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Colombia fortalecerá presencia militar en frontera con Ecuador

La decisión fue tomada tras la reunión entre los presidentes Álvaro Uribe y Rafael Correa (electo mandatario ecuatoriano) y busca prevenir el resurgimiento de cultivos de coca en la zona, en la cual Ecuador se opone a las fumigaciones con glifosato.

11 de enero de 2007

El ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, reveló este jueves que el gobierno nacional incrementará su pie de fuerza en la frontera con Ecuador como medida de prevención contra la eventual reaparición de cultivos de coca en la zona, una de las de más difícil control para las autoridades.

La frontera con Ecuador corresponde a los departamentos de Nariño y Putumayo, en los cuales existe fuerte presencia de la guerrilla de las Farc. Aunque el gobierno no lo reconoce oficialmente, esa es una de las zonas con más graves problemas de orden público y por eso es allí donde se concentra buena parte de los esfuerzos del Plan Colombia destinados a combatir a la guerrilla.

Apenas un años después de que Álvaro Uribe llegara al poder en su primera administración, el entonces ministro del Interior y Justicia, Fernando Londoño, proclamó el triunfo de la lucha contra la guerrilla y el narcotráfico en la región y aseguró que no quedaba una sola mata de coca en Putumayo. Cinco años después es innegable que el narcotráfico tiene fuerte presencia en esa zona y que los cultivos de coca tampoco se han acabado, pues en la zona confluyen todas las causas para su resurgimiento: Abandono estatal, presencia de los actores armados y grandes dificultades para las comunicaciones y el acceso a la región, debido a su topografía. Según informó este jueves el ministro Santos, solo en los 640 kilómetros de frontera con Ecuador (no en la totalidad de los departamentos de Putumayo y Nariño) había 13.000 hectáreas de coca, de las cuales faltan por fumigar unas 1.000.

Por esta razón, además del compromiso de no fumigar sin previo aviso a Ecuador, el presidente Álvaro Uribe decidió fortalecer la presencia militar en la frontera para reforzar los controles y disminuir la posibilidad tener que acudir a una nueva aspersión, situación que volvería a complicar las relaciones entre los dos países.

Santos aseguró que Colombia no suspenderá las actuales fumigaciones, lo cual significa un triunfo de la diplomacia de Uribe frente a Correa, quien había condicionado cualquier avance en la normalización de las relaciones binacionales a la inmediata suspensión de las fumigaciones con glifosato.

Aunque la tensión entre los dos países disminuyó desde el miércoles, sigue la expectativa frente a la eventual asistencia de Uribe al acto de posesión de de Correa, el próximo lunes. Dado su pragmatismo, se espera que lo haga, pese a que varios de sus asesores le recomendaron abstenerse. Las razones de Uribe tienen que ver con el éxito de su reunión con Correa el miércoles en Managua (Nicaragua) en la que los dos mandatarios sentaron las bases para una distensión binacional. Sin embargo, Ecuador no ha dicho cuándo ordenará el regreso a Colombia de su embajador en Bogotá.