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Evo Morales, presidente de Bolivia

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BBC Mundo: Morales denuncia golpe de Estado

El presidente de Bolivia, Evo Morales, describió los disturbios de los días recientes en varias regiones controladas por la oposición como un "golpe de Estado cívico-prefectural".

Alianza BBC
15 de septiembre de 2008

El presidente de Bolivia, Evo Morales, describió los disturbios de los días recientes en varias regiones controladas por la oposición como un "golpe de Estado cívico-prefectural".

Sus declaraciones se dieron a su llegada a Santiago de Chile para participar en una cumbre de emergencia de líderes sudamericanos tiene lugar hoy para buscar una solución pacífica a la crisis que aún no encuentra solución en Bolivia.
 
La reunión ocurre en el marco de una semana de violencia en la que al menos 30 personas han muerto tras enfrentamientos entre simpatizantes y opositores al gobierno.

Morales señaló que la cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas, UNASUR, era importante pues había que defender la unidad no sólo en Bolivia sino también en Suramérica.

La cumbre fue convocada por la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, que preside UNASUR. Bachelet recalcó que el organismo no se mantendría inerme frente a la deteriorada situación en Bolivia.

El hecho que no menos de nueve presidentes asisten a la reunión es señal de cómo perciben los líderes regionales la amenaza contra la estabilidad democrática de Bolivia.

Lula es clave

Pero hay dudas de qué tan efectiva puede ser UNASUR en ayudar a resolver la crisis. El presidente Jose Inacio Lula da Silva de Brasil es probablemente una pieza clave en cualquier solución negociada internacionalmente.

Él está particularmente interesado en aliviar la tensión, ya que su país depende de Bolivia para el suministro de la mitad del consumo de gas.
 
a semana pasada hubo atentados contra dos gasoductos, lo que produjo una reducción temporal de las exportaciones de gas boliviano a Brasil.

Sin embargo, Lula ya expresó que la cumbre no tendría objeto si tanto el gobierno como la oposición en Bolivia no proponen soluciones.

En segundo lugar, UNASUR se conformó hace sólo cuatro meses para ayudar a resolver el reciente conflicto entre Colombia y dos de sus vecinos, Venezuela y Ecuador.

No obstante, esa fue una disputa entre Estados, mientras que el conflicto en Bolivia es interno y entre dos partes que tienen visiones muy diferentes del futuro político y económico del país.

División

Finalmente, UNASUR misma está dividida con respecto a qué tanto apoyar a Morales.

El presidente Hugo Chávez de Venezuela ha sido el más estridente en su respaldo. Siguió el ejemplo de Morales y expulsó al embajador estadounidense del país tras acusar a Washington de apoyar las protestas contra el gobierno, declaraciones rechazadas por EE.UU.

Chávez también declaró que estaría preparado a ofrecer ayuda militar a Morales en caso de un intento de golpe. Los otros países latinoamericanos no se han alineado con las medidas ni las declaraciones del presidente venezolano.

La mayoría de los analistas concuerdan en que la comunidad internacional debería trabajar con las soluciones que se están negociando internamente en Bolivia y no imponer nada desde afuera.

Más violencia

El desafío inmediato es que las protestas antigubernamentales se han tornado más violentas desde el referendo revocatorio del 10 de agosto.

Los grupos de oposición han aumentado las actividades de "acción directa" que incluyen bloqueos de carreteras y cruces fronterizos, sabotaje de gasoductos y ocupación de oficinas del gobierno.

Hasta ahora se han abstenido de atacar las instalaciones de gas y petróleo, lo que podría provocar una reacción más contundente del gobierno.

El principal obstáculo para cualquier solución a largo plazo es la renuencia de ambas partes a hacer concesiones significativas sobre los asuntos clave que los separan - autonomía regional, la distribución de los ingresos del gas, una nueva constitución y la reforma agraria.