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Facsímil de El Espectador con el publirreportaje de 'Macaco'.

Prensa

El Espectador ofrece excusas por publirreportaje con ‘Macaco’

Ocho días después de emitir un aviso de página entera y a todo color en el que el ex jefe paramilitar se presenta al país como un “empresario de la paz” , el semanario se disculpó por la publicación y decidió no cobrarla a sus anunciantes.

19 de junio de 2007

El periódico El Espectador, el más antiguo del país y uno de los medios más golpeados por la violencia y sus posiciones críticas en defensa de la libertad de expresión, acaba de ofrecer excusas a sus lectores por la difusión de un publirreportaje con el ex jefe paramilitar Carlos Mario Jiménez, alias Macaco.

Así lo hicieron saber las directivas del semanario mediante un comunicado público difundido a través de su página de Internet, en el que señalan además que “por recomendación expresa del Consejo Editorial, hemos decidido no recibir ningún pago por el aviso publicitario”.

El comunicado está firmado por Gonzalo Córdoba y Fidel Cano Correa, presidente y director de El Espectador, respectivamente. En él no hacen mayores alusiones al contenido del aviso publicitario difundido el 10 de junio con el título “un empresario de la paz “ pero ofrecen disculpas por la publicación “de un reportaje publicitario que promovía las opiniones y las actuaciones de ciudadanos acusados de delitos atroces”.

Reconocido entre los paramilitares como uno de los señores del negocio de la droga en el país y como líder de la sangrienta toma del Bajo Cauca, Barrancabermeja y el sur de Bolívar para las autodefensas, Macaco contrató la publicación del aviso a través de la Fundación Villa de la Esperanza. La misma entidad, en asocio con otras dos ONG cercanas al proceso de desmovilización paramilitar, publicó hace dos meses un anuncio similar a favor del también ex paramilitar conocido como Cuco Vanoy, en el periódico El Tiempo.

Por tratarse de un aviso de prensa contratado y no de una nota periodística de El Espectador, el reportaje a ‘Macoco’, elaborado a manera de entrevista por la misma Fundación que lo pagó, destaca sus virtudes humanas pero omite referencias a su papel como actor del conflicto armado en Colombia. Así, mientras atribuye a los mandos medios y bajos de su organización “altos niveles de criminalidad y violación de derechos humanos”, lo declara a él como un humilde comerciante al que la guerra persiguió hasta convertirlo en lo que es hoy.

Como escribió la columnista Salud Hernández, en El Tiempo, el aviso de prensa no tiene una sola alusión a las miles de víctimas que las autodefensas de ‘Macaco’ dejaron en el país. Antonio Caballero también tocó el tema en su columna de Semana señalando que, como ciertas modelitos de farándula que iban a Ralito a las fiestas de los ex paramilitares, “los más importantes medios de prensa de este país se están volviendo putas prepago”.

¿Por qué un medio tan serio como el Espectador accedió a publicarle un aviso de prensa a un ex jefe paramilitar como ‘Macaco’? Las directivas del semanario no se atreven a dar una respuesta oficial pero personas cercanas al medio señalan que es muy difícil rechazar un aviso cuando quienes lo contratan tienen todos su papeles en regla, como ocurre con la Fundación que Villa de la Esperanza.

Nadie pone en duda las condiciones éticas de El Espectador, pero por tratarse de un proceso tan difícil y de un momento tan coyuntural -el aviso de Cuco Vanoy, en El Tiempo, pasó casi inadvertido para muchos de quienes ahora critican el de ‘Macaco’ - los medios parecen obligados a ser especialmente cuidados para que las víctimas del conflicto no se sientan nuevamente lesionadas.