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Totalmente incineradas quedaron las instalaciones del batallón Bomboná donde ocurrió la conflagración. | Foto: Luis Guillermo Echeverri, periódico El Mundo

Comienzo de año doloroso para seis familias en Medellín

Tras la tragedia vivida luego de la explosión del Batallón Bomboná, seis familias están a la espera de que se les entreguen los restos de los desaparecidos y en los habitantes del sector continúa la incertidumbre.

2 de enero de 2008

'Tito' le decían de cariño sus familiares y amigos del barrio Buenos Aires de Medellín, donde había crecido, el mismo barrio en el que trágicamente falleció. El soldado profesional del Ejército, Jayber Palacio Díaz, había llegado al Batallón de Artillería No. 4 coronel Jorge Eduardo Sánchez, conocido como el Batallón de Infantería Batalla de Bomboná, la mañana del sábado 29 de diciembre para entregar sus armas y salir al merecido descanso. Acababa de terminar su jornada en una de las unidades móviles, en el municipio de Dabeiba, Antioquia, sin saber que el riesgo más grande de su vida lo correría justo en el momento en que salía a su licencia.

Ese día el teniente Josué Camacho Álvarez, los cabos Tercero Edisón Franco Andica y Juan Guzmán Rodríguez, y los soldados profesionales Jhon Muñoz González y Arnobio Restrepo, también serían declarados desaparecidos tras el incidente que ocasionó el incendio de las instalaciones del batallón.

Cuando eran las 10:30 de la mañana comenzó la explosión que causó la deflagración del lugar. Todo parece indicar que la detonación accidental de una granada de mano en un depósito de armamento fue la que originó una tragedia, como lo confirmó el General Luis Roberto Pico Comandante de la Séptima División de Ejército. La reacción en cadena de la explosión se volvió incontrolable a pesar de los esfuerzos por mitigar las llamas.

La familia de "Tito" escuchó las detonaciones sin mucha preocupación. Pensaban que el joven probablemente no había llegado al batallón y que no pasaría a mayores. Sin embargo, el temor de una tragedia aumentó cuando se empezó a evacuar a los habitantes del sector aledaño al cantón militar. Horas más tarde la familia Palacio recibió la noticia de que uno de los desaparecidos era Jayber.

Durante más de cinco horas se vivieron momentos dramáticos. Helicópteros de la Brigada de Aviación del Ejército estuvieron rociando agua constantemente sobre las estructuras incendiadas. Se impidió el acceso a la zona y se desviaron las rutas de buses con el fin de evitar que el número de víctimas aumentara. Pero llegada la noche, las replicas de las explosiones continuaban manteniendo en alerta a las autoridades y cuerpos de rescate. La explosión esparció material de guerra en los alrededores. Por eso las autoridades alertaron a los habitantes del barrio para que tuvieran cuidado de no manipular ningún objeto extraño que encontraran.

Sin embargo, luego de la fiesta de fin de año, todavía hay incertidumbre entre los habitantes de la zona y los familiares de los seis desaparecidos. El Ejército informó que debían hacerse detonaciones controladas con el fin de hacer explotar el material residual. Mientras tanto, personal especializado continúa almacenando el material de guerra, que hasta no ser ubicado no permite la remoción de escombros. Ante esta amenaza, el recate de los restos de los desaparecidos se hace más demorado lo que acrecienta el desconsuelo de sus familiares.

Por otro lado los vecinos de la localidad están a la espera de que se les atienda las averías de sus casas, ya que la explosión causó daños en paredes y ventanas. Además piden que continúen las tareas de barrido a fin de que se logre la recolección del material esparcido.

"Dios sabe por qué me lo quitó", dijo Manuel Gonzalo Palacio, el padre de Jayber luego de que se le tomara la prueba de sangre para la identificación de su hijo. Todos en la familia esperaban que el joven de 21 años estuviera con ellos para celebrar la despedida del año. Sin embargo, el luto visitó su casa y los preparativos de la fiesta se depusieron. Ahora están a la espera de que se les entreguen los restos para poder enterrarlo.