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Juan Carlos Ramírez-Abadía, alias ‘Chupeta’, se dio el lujo de guardar más de 55 millones de dólares para cualquier emergencia. Pero la Policía los encontró. (Ilustración: Javier de la Torre- SEMANA)

Narcotráfico

‘Chupeta’, un narco frío y de gatillo fácil, era el dueño de los 55 millones de dólares

Según el ministro de Defensa, Juan Carlos Ramírez Abadía, alias ‘Chupeta’, graduado en Economía, era el dueño de las cinco caletas descubiertas por la Dijin en Cali. Se trata de un hallazgo histórico en la lucha contra las drogas, con la sorpresa de que incluso guardaban lingotes de oro.

17 de enero de 2007

A Juan Carlos Ramírez Abadía poco le gusta discutir. Él prefiere resolver las diferencias eliminando a su interlocutor con un arma que él mismo dispara. “Es extremadamente violento”, sentencia un informe de la DEA. Esa manera de ser le permitió mantener un ascenso permanente y sostenido desde cuando años atrás se vinculó al Cartel de Cali. “Me mató a toda la familia”, señala una testigo al recordar que él fue el hombre que asesinó a 35 miembros de la familia de Víctor Patiño Fómeque (ver artículo anexo).
 
Ramírez Abadía empezó a ser conocido a sus 20 años. Por aquel entonces había dejado sus estudios universitarios -aunque alcanzó a graduarse como economista en una prestigiosa universidad de Bogotá, su pudiente familia esperaba que hiciera un doctorado en finanzas pero él optó por otro camino-. En esa época, sin embargo, entre su círculo de amistades sabían que él dedicaba las mejores horas del día a rendirle un culto especial a la plata.
 
Criado en el mundo de la mafia bajo el brazo de los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, sus cómplices de andanzas auguraban que algún día tendría mucha plata. Entonces trabó amistad con Juan Carlos Ortiz, 'Cuchilla' otro hombre que también llegó a ser un poderoso narco pero que fue asesinado. 

Los pronósticos no se equivocaron. Hoy entra en la historia de los registros mundiales al perder de un solo golpe 55 millones de dólares que le incautó la Dijin en Cali. Para el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, no hay dudas de que la plata era de “este sujeto”. Algunos investigadores coinciden en señalar que él la había guardado allí como hombre previsivo que siempre ha sido para tenerla en calidad de caja menor en el futuro.

Aunque nació en la cálida ciudad de Palmira el 19 de febrero de 1963, su carácter siempre ha sido el de un hombre frío que calculaba siempre cada movimiento.

Conocido con los alias de ‘Chupeta’, ‘Augusto’, ‘El Patrón’, de mediana estatura, de 165 libras de peso, con ojos y pelo color marrón, se trasladó a Cali, en donde comenzó sus actividades ilícitas. A pesar de sus maneras finas y su cuidada elegancia, solía expresarse poco.

Fue uno de los primeros narcotraficantes en no sentirse a gusto sólo con el tráfico de cocaína, sino que buscó trazar rutas para el transporte de la heroína. Tan pronto empezó hizo su primer millón de dólares, lo que provocó envidia entre sus colegas. Aunque el sentimiento no era tanto de recelo, sino de temor porque empezaron a darse cuenta de que disparaba sin mediar palabra.

Entre la organización se le acusa de realizar directamente los homicidios de varios traficantes. Simultáneamente, al establecer las rutas de su propiedad tomó la de Cali-Buenaventura; pera eso sí, sin ir a contrariar a los hermanos Rodríguez Orejuela. En el puerto empezó a ver el horizonte del Pacífico, que le abría unas posibilidades inmensas de ampliar el negocio. Entonces diseñó rutas de contrabando hasta Los Ángeles con escala en la costa mexicana. Por eso, en ambos países es ampliamente conocido por parte las autoridades policiales.
 
La mirada al norte

Desde Los Ángeles se lanzó al control de la distribución de los narcóticos en la otra costa: Tomó Nueva York, en donde fue uno de sus reyes. Eso le permitió unos ingresos millonarios que él mismo lavaba y que, ahora se descubre, también escondía.

La Oficina de Control de Bienes Extranjeros (Ofac, por su sigla en inglés) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos no tiene dudas a la hora de evaluar el poder de este narco. “Ramírez Abadía ha sido uno de los más poderos y evasivos narcotraficantes en Colombia”, sentencia Adam J. Szubin, director de Ofac. “Hoy por primera vez estamos presentando y tomando acciones contra los bienes de su red financiera, las cuales incluyen compañías aparentemente legales construidas a partir de ingresos provenientes del narcotráfico”, dijo en una rueda de prensa el año pasado, cuando se recordó que tenía testaferros que manejan una compañía de distribución de medicamentos, Disdrogas Ltda., para el blanqueo de dinero.
 
La Ofac recordó que Ramírez Abadía inició su carrera ilegal en el narcotráfico con el cartel de Cali. En el caso en mención, fundó la compañía Ramírez y Cía. Ltda. a finales de 1980, al inicio de su carrera como narcotraficante. Luego cambió el nombre de la compañía por el de Disdrogas Ltda. y pasó la propiedad y la administración de la empresa a manos de personas de su confianza que pudiesen proteger sus bienes. Esas personas incluyen a sus padres, Omar Ramírez Ponce y Carmen Alicia Abadía Bastidas, y sus asociados de negocios, Jorge Rodrigo Salinas Cuevas y Edgar Marino Otálora Restrepo, todos los cuales fueron nombrados por la Ofac.

Ramírez Abadía también ha contado con suerte pues ha sido arrestado una vez en Colombia. Entonces optó por bajar el perfil, aunque las autoridades aseguran que desde las cárceles continuaba dirigiendo el tráfico de las drogas. Salió en libertad porque no tenía orden de extradición. El ya sabía lo que era la prisión pues durante los tiempos del sometimiento a la justicia fue uno de los primeros en hacerlo. Pagó siete años en la cárcel de Villahermosa en Cali.

Al comenzar la década de los 90 y con los golpes al Cartel de Cali, también le llegó el procesamiento por el Distrito de Colorado en noviembre de 1994. También lo procesaron en el Distrito del este de Nueva York en 1994 y 1996. En marzo de 2004, un jurado federal en Washington hizo lo mismo por tráficos de droga.

Para entonces ya se le tenían registros de que había acumulado 10 millones de dólares, por lo que las autoridades empezaron e publicar los afiches en donde se ofrece por él 5 millones de dólares.

Un informe de la Policía dice que ‘Chupeta’ es considerado uno de los traficantes más importantes en Colombia, tiene hoy “su centro de operaciones en la ciudad de Cali, desde donde ha liderado su propia red criminal, utilizando personas para ocultar su emporio financiero, muchas de ellas familiares y parientes cercanos, quienes no lograron justificar la adquisición de sus bienes”.
 
Alias ‘Chupeta’ ha estado en la mira de las autoridades de los Estados Unidos desde hace varios años, por lo que decidieron decretar una serie de sanciones económicas a sus propiedades y dictarle orden de captura con fines de extradición hacia ese país. Las autoridades colombianas también han lanzado grandes ofensivas para atacar las estructuras de los principales carteles de la droga en Colombia, entre las cuales están varias ocupaciones a propiedades de Ramírez-Abadía en el año de 1997 que ascienden a varios miles de millones de pesos.
 
Todos los estimativos se quedaron cortos pues solo en efectivo se dio el gusto de guardar entre las paredes 55 millones de dólares. Hoy está prófugo. Las autoridades están tras sus huellas, y al menos ya está sin dinero en efectivo ni lingotes de oro para seguir huyendo. Quienes creyeron que tenía buen olfato para hacer dinero no se equivocaron.