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Jorge Noguera, ex director del DAS y actual consul en Milán.

El debate sobre el DAS

El Congreso estudió esta semana la infiltración paramilitar en el DAS y el fraude electoral de 2002. Los dos senadores más activos durante el debate le respondieron a Semana.com los principales interrogantes que quedan sobre el tema.

Juanita León y Élber Gutiérrez Roa
5 de mayo de 2006

Luego de un mes de dilaciones por desacuerdos sobre su transmisión por televisión, el debate sobre la infiltración paramilitar en el DAS llegó por fin al Congreso. Citado por el Partido Liberal y el Polo Democrático, el debate convocó la atención de la Cámara (el martes) y del Senado (miércoles y jueves), con el objeto de despejar algunas de las inquietudes frente a lo que ocurrió en la entidad durante la administración de Jorge Noguera.

En la jornada del martes el ex director de protección del DAS, Jorge Benítez, ratificó las denuncias de otros ex funcionarios de la entidad sobre el poder de penetración de la mafia en la institución con la supuesta complicidad de Noguera, hoy cónsul en Milán.

El miércoles y jueves la bancada de oposición reconoció en el Senado que no hay una prueba que comprometa al presidente Uribe en los hechos de corrupción. "No veo clara la vinculación del Jefe de Estado, como tampoco veo claro el tema del fraude", dijo el senador liberal Darío Martínez. A su turno, el actual director del DAS, Andrés Peñate, reconoció por primera vez que hubo anomalías durante la gestión de su antecesor. (ver artículo relacionado)

Al término de la semana quedaron varias preguntas en el aire sobre el grado de corrupción del DAS, las razones por las cuales el presidente mantiene a Noguera como cónsul en Milán, la realidad de las elecciones de 2002 en Magdalena y la veracidad del testimonio de Rafael García, el ex director de informática de la entidad, hoy preso por borrar antecedentes de siete narcos pedidos en extradición.

Semana.com le formuló esas preguntas a dos de los protagonistas del debate en el Congreso: la senadora uribista Flor Modesta Gnecco y su colega Antonio Navarro, del Polo Democrático. La primera se concentró en defender a la campaña uribista de las acusaciones de Rafael García sobre fraude electoral en la Costa durante los comicios presidenciales de 2002. Navarro, en cambio, usó las estadísticas de la Registraduría para demostrar lo que –según él- “fue un fraude de enormes proporciones en 12 municipios a favor de un candidato presidencial”. (ver entrevistas relacionadas).