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El Presidente Hugo Chávez, durante su visita en días pasados a La Guajira, Colombia. FOTOS: AP.

Reacción de Caracas

Chávez expresa su “sorpresa” y “frustración” por la tajante decisión de ponerle fin a su tarea de mediador

El gobierno de Venezuela deja la puerta abierta para continuar prestando sus “humildes servicios en aras de la vida y la paz” en Colombia. Chávez no fue avisado por Uribe de la decisión, sino que se enteró a través de los medios de comunicación.

22 de noviembre de 2007

El presidente Hugo Chávez reaccionó con prudencia a la fulminante decisión de su colega colombiano quien a la medioanoche del miércoles le puso punto final a su labor como mediador. El gobierno de Venezuela manifestó el jueves su “sorpresa” y “frustración" por la intempestiva decisión del presidente Álvaro Uribe de terminar la mediación que realizaba el mandatario Hugo Chávez para un canje humanitario con las Farc.
 
“Con sorpresa hemos recibido la decisión del gobierno colombiano de dar por terminada la mediación del presidente Hugo Chávez y la facilitación de la senadora (colombiana) Piedad Córdoba en la búsqueda del canje humanitario”, dijo la Cancillería venezolana en un comunicado. Empero, “el gobierno de Venezuela acepta esta decisión soberana del gobierno de Colombia”, indicó el escrito divulgado después del mediodía de este jueves.

“Pero manifiesta su frustración dado que de esta manera, se aborta un proceso que se venía llevando con pulso firme y en medio de grandes dificultades, habiéndose obtenido en apenas tres meses importantes avances que hacían pensar ya, en la posibilidad de una solución a este drama esencialmente humano que afecta a nuestra hermana y querida Colombia”, añadió.

Invocó “el buen juicio de quienes tienen en sus manos el poder para tomar a tiempo sabias rectificaciones y decisiones posteriores”.
“El gobierno y el Pueblo de Venezuela, a pesar de esta lamentable decisión del gobierno de Colombia, tiene sus corazones y sus brazos abiertos para continuar prestando sus humildes servicios en aras de la vida y la paz”.

“Igualmente agradecemos los innumerables apoyos de gobiernos, organismos internacionales, personalidades públicas de todo el mundo”, señaló.

Llamado a la calma
 
En tanto, la senadora Córdoba calificó de “balde de agua fría” lo resuelto por Uribe, y sostuvo que “hay que tomarlo con mucha serenidad, con mucha tranquilidad, sin hacer de esto una guerra”.
El gobierno de Colombia expresó el miércoles en un comunicado que tomó la decisión de terminar la mediación porque había advertido que Chávez no debía comunicarse directamente con los mandos militares colombianos.

Según el escrito, Córdoba llamó por teléfono al comandante del Ejército colombiano, general Mario Montoya, y poco después le pasó la llamada a Chávez. “Lo primero que tengo que ser es cortés con Chávez, además tengo que aclarar que yo fui quien hizo la llamada al general Mario Montoya, y eso es lo que debe quedar muy claro”, añadió.

La dirigente liberal señaló que le daba “mucha tristeza” por las personas que aún permanecen retenidas, y aseguró que el fin de sus gestiones como facilitadora “no significa que no sigamos trabajando”.

Por su lado, la diputada oficialista venezolana Aurora Morales, al cuestionar la medida del gobierno colombiano, afirmó que “esa patada que le dio Uribe a la mesa no va a desestabilizar la mesa porque hay muchos factores en juego”.

La congresista venezolana dijo en una entrevista en la televisora estatal que confía en que la mediación de “nuestros vecinos, el gobierno francés, el clamor del pueblo, de los familiares”, ayude a que Uribe revise su decisión.

“Me da la impresión de que pareciera que el gobierno de Colombia estuvo siempre al acecho de cualquier excusa para cortar la mediación del presidente Chávez porque ellos sentían que el presidente Chávez estaba adquiriendo una notoriedad en Colombia y en América Latina y en el mundo”, dijo el gobernador oficialista del estado oriental de Anzoátegui, Tarek William Saab.

El presidente francés, Nicolás Sarkozy, instó el jueves a Uribe a restituir la mediación de Chávez. “Seguimos pensando que el presidente Chávez es la mejor oportunidad de liberar a Íngrid Betancourt y a todos los demás rehenes”, dijo el vocero de Sarkozy, David Martinon.