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Miles de declarantes de renta les quitaron 17 mil cupos de salud gratis a los más pobres. Estaban dentro del Sisbén sin merecerlo.

Insolencia

Declarantes les quitaron 17 mil cupos de salud gratis a los más pobres

Miles de personas de clases media y alta recibían beneficios del Sisbén sin merecerlos.

5 de junio de 2008

En 2006 había cerca de 50 mil personas que declaraban renta que podían beneficiarse de los programas de atención en salud para los colombianos más desprotegidos, revelaron la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), el Ministerio de Hacienda y el Departamento Nacional de Planeación (DNP) después de cruzar las listas de declarantes con las de beneficiarios de salud gratuita.

El cruce de información reveló que de esos 50 mil inscritos, al menos 17 mil 400 declarantes recibieron atención médica sin hacer aportes pese a que tenían la capacidad económica para hacerlo.

Para ese entonces, debían declarar renta los asalariados que tuvieran un ingreso anual superior a 66 millones o un patrimonio superior a los 89 millones. La comparación de las listas dejó claro que cerca de 15 mil personas con esas características económicas estaban en la base de datos del nivel uno del Sisbén y otras 35 mil aparecían en el nivel dos.

Quienes pertenecen a esos niveles del Sisbén son los que tienen prioridad para acceder a programas de salud, subsidios de empleo, vivienda, créditos educativos, desayunos infantiles o programas para adultos mayores.

El estudio encontró también que para ser incluidos en el Sisbén, 106 mil personas que podrían calificarse de clase media o alta dieron información falsa sobre sus ingresos.

Aunque este descubrimiento es lamentable, refleja una notable mejoría en los cruces de información que se pueden hacer entre bases de datos útiles para detectar a los infractores. “Incluso estamos mirando si podemos hacer cruces con Datacrédito, para mirar si en el Sisbén hay personas registradas que posean tarjetas de crédito”, le explicó a Semana.com Andrés Escobar, subdirector de Planeación Nacional.

Esos cotejos de listados son necesarios porque es muy difícil detectar las mentiras que algunas personas dicen cuando le hacen la encuesta del Sisbén, que consiste en un formulario diseñado por Planeación Nacional, pero que aplican las alcaldías.

Según Julio Rincón, integrante del Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud, detectar la información que se recoge en las encuestas es una tarea que debe estar apoyada por organismos nacionales, porque en las alcaldías no se tienen los suficientes registros para confirmar, por ejemplo, quién declara renta.

“Lo único que se puede confirmar es el estado de la vivienda, porque los funcionarios pueden ir hasta allá”, dijo Rincón quien aclaró que en todo caso se han presentado casos de personas que arriendan una casa en mal estado para quedar en el Sisbén.

Si bien pueden presentarse casos en los que los funcionarios de las administraciones municipales son engañados, también podría ocurrir que el Sisbén sea utilizado para pagar favores políticos o favorecer a los amigos de quienes tienen el poder. En 2007, Votebien.com denunció que algunos candidatos estaban usando cupos en el Sisbén para obtener votos.

Frente a tales irregularidades, desde el 26 de febrero de este año el DNP ha reaccionado eliminando del Sisbén a los beneficiarios que no tienen por qué serlo y pidiendo explicaciones de por qué figuraban allí.

En sus descargos, los colados han dicho que algunas lo hicieron para obtener los beneficios del sistema y otras porque hay municipios donde les aplican la encuesta a todos sus habitantes para tener un panorama general de las condiciones en que vive la gente. En éstos municipios, no todos los encuestados reciben los beneficios. Algunos no los solicitan y otros son sinceros en la información que dan y eso los descarta automática de recibirlos.

Esa sinceridad de unos cuantos la contrasta el descaro de otros que han insistido y peleado para gozar de las garantías que da el Sisbén.

Por el derecho de reservar la información, no se pueden divulgar los nombres ni la ubicación de los colados. Sin embargo, es posible deducir que la irregularidad sea más frecuente en ciudades intermedias o grandes, donde habitan la mayoría de declarantes del país.

Este tipo de fraudes que le roban beneficios a los más pobres no es nuevo. A finales del año pasado se hicieron cruces de la información del Sisbén de 2004 y 2005 con la de la Dian. En esa oportunidad se hallaron 63 mil personas declarantes de renta que aparecían en ambos listados. De éstos, cerca de 20 mil estaban clasificados en los niveles uno y dos del Sisbén y el resto, distribuidos en los demás niveles.