Home

On Line

Artículo

Así quedó el jeep que explotó este jueves e la población de Fusagasugá, a una hora de Bogotá. (Foto: Juan Carlos Sierra- SEMANA)

Con el ataque en Córdoba, ¿abandonan las Farc el repliegue estratégico?

La guerrilla lanzó un devastador golpe contra la Policía en una zona de antiguo dominio paramilitar: mató a 17 agentes y a dos civiles. La acción ocurre tras los atentados en Bogotá y Villavicencio, de las cuales las autoridades también sindican a esta guerrilla. Análisis de SEMANA.COM

Andrea Peña
1 de noviembre de 2006

El balance es el peor contra la Fuerza Pública en los últimos años. Las Farc atacaron el comando de Policía en el corregimiento de Tierradentro en Montelíbano, un municipio al sur de Córdoba, y mataron a 17 policías, a dos civiles y dejaron heridos a tres agentes. Acciones armadas como esta no se veían hacía tiempo. De acuerdo con la defensora regional Milena Andrade, varias casas quedaron destruidas y la población se mantuvo atrincherada durante horas, en una escena similar a tiempos que los colombianos creían ya olvidados.

Evidentemente, es un golpe severo a la política de Seguridad Democrática. No importó que en este lugar estuvieran acantonados 60 carabineros que hicieron lo imposible por repeler la fuerza de unos 150 guerrilleros pertenecientes a los frentes 58, 18 y 5 de las Farc (este último uno de los más poderosos del Urabá antioqueño) que a lo largo de unas ocho horas lanzaron pipetas y ráfagas de fusil que acabaron con varias construcciones de la población.

Aunque se volvió un lugar común decir que las Farc están replegadas pero no derrotadas, es una verdad de a puño que quedó demostrada en este nuevo ataque. “Son capaces de soportar el chaparrón del Plan Patriota, planear la toma de un corregimiento pequeño y atacar, por eso no es una sorpresa que esto ocurra, sobre todo si todavía cabe la posibilidad de un acuerdo humanitario”, explica Carlo Nasi, director de especializaciones del departamento de ciencias políticas de la Universidad de los Andes, quien asegura que antes de una negociación, las partes demuestran fortaleza militar y esta puede ser una prueba de ella.

También se podría pensar que el ataque de la madrugada de este miércoles, las dos explosiones Villavicencio (donde la semana pasada murieron dos personas frente a una brigada militar y donde este viernes resuktó otra persona herida) y el carrobomba en Fusagasugá que mató a tres personas el jueves son una respuesta al contundente discurso del presidente Álvaro Uribe. Como se recordará, el Jefe del Estado, el pasado 20 de octubre, rompió los acercamientos para un acuerdo humanitario entre el gobierno y las Farc luego del bombazo en la Universidad Militar y señaló al grupo insurgente como autor de este hecho.

Sin embargo, las Farc no tienen una capacidad de respuesta tan inmediata y estos tres atentados pueden ser una señal de supervivencia militar frente a la política de seguridad de Uribe.

Expertos sobre el tema explican que esto se debe a que ataques así deben planearse con tiempo, y que al menos uno de ellos era ordenado o conocido por el Secretariado de las Farc. “Ellos (los guerrilleros) han podido aprovechar la oportunidad táctica en Tierradentro para atacar, sin importar la presencia de Policía en el lugar. En la Universidad Militar y Villavicencio el procedimiento para estallar una bomba fue igual: se planea, se asigna y se ejecuta la acción. De cualquier forma, si el Presidente no hubiera pronunciado el discurso hace dos semanas, los atentados hubieran sucedido”, asegura un funcionario del Ministerio de Defensa.

En teoría, es posible que las Farc quieran dar la sensación a la opinión pública de que el Presidente está eligiendo mal: si no rompía los diálogos, Uribe Vélez quedaba como un mandatario débil. Si lo hacía, le lloverían críticas como en efecto ocurrió. En últimas, pareciera que la guerrilla lo hace para desgastar al Presidente.

Ecos de una toma

Pero la toma a Tierradentro puede tener otro significado y es el de la colonización de un territorio que antes pertenecía a los paramilitares. Hasta hace unos años, Salvatore Mancuso imponía su ley en estas tierras. Sus hombres del Bloque Sinú, que trabajaban con Andrés Angarita y quien en las elecciones al Congreso intentó aspirar a un escaño a la Cámara de Representantes en la lista de la dirigente Zulema Jattin, también imponían la ley de los fusiles y el miedo.

“La zona es de interés geográfico y económico para las Farc porque muy cerca de las poblaciones de Ayapel y Montelíbano están sembradas con coca (...) Ahora el presidente Uribe queda en una posición incómoda porque después de su bravata en la Escuela de Guerra estaba obligado a darle un golpe contundente a la guerrilla, pero ocurrió lo contrario: la guerrilla pegó primero”, dice Alfredo Rangel, quien dirige la Fundación Seguridad & Democracia.

Hoy Tierradentro es prácticamente inaccesible ya que hace unos años la guerrilla dinamitó un puente en una zona conocida como San Jorge, paso obligado para llegar a esta población. Por tal razón, la respuesta de la Fuerza Pública fue tardía para enviar tropas de apoyo.

Aún así, la Fuerza Aérea llegó en la mañana de este miércoles a bombardear la zona, pero de acuerdo con las autoridades, los guerrilleros disparaban desde las casas de los pobladores, lo que hacía bastante difícil apuntar con certeza hacia los insurgentes.

Minutos después, la reacción del Ministro de Defensa fue ordenar el traslado inmediato de la Brigada 11 con sede en Montería, mientras que las aeronaves de la Fuerza Aérea, hombres de la Armada y unidades especiales de la Policía continuaban su paso ahcia la zona para retomar el control.

¿Y ahora cómo será el pulso? El Presidente puede cumplir con lo dicho en su último discurso cuando advirtió que no existirían acercamientos para el canje si persistían los ataques terroristas. En conclusión, los secuestrados por las Farc no verán la luz de la libertad hasta el final de esta administración. A no ser que la opinión pública -que hoy paradójicamente apoya al Presidente pero en su mayoría, según los sondeos de varios medios, quiere el intercambio humanitario- lo haga virar de posición.

¿Y las Farc? Esta guerrilla ha demostrado una enorme habilidad para adaptarse a las diferentes situaciones. Aguantó la ofensiva en Marquetalia -cuando eran apenas un puñado de hombres-, resistió la presión en La Uribe -en tiempos de Gaviria-, blindó a todos los miembros del Secretariado tras la ruptura de los diálogos en el Caguán -con Pastrana- y ha estado sólida al esfuerzo militar del Plan Patriota. La pregunta es si después de cuatro años en los que demostró una sólida defensa ha decidido pasar al ataque. Los días por venir darán la respuesta. Pero si es así, hechos como el de la madrugada de este miércoles en Tierradentro hacen prever que correrá mucha sangre.