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Canal del Dique, una prioridad nacional

Álvaro Viloria Romero, Especialista en Gestión Ambiental
5 de junio de 2006

La cuenca del Canal del Dique presenta una superficie aproximada de 4.550 km2. El área total de está dividida en dos mitades más o menos similares, una al norte del canal que contribuye con 46% de la superficie y otra al sur con el 54% restante.

Presenta ecosistemas de bosque seco, muy seco y enclaves azonales más húmedos, los cuales resultan ser prioritarios para la conservación y el manejo sostenible. Además del canal, las ciénagas, mangles y marismas representan el 21% de la cuenca, dejando a los ecosistemas terrestres con el 79%. La cuenca sur tiene mayor superficie de ciénagas y aparentemente mayor cantidad de bosques y menor grado de intervención comparado con la cuenca norte.

La ecorregión estratégica del Canal del Dique desde el municipio de Calamar en el departamento del Bolívar hasta el Distrito de Cartagena incluyendo su bahía, la bahía de Barbacoas y el Distrito de Cartagena, posee una población humana aproximada de un millón 200 mil habitantes. Es hábitat de 41 especies de mamíferos, 81 especies de aves, 21 ícticas, cuatro de anfibios hasta ahora estudiadas, 32 de reptiles. En flora la ecorregión y su Humedal albergan mas de 137 especies y 17 géneros de macrófitas acuáticas, con 15 familias y tres divisiones.

De otra parte el humedal contiene el Santuario de Flora y Fauna “El Corchal” o “Mono Hernández” y se haya muy próximo al Parque Nacional Natural Corales del Rosario y San Bernardo.

En la zona de influencia directa del Canal habitan un millón 326.347 personas, el 87 % de las cuales reside en las zonas urbanas. Igualmente, del total de la población, el 60% se distribuye en el distrito de Cartagena, un 15% en el Departamento del Atlántico, 4% en el departamento de Sucre y un 21% otros municipios del departamento de Bolívar. Cabe anotar que la población se caracteriza por sus elevados niveles de pobreza, el 20,4 % vive en estado de miseria y, con excepción de Cartagena, Sabanalarga y Turbaco, los niveles de NBI (necesidades básicas insatisfechas) superan el 52 % de la población, llegando en algunos municipios hasta un 94,7 %. La principal actividad económica es la pesca, la agricultura y la ganadería. La fragmentación del hábitat a causa de las acciones antrópicas es la problemática mas crítica y relevante del área, sumado a esto se encuentra la contaminación de los cuerpos de agua por desechos líquidos y sólidos.

Más que una vía fluvial rectificada y artificial desde la colonia a fin de encontrar una salida del río Magdalena hasta la bahía de Cartagena, el Canal Del Dique es un uno de los Complejos de Humedales Continental más importantes del país. Se extiende al N de la Serranía de los Montes de María y desemboca al mar en las Bahías de Cartagena y Barbacoas. Corre a lo largo de la depresión que se encuentra en el límite sur de los Departamentos de Bolívar y Atlántico, y atraviesa, en sus casi 100 kilómetros, tres departamentos, varios municipios y una infinidad de ecosistemas naturales y antrópicos.


Por su naturaleza misma, este humedal es un ecosistema altamente dinámico, sujeto a una amplia gama de factores naturales y antrópicos que determinan su modificación en el tiempo, aún en ausencia de factores de perturbación. La transformación total del humedal, es decir de los procesos que determinan la desaparición total o el cambio fundamental de las características del sistema, obedece a los cambios en los atributos físicos, químicos o biológicos que desde hace muchos años se le ha infringido al sistema.

La problemática de la Ecorregión Canal del Dique presenta dos tipos de orientaciones complementarias y no excluyentes en la definición de las soluciones para su manejo adecuado y sostenible: Lo técnico- científico (especialmente lo ecositémico y ambiental) y lo netamente político, normativo e institucional. Estos dos aspectos tienen que ver con la definición de un ordenamiento territorial ambiental y son los elementos claves para lograr a través de su integralidad el desarrollo humano sostenible que se necesita para el área.

El Canal del Dique, como tantos otros sitios vitales y estratégicos del país por proveer bienes y servicios ambientales y por generar desarrollo económico y social, se define institucionalmente hablando -en la tradición política ambiental- como un Ecosistema Estratégico que se concibe institucionalmente de manera aislada, lo cual impide de una manera eficaz el tratamiento jurídico, administrativo y técnico de este humedal.

La cuenca del Canal hace parte de un Área de Manejo Especial declarada por el Gobierno Nacional desde 1978 (Decreto Ejecutivo 1751), cuyo mandato está vigente y prevalece sobre cualquier otra norma y propósito.

El Área de Manejo Especial comprende una superficie total de 730.000 hectáreas. La zona está en jurisdicción de 27 municipios, en tres departamentos y tres Corporaciones Autónomas Regionales (CARDIQUE, CRA Y CARSUCRE) y por imperio de la Constitución Nacional de 1991 se estableció a CORMAGDALENA para el manejo integrado de administración fluvial y portuaria de la cuenca del río Magdalena y Cauca, dentro de la cual el Canal es sólo un segmento y, aunque el mandato de aplicación del Área de Manejo Especial correspondería especialmente a las autoridades ambientales para lograr su administración, manejo y protección, es imprescindible considerar a una gran cantidad de actores para orientar el desarrollo para el ordenamiento y la planificación basándose en estudios ecológicos, económicos y sociales.

El Decreto de establecimiento del AME invocó el artículo 8 de la Ley 23 de 1973, el cual permitía al Gobierno Nacional adoptar las medidas necesarias para coordinar las acciones de las entidades gubernamentales que directa o indirectamente adelantaban programas de protección de recursos naturales renovables en ese momento. CARDIQUE es hoy, a todas luces, la institución mas adecuada para lograr una coordinación y un liderazgo institucional, habida cuenta de ser la que mayor cantidad porcentual de superficie de la cuenca y del AME posee en su jurisdicción y la de mayor afectación de los problemas ambientales del canal.

Bajo la coordinación de CARDIQUE, ASODIQUE, PNUD/LIFE y la Cámara de Comercio de Cartagena se han realizado dos Foros “Canal del Dique y Bahía de Cartagena: Una Prioridad Nacional” con la participación activa de actores sociales, políticos e institucionales, concluyéndose en la necesidad de redactar y formular un documento que trazara las bases y los lineamientos de una política pública nacional para todo el humedal y la definición de un ordenamiento ambiental, el cual pudiera ser la base de elaboración de un documento CONPES, como base del desarrollo territorial, el desarrollo social de calidad de vida, desarrollo económico, y el manejo de los recursos naturales, así como sentar las bases para la declaratoria del humedal Canal del Dique como un Distrito de Manejo Integrado, figura y categoría de estatus legal que podría convertirse en articulador del desarrollo sostenible.

Durante los últimos 10 meses CARDIQUE, CARA, CARSUCRE y Conservación Internacional (CI) -en el marco de un convenio cooperativo interinstitucional- han adelantado un arduo trabajo de ordenación en la Cuenca Hidrográfica del Canal del Dique que permitirá concluir con la elaboración de un Plan de Ordenamiento y Manejo realizado en forma participativa. Significa, que con este ejercicio de planificación y ordenación de cuenca hidrográfica las instituciones buscaran favorecer integralmente aspectos relativos a la dinámica hídrica (balance hídrico y caudal ecológico), a la conservación de los humedales y de la biodiversidad y, finalmente, al desarrollo humano sostenible. Será un esfuerzo colectivo por planificar, a través de actividades, programas y Proyectos, las acciones que garanticen un adecuado fortalecimiento del territorio y de sus actores, para los próximos años, en el contexto de las normas y la política ambiental colombiana, como también en el marco internacional, y de los acuerdos establecidos por los países parte de la Convención RAMSAR y eventualmente en otras como la de Biodiversidad y Cambio Climático con sus mecanismos de desarrollo limpio.

Finalmente se realizará la etapa de concertación y formulación de acuerdos para la viabilización del ordenamiento con actores, en este caso, del nivel nacional, regional y local, en donde se debe incorporar la estrategia de implementación incorporando al ordenamiento un posible DMI, la formulación de un documento CONPES, y un reglamento de Uso que debe ser concertado con muchos mas actores ajenos al gran agregado de pobladores y autoridades de la región.

Todos estos esfuerzos coinciden en la necesidad de lograr un ordenamiento adecuado del uso del suelo y, desde este punto de vista, desarrollar para este importante ecosistema de humedales, el denominado Plan de Manejo y Ordenamiento que se oriente hacia el desarrollo sostenible, la restauración y la conservación de humedales afectados.