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Desprestigiar a Obama fue la clave de la resurrección de Hillary

Los analistas consideran que la publicidad negativa de la campaña de Hillary Clinton contra Barack Obama le dio el triunfo a la senadora en las elecciones primarias del martes en Texas, Ohio y Rhode Island. Por Juan Carlos Iragorri, enviado especial de SEMANA a San Antonio (Texas)

5 de marzo de 2008

Cuando medio mundo la daba por muerta en la carrera hacia la Casa Blanca, Hillary Clinton demostró el martes que está más viva que nunca. Ese día la senadora por Nueva York logró tres importantes victorias sobre Barack Obama, con quien lucha minuto a minuto por la candidatura demócrata a las elecciones presidenciales del 6 de noviembre. La señora Clinton consiguió el 50.9% de los votos en las elecciones primarias aquí en Texas, mientras que Obama alcanzó el 47.4%. En Ohio, ella se quedó con el 54.3%, y él con el 44%. También lo venció en Rhode Island, con el 58.4% contra el 40.4%, y perdió únicamente en Vermont, donde Obama llegó al 59.4%, y ella al 38.7%.

Todo eso, en plata blanca, significa que Hillary va a seguir adelante en la batalla por hacerse con la candidatura oficial de su partido, que se definirá entre el 24 y el 28 de agosto en la convención de Denver (Colorado). Para entonces, el candidato requiere el apoyo de 2.025 delegados. Hasta el momento, Obama cuenta con 1.570, y la senadora con 1.465. El martes, tras advertir que en los últimos años todos los presidentes han ganado las primarias en Ohio, Hillary dijo: "Seguiremos adelante, y seguiremos hasta el final".

La idea de la ex primera dama, según lo explicó este miércoles The New York Times, es ganar la primaria de Pensilvania el 22 de abril para luego convencer a la mayor parte de los 796 'superdelegados', es decir ex ministros y ex congresistas que tienen voz y voto en la convención.

Pero la pregunta que se hace mucha gente es cómo pudo Hillary Clinton doblegar a Obama en Texas, donde estaban en juego 193 delegados y donde las encuestas le atribuían a él una victoria por estrecho margen. La respuesta es clara: a Obama empiezan a sacarle los cueros al sol, y a la ex primera dama le sirvió la publicidad que pagó en televisión para desprestigiar a su adversario.

La clave de esta publicidad fue un anuncio el pasado fin de semana en el que se ven varios niños durmiendo plácidamente a las tres de la mañana cuando de pronto suena un teléfono rojo. Una voz en 'off' explica que puede tratarse del aviso de una crisis internacional y señala que, quien va a contestar en la Casa Blanca, debe tener gran experiencia en el manejo de situaciones graves. La publicidad termina cuando entra la voz de Hillary para identificar que el comercial es suyo. El propósito es poner de relieve la supuesta falta de experiencia de Obama.

"Esa publicidad negativa funcionó, y lo demuestra el hecho de que, según las encuestas, mucha gente decidió votar por Hillary en los últimos tres días. Para Hillary, fue positiva la publicidad negativa", dijo Peter Wallsten, analista del diario Los Angeles Times. A Obama, en cambio, de nada le sirvió el anuncio que, con imágenes semejantes, puso al aire para contrarrestar la ofensiva. El miércoles el senador dijo que va a contraatacar.

El otro punto que le hizo mucho daño a Barack Obama fue la filtración de un memorando de un diplomático canadiense en el que consta que Austan Goolsbee, asesor del precandidato demócrata, le dijo que las declaraciones del senador, según las cuales es partidario de renegociar el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA por sus siglas inglesas), son una simple estrategia de campaña porque Obama no piensa realmente eso. El NAFTA fue suscrito por Estados Unidos, Canadá y México.

Por si fuera poco, otro asunto que ha perjudicado a Obama fue el comienzo del juicio el lunes contra Tony Rezko, un constructor acusado de lavado de dinero, que le ha donado dinero al senador y que le dio su respaldo para que pudiera comprar la casa de Chicago en la que vive.

Sea como fuere la duda que flota en el ambiente es si Hillary podrá superar a Obama en la convención de agosto, o si él logrará darle una vez más la vuelta a la tortilla. Porque lo que está claro es que los últimos meses, en el bando demócrata, han sido como una montaña rusa. Obama empezó con un triunfo en Iowa el 3 de enero, Hillary lo venció dos semanas después en New Hampshire, y desde entonces ha habido un permanente 'toma y dame'. El martes por la noche, en la manifestación que ofreció aquí en San Antonio, Obama no fue el de siempre. Volvió a hablar de la necesidad del cambio en Estados Unidos, pero su tono era el de un perdedor. Sus seguidores no podían ocultar la tristeza. Lo que viene se definirá por 'voto finish'. Seguro.

En el campo republicano, las cosas quedaron dichas el martes por la noche. El senador de Arizona John McCain es el candidato oficial. Con más de los 1.131 delegados que requiere en la convención de St. Paul (Minnesota) entre el 1 y el 4 de septiembre, este miércoles fue recibido en la Casa Blanca por su copartidario el presidente George W. Bush, quien le brindó su respaldo. McCain no está perdido, ni mucho menos. Las encuestas demuestran que para Hillary u Obama será un hueso duro de roer.