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El atentado con el carro bomba causó heridas a diez personas. La Policía ofreció mil millones de pesos de recompensa para quien de información sobre los autores del hecho. FOTO: AFP

TERRORISMO

Cuatro policías y un civil mueren en segundo atentado en Neiva

Las víctimas son una mujer de 60 años que estaba en el lugar; el capitán Carlos Cardona, director de la Sijín; y los agentes antiexplosivos Alexander Peralta, Robinson Londoño y John Jairo Valdivia Torres.

1 de marzo de 2007

Neiva ya no soportará otro atentado más. La capital del Huila está presa del pánico tras la explosión esta mañana de un artefacto explosivo que mató a tres policías y a un civil y dejó a tres personas más heridas en el mismo lugar que el pasado jueves  explotó un carro bomba que iba dirigido contra la alcaldesa de esta ciudad, Cielo González Villa.   
 
A las 3:15 de la mmañana de este sábado, una llamada alertó a las autoridades que de inmediato se trasladaron hasta el lugar. Cuando llegó la Sijín, se encontraron con los explosivos que creyeron haber desactivado por completo. Sin embargo, justo cuando trasladaban en el carro de la Policía la bomba, estalló a los pocos minutos y mató al capitán Carlos Alberto Cardona; a los subintendentes Alexander Peralta, Robinson Londoño; al agente antiexplosivos Jhon Jairo Valdivia y a una mujer de 60 años que todavía no ha sido identificada.

En el atentado también resultaron heridos Carlos Alberto Godoy, que se desplazaba en una moto, Marcela Martínez una joven de 19 años y Álvaro Rojas, quien intentó auxiliar a los unfirmados.
 
En un consejo de seguridad el director de la Policía, Jorge Daniel Castro, ordenó el envío de 200 policías más que reforzarán la capitla huilense.
 
El caso de la alcaldesa
 
La Alcaldesa de Neiva es una mujer joven, atractiva, inteligente y de convicciones. Una de sus certezas, por ejemplo, es la de no ceder al chantaje de los grupos armados ilegales. En concreto a las Farc. Esta guerrilla la declaró objetivo militar y ha intentado matarla en al menos tres ocasiones. La más grave y reciente se produjo en la mañana de este jueves, cuando le explotaron un carro bomba. Minutos después anunció, junto a los escombros: “Voy a seguir gobernando”. Así es Cielo González Villa, una de las funcionarias más amenazadas del país.

Sin embargo, su anuncio no fue hecho con odio. Al contrario, lo hizo en tono sereno. “Yo invito a las Farc a que busquen caminos de reconciliación para que nos podamos entender. Porque con acciones como esta sólo resulta afectada la inocente población civil”.

El carro bomba estalló a 300 metros de la sede de una emisora a donde ella acude todos los jueves para hablar sobre su gestión de gobierno. La onda explosiva dejó diez heridos, uno de ellos, según el parte médico, “está muy grave”.

La propia alcaldesa informó que el automóvil explotó poco después de ser removido por una grúa al frente de la emisora HJ KK. Faltaban diez minutos exactos para que la entrevista llegara a su fin. Por casualidad un agente de una patrulla de tránsito cruzó por el sector y vio el carro –una fuente dijo que se trataba de un automóvil Mazda 323-. El servidor público observó que estaba mal estacionado y procedió a retirarlo. Entonces, con un compañero, lo engancharon en una grúa e iniciaron la marcha. Cuando iba en la ruta explotó. La onda explosiva causó los mayores estragos en una buseta que iba en la misma vía.

Otro hombre que también se dirigía a su trabajo quedó atrapado entre los escombros. Fueron momentos de pánico. Los servicios médicos reaccionaron y procedieron a atender a los heridos. “Es terrible porque estamos trabajando por hacer patria y hacer las cosas bien”, manifestó González.

De inmediato, la funcionario recibió una llamada del presidente Álvaro Uribe que le ofreció su respaldo y la opción de trasladarla desde la capital del Huila a Bogotá para que continuara trabajando en la distancia. Ella agradeció el gesto pero le explicó que no iba a abandonar su ciudad. “Aquí me voy a quedar”, señaló. Según su testimonio, durante su gestión el 90 por ciento del presupuesto se ha destinado a la inversión social. “Este es un gobierno para la gente menos favorecida”.

Señaló que invitaba a las Farc a buscar caminos de reconciliación y a trabajar en bien de la sociedad. “Pero, eso sí, desde la institucionalidad”. La funcionaria cree que la molestia de las Farc con ella se debe a que Neiva era hasta hace muy poco tiempo una “capital de las Farc” en la que se movían a su antojo. “Ahora no. Aquí estamos fortaleciendo las instituciones y eso se nota”.

Entre tanto, Isabel Hernández, la jefa de atención de desastres de la localidad, dijo que dos de los heridos están graves. En especial uno de ellos de 61 años con las piernas y brazos destrozados y otro de 24 con esquirlas en la cara y abdomen.
 
Luego, en la tarde, el presidente Uribe visitó la ciudad. Allí valoró altamente la gestión de la alcaldesa y elevó a 2.000 millones de pesos la recompensa para quien suministre información que permita la captura de los autores de este hecho delictivo.

En la mira de las Farc

No es la primera vez que la burgomaestre recibe la violencia de parte de las Farc. En realidad, desde que asumió su gobierno en Neiva, Cielo González no ha parado de recibir amenazas contra su vida. Los atentados y mensajes intimidantes provienen de la columna más fuertes de esta guerrilla: la Teófilo Forero, una unidad elite que se ha anotado algunas de las acciones más sangrientas no sólo en los departamentos del Huila y Caquetá –donde tiene su epicentro–, sino que incluso está sindicada por las autoridades de hechos tan dolorosos como el atentado contra el Club El Nogal, en Bogotá.

Por eso, a la alcaldesa de Neiva la califican como la mandataria más amenazada del país. Así lo demuestra la tortuosa historia desde cuando asumió su gobierno, en noviembre de 2003. Cuando estaba recién posesionada en su cargo, un grupo de personas arrojó una granada en su casa. Por fortuna, en aquella ocasión no hubo heridos, pero sí cuantiosas pérdidas materiales.

Luego sus agresores siguieron con su violenta cruzada. Arremetieron contra su familia. En 2005, el afectado fue su padre, cuando una noche se encontraba en un barrio popular y fue atacado con disparos, a los que respondieron sus escoltas. Uno murió y otro quedó herido, pero el padre de la alcaldesa se salvó. Y a finales del año pasado, fue desmantelado un grupo armado que pretendía asesinarla. Entre los investigados hay un miembro del Ejército que las Farc habían logrado infiltrar para realizar el macabro plan.

La misma Cielo González ha declarado en reiteradas ocasiones que quienes están tras su vida son los miembros de la mencionada columna Teófilo Forero que opera en su ciudad. A pesar de esos hechos contra ella y su familia, sumados a una serie de amenazas, ella ha intentado seguir su rutina de vida normal.

El pasado 30 de diciembre, el diario El Tiempo publicó un perfil de ella donde reconoce que sigue trotando por las mañanas y yendo al salón de belleza. Que lo único que le ha tocado suspender por motivos de seguridad son los eventos nocturnos, pero que eso no la inquieta porque prefiere descansar.

En la mañana de este jueves, se produjo el tercer atentado contra. Aunque salió ilesa, el reciente ataque es el que más víctimas ha dejado en todo el historial que presenta el mandato de González. La explosión de esta mañana dejó como saldo ocho heridos. Todos ciudadanos inocentes.

Un departamento acosado

La situación de la alcaldesa de Neiva es un reflejo del acoso de las Farc al departamento del Huila. Este departamento del sur del país es un escenario natural para los grupos armados porque es un corredor que une al Cauca con Caquetá.

Se trata de una región montañosa con climas aptos para la producción de cultivos ilícitos. Esta es una de las razones por lo que está en la mira de agrupaciones guerrilleras. La que mayor fuerza tiene en la zona es la columna Teófilo Forero, de las Farc. Esta unidad militar se ha encargado de sembrar el miedo con temidas acciones armadas contra políticos y contra la población civil.

La reciente explosión de un carro bomba en Neiva ocurrió cuando hacía apenas tres días el país había conmemorado un año de un día doloroso. El 27 de febrero de 2006 fue triste para todo el país. Ese día un grupo de hombres armados descargó ráfagas de proyectiles contra nueve concejales del municipio de Rivera (Huila), mientras realizaban una sesión en un establecimiento público.

La mayoría de concejales eran campesinos que vivían en veredas y casas que, por mucho, podían sostener un techo. La mayoría de ellos no había ni siquiera acabado el bachillerato y habían vivido siempre en sus faenas del campo y querían, con su actividad, fortalecer la democracia de su región. Sus comunidades lo ratifican. Lo único que los llevó a volverse concejales fueron las ansias de trabajar por sus pueblo y la aceptación de sus coterráneos.