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Cartagena

Con paso lento

9 de enero de 2005

Este año a la situación de pobreza que vive Cartagena (una de las más altas del país) se le sumó la emergencia desatada por el invierno. Aún así su alcalde, Alberto Barbosa, logró sacar adelante medidas tan impopulares como el cobro de la plusvalía y de valorización. Además la gente le abona sus esfuerzos en materia de seguridad y el manejo razonable de las finanzas de la ciudad. Pero no ha estado exento de críticas. Le reprochan el no haber adjudicado la licitación para el suministro de alimentos de más de 10.000 niños pobres, la falta de gestión para buscar un nuevo relleno sanitario, y ha habido dudas sobre su transparencia luego que se denunció que los prepliegos de una licitación para la construcción de un colegio supuestamente habían sido amañados a favor de un constructor local. El próximo año, que por razones del calendario electoral puede ser el último de Barbosa, parece ser el del desquite en relación con la inversión en nuevas obras. Ya se han dado pasos en firme para sacar adelante el programa de gestión social de la vía perimetral, que consiste en reubicar 165 familias, y además tiene el compromiso con el país de adelantar múltiples obras de infraestructura para la realización de los juegos Centroamericanos y del Caribe de 2006.