los acepte sino es una resistencia a no desplazarse, porque no es que sea muy bueno convivir con un grupo de esos. La gente se desplaza no cuando hay un grupo armado sino cuando ya ve que es inminente que los van a matar, cuando ve que ya están pasando las cosas.

Yo estuve en Santa Cecilia hablando con los desplazados, allá recibieron muy buen trato por parte de la Red, les dieron tendidos, sábanas, cobijas, comida. Hablamos sobre el retorno, ellos dicen que no retornan porque no hay garantías, ellos dicen que retornan cuando haya un diálogo con los grupos que hace la ofensiva, que se aclare que la gente no es guerrillera, porque la gente ahí vendrá con más tranquilidad y con la esperanza de seguir trabajando. Hasta el momento no se ha convocado una reunión porque la gente le tiene mucho miedo a los paras. Pero hay que hacerlo.

Aprender a vivir con el actor: la gente se enseñó a vivir con la presencia de esa gente, los mismo que hace la gente que está donde operan los paramilitares, y llegan los otros y los tildan de simpatizantes del otro grupo, sin serlo. Y eso es lo que nos viene pasando a nosotros. Y es delicado conformar una comisión para ir a hablar con la guerrilla porque si los paramilitares se dan cuenta nos matan a todos, y lo mismo al contrario. Es un problema muy grave.

"Aquí nadie habla porque todo el mundo se cuida sobre lo que pueda pasar. Cuando empezaron a darse las cosas en esa forma yo saqué a mis hijos para Pereira, pasando muchos trabajos, pero allá tengo mi familia porque los saqué del conflicto armado. Sin embargo, no deja de estar el señalamiento de que uno es del Alto San Juan. Porque la gente del Alto San Juan es tenida como guerrillera, la gente de allá no viene aquí y los de Tadó no van por los lados del Alto San Juan, por Santa Cecilia, Guarato.

En el evento de Santa Cecilia se desplazaron 124 familias, unas 700 personas. A la guerrilla no la acaban, a los paramilitares tampoco, al Ejército tampoco, pero a las que sí están acabando son a las comunidades que están en el medio y muere mucha gente. Y por eso siempre he tenido la idea de que mientras no sea mediante un diálogo formal la violencia no acaba. Los corregimientos que se desplazaron viven de la madera, otros tienen sus vaquitas, otros se dedican al cultivo de plátano, chontaduro, borojó y lulo.

La gente vuelve pero declarando garantías concertadas, que haya un pronunciamiento oficial de los actores armados diciendo que la gente puede regresar y que les van a respetar sus vidas, y que la gente se ubique en su lugar: ni con uno ni con otro, porque eso lo he venido planteando en las comunidades, que la gente esté en lo que debe pero no prestarse a estar con uno ni con otro. No ayudarle a nadie, no prestar información. Lo que pasa es que si llega la guerrilla y le dice a alguien: véndame eso, o vaya y me compra un mercado, si no va lo matan, y si son los paramilitares, lo mismo. Y una cosa es que una persona preste un servicio obligado y otra que preste su voluntad para estar incluido en el conflicto. Porque: ¿quién habla con una persona que tiene un arma? Eso no es un diálogo. Y yo siempre he pensado: si uno no puede ser neutro, váyase. Por ejemplo está alguien trabajando en su parcela, y cuando llega a la casa y encuentra 50 personas armadas, la mujer por allá en un rincón con los chiquitos todos como las gallinas, bajo las alas, y llega uno y lo saludan y le dice: hermano, necesitamos que nos haga un favor, vaya mañana y me trae un mercado, o véndanos un marrano o una gallina, si está de buenas, porque o sino se la cogen, ¿quién le va a decir que no?. Y la gente por miedo, termina vinculada.

El alcalde tuvo una reunión con la gente del Alto San Juan y comentó que estaba amenazado. Pero en Santa Cecilia, donde las comunidades están necesitadas no ha hecho presencia ni una comisión de la administración municipal ni departamental del Chocó, y la dirigencia gubernamental del chocó debe ir y reunirse con su gente. Nadie ha retornado, esos pueblos están totalmente abandonados, son pueblos fantasmas. En Playa de Oro y El Tabor hay gente, pero del Tabor para allá, Mumbú, Gingarabá, están solos, en Guarato hay tres familias que de vez en cuando van a darle vuelta a la casa y se devuelve. Y todo el mundo perdió sus cosechas, las fincas están enmontadas, las casas con el rastrojo por encima. Y la gente por allá sola, sin dónde vivir, aguantando hambre.

ASOCASAN-Wilson

A raíz del conflicto y de las medidas que viene tomando el Estado, y las mismas tensiones del conflicto, ha hecho que la región del San Juan la hayan venido vinculando a la guerra. En la región no hay testimonios históricos de existir grupos armados acá. El conflicto ha llegado y últimamente se ha venido fortaleciendo. Inicialmente, la incursión de grupos subversivos no había generado un hostigamiento a las comunidades ni situaciones de violencia en las comunidades, siempre estaba de paso, permanecían uno o dos días en las comunidades y se iban. El único evento duro fue la toma de Santa Cecilia, hace tres años. Finalmente ha habido los rumores de incursión a la cabecera municipal y ya surgió la situación en contra de las comunidades: que la guerrilla