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Lilian Gaviria Trujillo, hermana del ex presidente César Gaviria, presidente del Partido Liberal. (Foto: Archivo SEMANA)

Judicial

El Ejército captura a otro de los responsables del asesinato de Liliana Gaviria

Alias “Tito”, señalado de pertenecer a la columna ‘Teófilo Forero’ de las Farc, es el quinto hombre en manos de las autoridades que deberá responder por el asesinato de la hermana del ex presidente César Gaviria, actual director del Partido Liberal.

29 de enero de 2008

Edgar Antonio Cañas Piedrahita, conocido con el alias de “Tito”, fue capturado por el Ejército este martes en San Vicente del Caguán (Caquetá), y es uno de los once integrantes de la columna ‘Teófilo Forero’ de las Farc señalado de asesinar a Liliana Gaviria, hermana del ex presidente de la República César Gaviria, y a su escolta José Fernando Vélez Rengifo.

Por el doble homicidio, ocurrido en abril de 2006 a las afueras de Pereira cuando los delincuentes intentaban secuestrar a la empresaria, también son responsables Beatriz Villalba Betancourt, Armando Hermosa Tovar, Alexánder Puertas Triana, Diego Escobar Ruiz y Alexander Ortiz Tierradentro. Todas estas personas están acusadas por los delitos de homicidio agravado, secuestro extorsivo agravado y rebelión.

Una mujer fue la clave para ayudar a esclarecer la investigación sobre el crimen de Gaviria. Con su ayuda, las autoridades lograron en un tiempo récord identificar a los responsables del homicidio. Aunque la hipótesis de la autoría de las Farc en el frustrado secuestro se consideró desde el primer momento, el anuncio sobre la participación de la temida ‘Teófilo Forero’ confirmó el peor escenario. En otras palabras, era una evidencia sólida de que las advertencias e informaciones sobre un interés de las Farc de sabotear las elecciones presidenciales hace dos años y atentar contra dirigentes políticos tenían sustento. (Ver Artículos relacionados)

La historia de cómo se llegó a esta conclusión y sus implicaciones para el país comenzó cuando la testigo estrella presenció cómo los noticieros de televisión mostraban las imágenes de un Mazda 626 rojo en el que se movilizaron los sicarios. Ella no sólo había estado montada en múltiples ocasiones en ese vehículo, sino que conocía perfectamente a sus dueños. Durante los últimos dos meses se había hecho amiga de un grupo de personas que había llegado a vivir a Dosquebradas y que había alquilado una habitación en la misma casa en la que ella vivía. Eran dos hombres y una mujer con quienes disfrutó de paseos y rumba. La última vez que los vio fue a las 6 de la tarde del día del crimen, el 28 de abril. Los dos hombres salieron apresurados de la habitación, y la mujer, 20 minutos más tarde. Le causó extrañeza que sus amigos iban inusualmente afanados y con una inocultable angustia en sus rostros.

No lo pensó dos veces. Se le vinieron de nuevo a la mente las imágenes del carro y las relacionó con sus amigos. En medio de los nervios y la angustia decidió ir hasta la sede del CTI de Pereira y contarles lo que había vivido con ellos. Hasta ese momento, las autoridades tenían sólo la pista del carro rojo.

Hoy es una de las investigaciones más avanzadas y hasta el momento 23 testigos hablan en el proceso que se adelanta contra estas personas. El juicio continuará el próximo 3 de febrero, en Pereira.