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Lunes, 18 de septiembre, 5:30 p.m.

Cinco investigadores del caso Jamundí denuncian amenazas de muerte

La directora seccional de fiscalías de Cali, Alicia Ledesma, reveló que cinco investigadores del CTI han sido amenazados durante la última semana. Les han hecho mensajes intimidatorios en los que les dicen que se cuiden ellos y sus familias.

18 de septiembre de 2006

Era lo único que faltaba. Las amenazas de muerte aparecieron en el juicio por el asesinato de 10 policías y un civil el 22 de mayo pasado en las afueras de Jamundí, Valle, a manos de miembros del Batallón de Alta Montaña comandado por el Coronel Byron Carvajal. La directora seccional de Fiscalías, Alicia Ledesma, denunció amenazas contra cinco de sus investigadores.
 
Los detectives intimidados serían llamados a declarar en calidad de testigos en este hecho que fue calificado por el Fiscal General de la Nación, Mario Iguarán, como “una masacre”.

Las víctimas de las intimidaciones son expertas que tuvieron a su cargo el levantamiento de los cadáveres, las pruebas de balística y el análisis de los mensajes de textos. Todas piezas claves en la acusación por homicidio agravado en concurso múltiple que realizó la fiscalía contra 15 militares del Batallón de Alta Montaña, durante la audiencia que se llevó a cabo el pasado viernes 8 de septiembre.

Los amenazados son el jefe de la Policía Judicial de las Unidades de Reacción Inmediata, URI, de Cali, quien coordinó las inspecciones de los cadáveres; el jefe del Grupo de Balística y un analista de comunicaciones, quien se encargó de recopilar y analizar los mensajes de texto y las llamadas de los celulares de los militares. Los otros dos son peritos que participaron en la investigación.

Según Ledesma las amenazas comenzaron luego de la audiencia de acusación donde la Fiscalía dio a conocer las cerca de 190 pruebas, entre testimonios y evidencias, que acumuló contra los militares. Hace una semana llegó una fax al despacho de la dirección de la Fiscalía de Cali. En este documento se decía: “están jodiendo mucho con el caso Jamundí”. Y seguidamente, amenazaba de muerte a los dos fiscales que llevan el proceso y a varios detectives.

Durante esa misma semana, al jefe de la Policía Judicial lo llamaron a la casa y le dieron un plazo de ocho días para dejar el país. Otro hecho que está siendo analizado por Fiscalía fue la visita a las casas de varios investigadores de personas extrañas. En uno de los casos, tres motocicletas con cinco hombres rondaron la vivienda de uno de los peritos.

Frente a los hechos la Directora de Fiscalías, aseguró que se han tomado medidas de seguridad. “Vamos a ir a la audiencia como testigos, no nos vamos a dejar intimidar”, agregó la funcionaría al tiempo que señaló desconocer de dónde provienen las amenazas.

Los cinco miembros del CTI amenazados hicieron parte de la investigación contra los militares desde el día de los hechos. Los peritos intimidados descubrieron que varios de los cuerpos de los policías asesinados fueron movidos de la escena del crimen. También realizaron el dictamen balístico, en el que muestran que fue una emboscada y no un cruce de disparos entre fuerzas del estado. Estas evidencias hacen parte del material probatorio que presentó la Fiscalía, con las que busca demostrar que este no es un caso de fuego amigo, sino una emboscada para dar de baja un grupo elite de policías.