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El pasado domingo, Buenaventura se despertó con un atnetado que, al parecer, habían cometido miembros de las Farc. En el hecho murieron dos policías y cuatro civiles. (Foto: AP)

Caen jefes de milicias en Buenaventura

Tras el atentado que el pasado domingo cobró la vida de seis personas, entre ellas dos policías, se entregó un jefe de milicias del puerto vallecaucano, luego de la captura de otro de los líderes del grupo.

25 de enero de 2007

Los dos Consejos de Seguridad que organizaron las autoridades en la ciudad de Buenaventura comienzan a dar frutos. Con la captura este miércoles de Jhon Freddy Estacio, alias ‘Luzbel’, y la entrega de Willian Riascos, alias ‘Seguidilla’, la red encargada de cometer estos crímenes se devela lentamente.

Al momento de su entrega, Riascos admitió ser uno de los comandantes de milicias en Buenaventura, pero negó haber participado del pasado fin de semana. Incluso dijo que su nombre estaba siendo utilizado por enemigos suyos para cometer toda clase de actos ilegales.

Sin embargo, sus antecedentes en la Fiscalía hacen pensar lo contrario. Este hombre es solicitado por la Fiscalía por terrorismo y está involucrado en investigaciones por concierto para delinquir, secuestro extorsivo y homicidio. Además, se sabe que ‘Seguidilla’ dirigía uno de los grupos que en los próximos meses se encargaría de atentar contra la infraestructura de esta ciudad.

Fue necesario un golpe como el del pasado domingo, cuando dos artefactos explosivos mataron a dos policías y a otros cuatro civiles, para que las autoridades decidieran unirse para trazar un proyecto de inteligencia conjunto y de largo aliento para arrancar de raíz la cabeza de este gran mal.

Al día siguiente del atentado, fue necesario enviar 65 infantes de marina especialmente entrenados, instalar de 60 cámaras de vigilancia y reforzar el equipo de inteligencia para cazar a quienes en los últimos meses han tenido acorralados a los bonaverenses que temen un nuevo ataque del frente 30 de las Farc. Según las autoridades, este grupo es el autor de los atentados en el puerto y que el año pasado obligó el traslado de la cúpula policial a Cali.

De acuerdo con el coronel Yamil Moreno, comandante de la Policía en Buenaventura, este es un golpe que “fractura” la organización guerrillera, pero que no acaba con la organización. Aseguró que ahora van detrás de un tercer jefe de milicias llamado Luis Hernando Mosquera, conocido con el alias de ‘El Calvo’.

La Policía, la Armada y el DAS son optimistas y aseguran que pronto van a dar con el paradero de más líderes guerrilleros. Pero hay que tener en cuenta que la guerra de Buenaventura no es de bandos buenos y bandos malos. La pobreza, la corrupción, la infiltración de grupos ilegales a los organismos del Estado, la debilidad institucional, el narcotráfico y la estratégica ubicación geográfica hacen que uno de los puertos más importantes del país se vuelva vulnerable para toda clase de prácticas ilegales.